La polvoreda que ha levantado las manifestaciones de la ya ex consejera de Asuntos Sociales en el Senado, Carolina Pérez, no ha sido ajena al PSOE que ayer se pronunciaba sobre el asunto asegurando que la hasta ayer responsable del área “ha tirado por tierra la imagen de esta ciudad, lo que la sociedad ceutí viene construyendo a lo largo de estos años, y lo ha hecho en el Senado donde estamos representados todos los territorios. Ha provocado un daño mayúsculo”.
Así se pronunciaba el secretario general del PSOE en Ceuta, José Antonio Carracao, acusando al Gobierno local de “no creer en la interculturalidad”, al emplear un doble discurso “Ceuta es crisol de culturas cuando se trata de vender una imagen, pero a la vez, y cuando se trata de pedir dinero, ese crisol es un problema por el que hay que seguir subvencionando al Gobierno del Partido Popular”.
Carracao va más allá y asegura que las manifestaciones de Pérez responden a una “postura diseñada” por el Ejecutivo local para trasladar al Senado una “imagen y una necesidad de subvención, por lo que la responsabilidad es toda del Gobierno del PP que está detrás de esas declaraciones”.
La dimisión de Pérez es, a juicio de Carracao, a todas luces “insuficiente” y, desde el PSOE insistían en que se tenía que haber optado por el cese “por ofendernos a todos y dividir a la sociedad”. El socialista recordaba que el PSOE ya aplicó esta forma de actuar cuando en 1995 la entonces directora de Atención Primaria fue cesada a petición de los socialistas tras unas declaraciones “que no llegaban al límite de estas”.
Por su parte, el secretario de Políticas Sociales del PSOE, Pablo Núñez, es inconcebible relacionar la procedencia étnica o cultural de un sector de la sociedad con “comportamientos propios de la exclusión social”. A su juicio, esto no es más que un “síntoma de que algo en nuestra sociedad no funciona porque se está discriminando”.
Al margen de las manifestaciones de Pérez, el problema es, para Núñez, el modelo de servicios sociales que viene desarrollando el PP “anclado en la beneficencia, el paternalismo y la arbitrariedad” y que derivan en una brecha social que “separa las dos Ceutas, la de ricos y pobres”. El hecho de reconocer esta situación como “algo endémico” de nuestra ciudad genera “peligrosos sentimientos de racismo que pueden encaminar a la ciudad a un panorama de discriminación e incluso confrontación social”.
Para un político con responsabilidad en temas sociales, añade Núñez, es un “grave error” señalar a los colectivos “para los que trabajamos como la razón de no haber obtenido los resultados deseados”, ante lo que es necesario una “nueva estrategia trasversal contra la pobreza y la exclusión que debe ser consecuencia de un gran pacto social”.
El Grupo Árabe pide el acta de diputada
En una segunda rueda de prensa del PSOE, en este caso auspiciada por el Grupo Árabe Socialista, su coordinador Ahmed Idriss se mostró más crítico que Carracao al exigir que, además de su dimisión, le fuera retirada su acta de diputada. “No se puede permitir que un político insulte a 40.000 ciudadanos y se vaya de rositas. Lo políticamente correcto hubiera sido cesarla de inmediato”.
Para Idriss, las palabras de Pérez en el Senado no responden más que al “subconsciente de lo que piensa el Gobierno local de la comunidad musulmana”.
El responsable del grupo considera que estas manifestaciones han dado lugar a una “fractura social” que llega a poner en “grave riesgo” la convivencia y también la confianza de un alto porcentaje de la población ceutí. “Los musulmanes que han votado al PP se van a sentir heridos porque se ha atentado contra la línea de flotación de esta ciudad”.
PDSC convocará una concentración en el Ayuntamiento
Las declaraciones de Pérez han llevado al PDSC a plantearse la convocatoria de una concentración en los próximos días ante las puertas del Palacio Autonómico “para reivindicar la dignidad de este colectivo”, según apuntaba el presidente del partido, Abderrafe Mohamed, quien considera que la dimisión de la responsable del área no es suficiente por lo que también han pedido el cese de Vivas, “porque las palabras de la consejera son el eco de lo que piensa el Gobierno del PP de la comunidad musulmana”, la cual, apunta Mohamed, está “totalmente integrada” en la ciudad. “Al Gobierno del señor Vivas le interesa que este colectivo no progrese ni se integre porque le sirve como aval para poder contar con subvenciones, y sirve de cebo para seguir pidiendo al Estado”, apunta.