El Programa del FSE beneficia a más de 2.000 personas y 365 empresas

La representante de la Unidad Administradora del Fondo asegura que la ejecución lleva un ritmo “muy elevado”. La Administración local realiza entrevistas a los interesados, con un récord de 1.035 solicitudes

Más de 2.000 personas y 365 empresas se han beneficiado por ahora del Programa Operativo del Fondo Social Europeo (FSE) para el periodo 2007-2013, tal y como anunció ayer la subdirectora general adjunta de Gestión de la Unidad Administradora del FSE, Rosaura del Val Izquierdo, al concluir la reunión del Comité de Seguimiento.
La representante de la autoridad de gestión del Programa añadió que la cifra de beneficiarios está elevando las tasas esperadas y los indicadores que tenían como objetivo para este periodo en un porcentaje que llega al 95,91 por ciento.
Del Val explicó que la ejecución del Programa lleva un ritmo “muy elevado”, hasta el punto de llegar a un gasto certificado a la Unión Europea de 9.675.055,96 euros, el 75,52 por ciento de lo previsto. La ejecución real, lo que realmente se ha gastado por la Ciudad, es “bastante superior, casi 10 puntos más”, aunque todavía no está certificado a la Comisión Europea. En términos de ayuda del FSE, es decir, el dinero que vuelve de Bruselas para reembolsar estos gastos, es de 7.740.000 euros.
El montante total del Programa es de 12.812.087 euros, y a pesar de que el periodo para estos fondos comunitarios estructurales es 2007-2013, hay dos años más todavía para ejecutarlo, por lo que se prolongará hasta 2015.
La representante de la Unidad Administradora del FSE calificó de “excelente” la coordinación realizada por la Ciudad, por lo que dijo que desde su Unidad están “muy satisfechos. Nos congratulamos no solamente con la muy buena ejecución y de que la ciudadanía de Ceuta y el empleo se beneficie de los fondos estructurales, sino también que la gestión del organismo intermedio que lo lleva a cabo es excelente”.
El Programa tiene dos ejes: uno para el fomento del espíritu empresarial y la mejora de la estabilidad de los trabajadores, que tiene un 68,76 por ciento de gasto certificado; y otro de empleabilidad, inclusión social y la mejora de igualdad entre hombres y mujeres, que llega hasta un 77,84 por ciento del gasto certificado.

Proyectos en marcha
La directora gerente de la Sociedad Municipal Procesa, Kissy Chandiramani, aseguró que desde 2007 hay dos iniciativas con un peso importante, como el Centro Integral EQUAL  y la Escuela de la Construcción. “En el año 2007 se planteó la necesidad de comenzar con unos itinerarios desde la alfabetización, es decir, desde el nivel que creíamos más básico y fundamental, pasando por habilidades sociales, una educación más generalista y hasta una especialización como la Escuela de la Construcción, conseguir la empleabilidad de las personas que accedieran a este proceso”, explicó la responsable del órgano intermedio de gestión.
Las más de 2.000 personas que han participado se han beneficiado de una formación becada, con la idea de que se mantuvieran dentro del programa.
Chandiramani añadió que los indicadores demuestran que desde Procesa y la Ciudad “se ha llevado a cabo un buen trabajo, porque tanto la ejecución física como la financiera han sido buenas”.

¿Qué beneficios sacan los ciudadanos de estos fondos estructurales?

Del Val explicó al finalizar la reunión del Comité de Seguimiento que el FSE trata de mejorar el empleo y la participación de las minorías más desfavorecidas y los grupos con dificultades de acceso al mercado laboral, además de fomentar el autoempleo y el emprendimiento, y acentuar una serie de actuaciones de inclusión e igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Con estos objetivos generales, las autoridades adaptan éstos a las condiciones específicas de la ciudad, volcándose la acción en unos grupos específicos, los más desfavorecidos. Por su parte, Chandiramani adelantó que hace poco tuvo lugar la séptima convocatoria y en estos momentos la Ciudad está realizando entrevistas a los interesados en participar en estos itinerarios. Estas entrevistas se realizan dentro del periodo de preselección de candidatos a la realización de esta formación. Este año se ha registrado un récord de presentación de solicitudes, con 1.035. Este alto número de solicitudes demuestra la gran demanda que existe en la ciudad autónoma para beneficiarse de esta formación a través del Fondo Social Europeo.

Jóvenes, mujeres y grupos vulnerables

La subdirectora general adjunta de Gestión de la Unidad Administradora del FSE manifestó que el perfil de las personas que han participado en el Programa “es muy representativo de la realidad social y también demuestra cómo debe adaptarse a la necesidad concreta de cada  territorio”.
Respecto al rango de edad de las personas beneficiarias, el 40,32 por ciento es menor de 25 años, “lo cual significa que la prioridad de lucha contra el desempleo juvenil se está llevando a cabo con fondos comunitarios y las actuaciones que tenemos en Ceuta”.
Dentro de las personas que han accedido, que son desempleadas, el 31,80 por ciento son de larga duración, y el 69 por ciento mujeres. También hay un porcentaje alto de beneficios pertenecientes a grupos vulnerables, el 78,64 por ciento del total.
En cuanto al nivel educativo, se localiza en personas con un nivel menor. “Está ajustado a las necesidades concretas que la Ciudad Autónoma ha seleccionado y ha detectado”, afirmó, para después felicitar a la Administración local por su labor.
Del Val dijo que se seguirá trabajando porque se trata de un proceso “complejo”, ya que la gestión de los fondos “no es fácil” y requiere una coordinación y colaboración que en Ceuta se da con la implicación de los agentes sociales, empresarios y toda la Administración y la propia Procesa.

Un seguimiento para comprobar cuántos logran integrarse en el mercado laboral

Para el próximo periodo de programación está previsto que se ponga en funcionamiento un proceso para conocer cuántos beneficiarios consiguen finalmente insertarse en el mercado laboral, algo que tanto el Ministerio como la Comisión Europea quieren que se realice. Chandiramani explicó que se trata de un indicador de resultados a largo plazo, “es decir, no solamente valoramos las personas que terminan toda la formación, sino que una vez que pasa un tiempo, uno o dos años, habría que localizar a esa persona y saber cuál es su realidad laboral”. Del Val dijo que estos indicadores de resultados a largo plazo exigen un seguimiento a estas personas, “que no es precisamente fácil, por eso es uno de los retos que tenemos para el futuro: conseguir saber exactamente si el fin último de las actuaciones del FSE consiguen o no reconducir a esas personas al mercado laboral”.