El problema de las infraestructuras en el Hacho

Recientemente hemos estado abordando la problemática ambiental y paisajística que afecta a nuestro emblemático promontorio montano intentando crear opinión sobre la necesidad de minimizar los impactos de algunas obras y el necesario traslado de otras. La reivindicación que hacíamos del espacio que ocupa hoy en día la planta de transferencia, continúa siendo una posibilidad viable, siempre y cuando la ciudad disponga de un lugar alternativo para su reubicación en terrenos más favorables y apropiados para este tipo de actividades. La recuperación de toda esta zona, dónde hoy se ubica la planta de transferencia y su conexión con la sirena (como centro de interpretación de las migraciones de especies marinas y terrestres y lugar de reunión de senderistas) y con el futuro parque de Santa Catalina podría ser una agradable realidad que nos beneficie a todos como ciudadanos. Nosotros necesitamos una nueva ubicación para nuestra área de trabajo con los cuerpos de las tortugas y los cetáceos: un espacio reducido, diseñado para evitar olores y visiones indeseables de cuerpos pudriéndose al sol. Este proyecto ya fue consensuado con las autoridades competentes, y por ello invertimos en un contenedor (será un futuro almacén y oficina técnica). Sumarle a nuestro nuevo pudridero la posibilidad de que sea visitable para que cumpla su función educativa y divulgativa sería lo deseable, y por este motivo se podrían incluir algunos montajes de grandes cetáceos que, a modo de esculturas naturales, darían un gran contenido ambiental a la zona. En la isla de Fuerteventura se han realizado experiencias al respecto, obteniéndose resultados sorprendentes (el proyecto se denomina la Senda de los Cetáceos y se puede consultar en internet fácilmente). El montaje de los cetáceos al aire libre tiene un enorme atractivo y un gran valor desde el punto de vista turístico. Aquí en Ceuta, donde tenemos una gran colección de osamentas, no hay manera de que obtengamos los recursos mínimos para realizar montajes y, mucho menos se promueve la necesaria apertura del museo del mar al público. Mientras tanto, la singladura de la Consejería de Turismo es la misma que de costumbre, y continúa a la deriva presupuestaria que se limita a pagar sueldos y asistir a ferias turísticas, pero sin adecuar y preparar los recursos turísticos ceutíes, poniendo el acento en las singularidades que nos hacen diferentes de cualquier otro destino.
Al mismo tiempo, los meses transcurren, y observamos con serena perplejidad como la obra del vertedero no concluye, a pesar de que las máquinas de la empresa no dejan de hacer no se sabe bien qué sobre la todavía montaña de basuras (ahora montañita de basuras si la comparamos con la anterior). De los jardines de Babilonia prometidos niente, y toda la zona continúa en un estado de abandono y ruina que provoca el rechazo en vez de la atracción. Cabe preguntarse al respecto porqué no replantean sus actuaciones y emplean nuevos recursos en rebajar más la cota de basuras, pero ahora sacando la basura en contenedores a la península. Claro que esto sería poco rentable desde un punto de vista electoral, visto el exitazo que causan las florecitas en nuestros queridos caballas. Aplazar un éxito electoral y esforzarse en explicar a tu pueblo qué se está haciendo para mejorar todavía más en un futuro próximo no nos parece que sea la estrategia de ningún partido político en ejercicio. El tiempo transcurre lentamente y nada se mueve salvo las pesadas máquinas de la empresa adjudicataria, que no termina nunca de entregar la obrita de marras. Por otra parte, la EDAR está provocando no pocas molestias por los olores y su absoluta falta de integración paisajística. La cuestión del olor por la concentración de aguas fecales en las enormes piscinas de hormigón tiene poca solución (claro que si se hubiera realizado un planta de tratamiento utilizando sistemas más sofisticados, el olor se hubiera evitado, nosotros lo indicamos en las alegaciones) pero como no transporten el lodo a la península la situación será insostenible para vecinos y visitantes de la zona. De todos modos, alguien debería justificar la enorme inversión económica en esta infraestructura con tan escaso resultado. No se puede decir que la EDAR ha tenido una gestión eficiente del presupuesto, y los resultados esperados (la depuración de las aguas fecales) brillan por su ausencia. Además, las aguas no llegan todavía en la cantidad necesaria a la estación y, por si fuera poco, cuando caen cuatro gotas las estaciones de impulsión se colapsan y el litoral sigue manando aguas sucias por doquier. De todo esto, de la gestión del agua en general y de la opacidad de la empresa ACEMSA esperamos hablar prontamente con la responsable del área.
Conviene recordar que el contrato con la planta de transferencia asciende a veintisiete millones de euros en cuatro años, y este es prorrogable a dos años más. La instalación le fue proporcionada por la Ciudad Autónoma y fue construida con fondos europeos gestionados desde la ciudad. Todo esto hace pensar que una empresa, que para este cometido tampoco tiene una gran plantilla, tendrá recursos suficientes como para mantener los contenedores en buenas condiciones, de tal manera que no exporten líquidos provenientes de las basuras acumuladas dentro del citado contenedor. Las empresas en general consiguen contratos millonarios y aquí en nuestro país su estilo no es precisamente la inversión en activos culturales o ambientales sino el negocio capitalista puro y duro. Todavía esta actitud, a pesar de que los ideólogos que iniciaron y cultivaron las teorías capitalistas fueron mucho más moderados en su aplicación en pro del ser humano, está tontamente aceptada bajo la creencia de que las empresas hacen lo que deben (ganar dinero) y que solo a este fin se deben (sin tener en cuenta nada más). Sin embargo, nosotros creemos siguiendo la línea de algunos economistas humanizados, las obligaciones de las empresas van mucho más allá que el acumular dinero y ofrecer los servicios que rezan en su pliego de condiciones. En cualquier caso, hacer ruidos insoportables, repartir basuras por el litoral y evacuar líquidos a través de las rendijas de los contenedores es algo que debería preocupar al responsable político a cargo de este servicio y así se lo comunicaremos próximamente. Siempre y cuando este buen hombre ocupadísimo encuentre el tiempo para nuestra asociación ecologista.