Que el Partido Popular renazca de las cenizas cual Ave Fénix gracias a una colaboración en El Faro de AUGC, bueno es. Significa que el partido no está muerto y que, aunque sea movido por las críticas dispares a su propuesta de manifestación, al menos remite opiniones como la que hoy publicamos en nuestra página 10. El PP es incapaz de aprender de sus propios errores. Está visto que aún no asimilan el bochornoso espectáculo que han dado a colación de lo sucedido el 6 de febrero. Mientras ese día y a posteriori se escuchaban declaraciones de todos los frentes, el PP ceutí desaparecía, era un fantasma incapaz de pronunciarse sobre lo que estaba sucendiendo en la ciudad y lo que se avecinaba. Días después el partido seguía igual de muerto, sus parlamentarios parecían no ocupar el lugar que se les tiene que exigir que ocupen, mientras en la calle la cascada de críticas, muchas de ellas injustas, arreciaban contra el Instituto Armado.
Resulta ahora algo hipócrita que el PP nos salga con una campaña en plan hermanitas de la Caridad para decirnos que seremos buenos o malos según vayamos a la concentración del próximo día 13. En el fondo hasta el PP termina pareciéndose a Caballas, ambos llaman a concentraciones utilizando los mismos términos: estás con ellos o contra ellos, no hay termino medio. Si la coalición nos decía eso de que el silencio nos haría cómplices si no acudíamos a la cita de la Cumbre Social, el PP nos recuerda que “quienes honramos a la Guardia Civil vamos a estar ahí”. Es tan desastroso su escrito de opinión, sin pies ni cabeza, que al PP se le termina yendo el control sobre una concentración que ellos mismos quisieron convocar. Lo escribí con anterioridad, si esa convocatoria hubiera nacido de alguien ajeno a un partido político hasta hubiera creído en ella.
El PP ha sido muy cobarde en todo lo relacionado con el 6-F. Ellos lo saben perfectamente. No han defendido a la Guardia Civil, eso es mentira. Como mentira es la campaña de propaganda que se han montado para meternos miedo con la inmigración que va a atacar nuestras fronteras. Todo es falso, pero quieren hacer creer que es así. Hasta el ministro nos sorprende ayer con unas declaraciones con las que ya empieza a cuestionar de dónde partió la orden de lanzar pelotas de goma. Que curioso. ¿Por qué no se cuestiona la falta de protocolos que dejaba con el culo al aire a los guardias?, ¿por qué nadie habla de la barbaridad del cuerpo a cuerpo al que ahora se les va a enfrentar?
Si una concentración sirve para lavar la imagen de cara a la galería, el PP habrá acertado. Pero en el fondo sabe que tomó el camino equivocado y que al igual que el resto de partidos, dejó mucho que desear en esa ahora pretendida defensa de la Guardia Civil. Ni el PP, ni el PSOE, ni siquiera Caballas han dado con la tecla. Y la Guardia Civil lo sabe.