El PP a Ahmed: “Es un tránsfuga sin credibilidad, traidor a los ceutíes”

El Grupo Parlamentario Popular quiso despedir ayer a Rachid Ahmed con todos los honores: citando en la sala de prensa del Ayuntamiento a buena parte de los componentes de la lista que concurrió a las pasadas elecciones para arropar así a la portavoz Yolanda Bel en la definición elegida para su ya excompañero: “Un tránsfuga sin credibilidad que ha traicionado a los ceutíes y a su partido”.

Y es que a ojos del PP, eso es lo que es el hasta ahora viceconsejero de Medio Ambiente, un “tránsfuga” que ha optado por marcharse pero siguiendo “sentado en el escaño” que obtuvo tras ser votado en unas listas cerradas. “Concurrió bajo las siglas del PP, con unas listas cerradas y para nosotros lo adecuado es que entregara el acta del PP con la que concurrió”, denunció Bel. “Se queda con lo que no es suyo”, matizó.
Ahmed se marcha tras 7 años y medio con cargo en el Gobierno, cobrando un sueldo público que seguirá percibiendo aunque haya pasado a la condición de diputado no adscrito (unos 1.200 euros al mes por ir a los plenos). “Se ha ido a medias”, criticó Bel, quien lamentó que como fundamento de su marcha haya querido “poner excusas” que nadie cree. ¿Por qué entonces? En el PP no quisieron dar la respuesta. No porque no la sepan, sino porque indicaron que es el propio Ahmed el que las tiene que dar. Intuiciones sí que tienen: busca “poner el huevo en algún sitio para sentirse seguro”. De hecho el propio Ahmed no ha negado la posibilidad de unirse al proyecto de Fatima Hamed. Cabría incluso la posibilidad de que habiendo dos diputados no adscritos pueden formar un grupo mixto. “El tiempo da y quita razones”, aventuró Bel, confiando en que ahora se vayan conociendo los pasos que dé Ahmed y el lugar en el que termine políticamente. “Empezaremos ahora a escuchar su voz”, añadió. “Debería acabar en su casa si quiere ser ejemplo de pulcritud, eso debería hacer y no llevarse el acta de diputado”, criticó Bel, que trasladaba así la valoración de todo el Grupo.
Ahmed se marchó acusando a Vivas de ser víctima del “nepotismo” y tener complejo de Napoleón, dibujando un Gobierno y un partido en el que nadie puede opinar. Unas valoraciones a las que ayer Bel no supo dar una explicación ya que nunca Ahmed había opinado nada al respeto. “Ni tan siquiera recuerdo” que haya hecho “aportaciones sobre temas de peso”, sentenció Bel, que más bien pareció dibujar al ya exviceconsejero y miembro del PP como un ‘mudito’ sin aportación más allá de cobrar a final de mes. De hecho en todo este tiempo nunca ofreció algún punto de vista en materia política. Tampoco lo hizo en la última reunión que mantuvo Vivas con los viceconsejeros, para comunicarles que recurriría la sentencia. “No dijo nada”, apuntilló.
Así era “el tránsfuga Ahmed”. Un elegido, número 17 en la lista del PP, con cargo de Viceconsejería pero que en 7 años y medio de vinculación ninguna aportación de peso habría hecho al partido (“ha aportado cero ideas al PP”, dijo, “podría haber hecho una propuesta para darle vida al partido). Aún así, repitió en las listas.
La marcha de Ahmed se lleva a cabo con acusaciones de corrupción en el partido. Algo que sí ha molestado, y mucho, al PP. La propia Bel le instó ayer, de inmediato, a que ponga nombre y apellidos a esos casos. “Que diga qué personas, qué casos y qué asuntos. Que los diga, porque si calla está siendo cómplice”, denunció Bel. La popular le recomendó responder de forma rápida a esas cuestiones “por su bien”, sin darle más recomendaciones ya que Ahmed, abogado de oficio, debe conocerlas.
¿Amenaza de querella? Bel no quiso contestar claramente ya que sería el propio partido el que tendría que analizar lo dicho por Ahmed y valorarlo. No obstante, sea así o no, la popular considera que ante la ciudadanía tiene la batalla perdida “porque ha perdido como tránsfuga toda la credibilidad”. Eso sí, si pasa la línea roja, “se tomarán medidas judiciales”, aunque la misma no haya quedado muy definida. “Confío en su cautela, que como abogado sea prudente de no cruzarla”.
“En 14 años de gobierno del PP no ha existido ninguna condena por corrupción, ni se ha abierto juicio oral por esto”, sentenció Bel, perfilando una tarjeta de presentación clara para negar las acusaciones de Ahmed. Sí molestó igualmente al partido que el ya excompañero aludiera a la marcha de Ana Cohen como diputada. De ella dijo que se había ido “aburrida”. Dicha valoración fue tildada de “indecente” ya que Cohen se marchó “por motivos personales, de peso y envergadura. Aprovecharse de esto es mezquino”, criticó Bel.
Ahmed queda ahora como diputado no adscrita, la Asamblea aplicará el reglamento para ver en qué quedará su partipación y entrará como nueva cara en los plenos el popular  José Manuel Ávila, número 25 en las listas.

El primer caso de transfuguismo en el seno del Partido Popular

Ahmed se marcha inaugurando el “transfuguismo” en el PP, ya que es “la primera vez que se produce” un caso así en el partido, lamentó Bel. “Todos los partidos conocen casos y hoy le ha tocado al PP”, sentenció. A la memoria venían los más sonados: Susana Bermúdez (PSOE) o la reciente Fatima Hamed (Caballas). Bel dijo que hasta que su excompañero no dio la rueda de prensa (ver página 14), nada se sabía en el partido de su intencionalidad, ni de que tuviera alguna queja hacia el PP o hacia la figura del presidente Vivas, en quien personalizó Ahmed muchas de sus críticas. “Nunca tuvo problemas y hoy surge todo, nace como un champiñón, a 6 meses de las elecciones... ahora todo surge de la nada”, ironizó.

De la “vergüenza” a los datos objetivos

“¿Vergüenza?, vergüenza aquí solo una: traicionar a los ciudadanos de Ceuta, a los que hay que servir desde que se jura el acta hasta que uno se va, pero él se ha ido a medias quedándose con un escaño que no le corresponde”, replicó Bel a esa vergüenza que Ahmed decía sentir estando en el PP, habiéndose marchado para que “mis niños puedan ir por la calle con la cabeza alta”, dijo.
“Dentro de un cesto siempre puede haber una picadura, no ha hecho falta sacarla, se ha ido sola pero no lo ha hecho bien porque se ha llevado el escaño y el acta de diputado”, insistió la número 2 del PP.
Ahmed era miembro del Comité de Derechos y Garantías del partido, pero nunca expuso nada, ni criticó lo que sí hizo ayer en rueda de prensa: el nombramiento o la permanencia en sus cargos de compañeros de partido citados a declarar como imputados. “Jamás dijo nada, hoy ha estallado la bomba”, ironizó Bel.
Pero es que Ahmed se quedó cortó en el camino, ya que no terminó de poner el punto y final a asuntos que si bien fueron judicializados ahora ya están archivados. Se refirió específicamente  a Benjamín Álvarez, nombrado viceconsejero de Medio Ambiente. Lo que sucede es que contó la película a medias. Tras una denuncia en los juzgados de UGT por el nombramiento durante un mes de una persona en atención al público en el Guillermo Molina (se había producido un fallecimiento y una baja inesperada) procedente de Colaboración Social, el caso quedó archivado. Se había citado a declarar en calidad de imputado a Álvarez por su etapa de gerente en el ICD al igual que a Kissy Chandiramani, como exconsejera de Deportes. Fuentes judiciales confirmaron ayer que el caso ha quedado archivado, aunque no pudieron confirmar si UGT ha optado por recurrirlo.
El mismo camino llevó la denuncia interpuesta por el famoso ‘caso ruidos’ que salpicó al por entonces consejero de Fomento, Juan Manuel Doncel. El caso también quedó archivado.
Llamar a declarar a un persona en calidad de imputado se está equiparando erróneamente a una acusación o procesamiento. Incluso se va más allá considerándolo ya culpable.
La figura del imputado está regulada en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y tiene esta condición para que pueda disponer de abogado y defenderse al existir una denuncia que está siendo investigada judicialmente. Es solo al final cuando, si el caso no se archiva, pasará a ser acusado.
Bel recordó que en 14 años de gobierno popular no hay ni una sola condena a uno de sus miembros que tenga que ver con corrupción.