El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) comunicó ayer que el porteador que cayó de un muro de cinco metros en los polígonos del Tarajal, frente al puente del Biutz, y el apuñalado fuera de los polígonos continúan ingresados en el Hospital Universitario.
El precipitado, según narraron los presentes, pretendía saltar para colarse en las naves en los aledaños del Biutz y agenciarse así un bulto sin guardar turno en la fila de hombres. Antes que él, otros dos o tres porteadores lo intentaron con éxito, relataron los mismos testigos. Estos individuos se apoyaron sobre el muro original en el que, con posterioridad, se levantaron alrededor de dos metros más, precisamente, para evitar estos asaltos al Biutz. Este marroquí sufrió politraumatismos, fractura de mandíbula y varias costillas rotas.
El apuñalado fue abatido fuera de los polígonos y, pese a la rápida intervención de los policías sobre el terreno, ningún cuerpo de seguridad había efectuado detenciones por estos hechos al cierre de esta edición. Los propios empresarios valoraron que resulta complicado identificar al autor de los navajazos cuando los porteadores recorren los polígonos en tropel y cualquiera puede pasar desapercibido en un tumulto tras asestar unas puñaladas. Este paciente tenía afectada la cápsula renal.
Por otra parte, en la mañana de ayer, los polígonos volvieron a despertar con centenares de personas en su interior en su carrera desesperada por agenciarse un bulto de productos de dudosa procedencia por su rentabilidad. La jornada fue menos accidentada que días anteriores.