El Pleno del Senado aprobó ayer, solo con los votos del PP, el proyecto de ley de Seguridad Ciudadana, en un largo debate de más de cinco horas en el que toda la oposición mostró su rechazo porque “recorta” derechos, “amordaza” la protesta y recuerda a “tiempos pasados”.
Con la aprobación de dicha ley, sale adelante el aval a las devoluciones en caliente. Con 134 votos a favor, 84 en contra y ninguna abstención, la Cámara alta sacó adelante el proyecto estrella del Ministerio del Interior en esta legislatura, si bien tendrá que regresar al Congreso para su aprobación definitiva tras haber sido enmendado en el Senado. Los portavoces de los grupos de la oposición vertieron fuertes críticas al proyecto de ley al defender los vetos presentados por Amaiur, ERC, Izquierda Unida, Entesa (2), PNV, CiU y PSOE, y que rebatió el senador del PP Luis Aznar, quien reiteró que se trata de un texto “garantista”. “El PP y el Gobierno sabemos de qué lado estamos. Al lado de las víctimas, de los ciudadanos que respetan la ley y la convivencia y de los que pacíficamente se quieran reunir y manifestar”, zanjó. En el caso de las devoluciones en caliente, se aprobó el dar cobertura legal a las entregas en frontera de inmigrantes. Ya enmendada en el Congreso, la Cámara alta introdujo en la disposición nuevos párrafos para señalar que el rechazo en frontera se realizará “respetando” la normativa de derechos humanos y para indicar que las solicitudes de asilo se formalizarán en la oficinas habilitadas para ello.