El Pleno del Consejo se reúne hoy para tratar el futuro de este órgano

El Pleno del Consejo Diocesano de Hermandades y Cofradías de Ceuta se reúne hoy en Cabildo Extraordinario para que el vicario general de Ceuta, Juan José Mateos, y el director espiritual, Francisco Jesús Fernández Alcedo, den a los hermanos mayores de todas las corporaciones cofrades de la ciudad debida cuenta de las decisiones adoptadas

encaminadas a una solución temporal de la situación generada después de que el plazo de presentación de candidaturas para suceder al hasta ahora presidente del Consejo, Juan Carlos Aznar, expirara sin que se presentara ninguna.
Esta reunión fue convocada por el vicario y el director espiritual después de que se generara esta situación y ante la necesidad de que haya alguien al frente del órgano cofrade para dirigir su funcionamiento hasta que finalmente haya un presidente.
Fuentes consultadas por este medio indicaron que la solución a plantear en el Pleno de hoy puede ser el nombramiento de dos o más hermanos mayores que, a modo de gestora, dirijan el Consejo hasta que aparezca una candidatura que cuente con el beneplácito de los hermanos mayores y tenga sus votos.
De esta manera, una vez que aparezca alguien que muestre su interés en presidir el Consejo y cumpla los requisitos exigidos, deberá presentar la documentación necesaria y recibir el apoyo de los hermanos mayores.
También hoy es el día en que Juan Carlos Aznar deja de ser presidente en funciones, responsabilidad que ha ocupado desde que presentó su dimisión, para dirigir el Consejo la persona o las personas cuyos nombres salgan en la reunión del Pleno de hoy hasta que se abra un nuevo proceso de elecciones y finalice con un presidente electo.
Para hablar de los orígenes de esta situación hay que remontarse a finales de junio, cuando Aznar comunicó a los hermanos mayores, al vicario y al obispo su dimisión “irrevocable” como presidente de este órgano. Aznar no se iba sólo, sino que los miembros de la Mesa Permanente también tomaron la misma decisión.
El primero en presentar públicamente su dimisión fue el secretario, Francisco Javier Blanes González, una comunicación que se produjo el 17 de junio en el Pleno Ordinario, donde se encontraban presentes la Mesa Permanente y todos los hermanos mayores. Su decisión estaba motivada “por el cariz que estaba tomando el Pleno y por discrepancias con la Autoridad Eclesiástica de nuestra ciudad”, y fue trasladada, tal y como indican los reglamentos, al presidente del Consejo.
Ya el día 25, Aznar comunicó su dimisión junto a todos los componentes de la Mesa Permanente, Fernando Sotomayor Benítez, Pedro Bellón Sánchez, Fernando Galindo Frías y Arturo Fuentes Cabrera.
El entonces presidente del Consejo de Hermandades envió una carta a los hermanos mayores para explicar su decisión. En ésta decía que la situación en la que se encontraba “el clima de relaciones” entre el Pleno del Consejo era “como mínimo extrema, ya no sólo por la falta de espíritu cristiano demostrado con creces en algunos momentos con los constantes insultos y falta de respeto por determinados hermanos mayores, sino porque tengo el convencimiento de que algunos no conocemos el fin último que se nos exige, cuál es la naturaleza de las instituciones que representamos y cuál es nuestro papel y lo que se espera de nosotros”. A esto se le sumaba la “carencia fundamental” que suponía “no contar con el respaldo y el apoyo de nuestra Autoridad Eclesiástica, los cuales tengo la percepción de no haberlos tenido ni ahora ni nunca desde que tomase posesión de su cargo nuestro actual vicario y delegado episcopal para las Hermandades”.
Aquella situación motivó que se abriera un proceso de elecciones en el que no se presentó ni una sola candidatura, por lo que quedó anulado y a partir de ahí era la Autoridad Eclesiástica pertinente la encargada de designar a quien estimara conveniente para la gestión y los procesos oportunos, algo que se comunicará hoy en el Pleno del Consejo.