El Pleno aprueba la Cuenta General de la Ciudad con superávit de 24 millones

El Pleno dio ayer el visto bueno con el único voto favorable del PP a la Cuenta General de la Ciudad 2012, que según recalcó el consejero de Hacienda, Emilio Carreira, arroja un superávit de 24 millones; cifra que, dijo, resulta de “un galimatías técnico” y que viene a significar la buena planificación presupuestaria que ha hecho el Gobierno.

Era evidente que en este punto, uno de los más relevantes de los incluidos en el orden del día de la sesión plenaria de ayer, el PP se iba a topar con la ya anunciada dura oposición de Caballas. El concejal Juan Luis Aróstegui denunció que se estaba intentando la aprobación de unas cuentas que “no respetan los principios contables elementales” y que no “reflejan la realidad de la institución”. Aróstegui puso encima de la mesa las otras cuentas: habló de un endeudamiento de 340 millones y de unas pérdidas de 32. “¿Cómo pueden convertir esto en un superávit?”, lamentó.
Caballas tildó la gestión económica del Gobierno de negativa, recalcando que el origen de que el saldo sea negativo es el pago de casi 90 millones de facturas a proveedores, algo que ha sido fruto de una “mala gestión de un PP que se salta a la torera cualquier rigor”, denunció, lamentando que quienes han llevado a esa mala gestión no hayan “desfilado por comisaría” al haber incurrido en decisiones cuando menos curiosas como el haber “pagado cantidades que ni estaban facturadas a determinada empresa de la ciudad... Lo han hecho deprisa, deprisa, como la canción de los Chunguitos, que por cierto también habla de delincuencia”, ironizó.
Carreira, templado, no entró en ‘combates’ con Aróstegui ni externalizó nervios por sus ataques. Algo que dejó para el diputado Francisco Márquez, al que el de Caballas comparó con la figura del espontáneo, y que sí le reprochó al concejal sus intervenciones.
Carreira prefirió centrarse en defender la aprobación de la Cuenta General de la Ciudad ya que, dijo, permite entre otras cosas poner en marcha un plan de empleo juvenil, con una dotación de 2,23 millones de euros, dentro de un expediente de modificación del presupuesto que se aprobó el pasado mes de julio “y que ustedes trajeron a Pleno”, le recordó al principal partido en la oposición.
Lejos de reprochar la acción de pago a los proveedores, el consejero de Hacienda defendió esa medida como la “mejor” que ha tomado el Gobierno, ya que “las administraciones se estaban convirtiendo en un problema para las pequeñas y medianas empresas”.
La Cuenta General está realizada de acuerdo con las normas del sistema europeo de cuentas y dispone del visto bueno de la Intervención de la Ciudad, siendo algo ajeno a la deuda viva que mantiene la administración local y que ha sido reducida de forma gradual.
Carreira defendió el trabajo hecho por la institución, recordando que mientras que antes se ha ido tirando el dinero “con muchas palas”, “en esta década el dinero se ha tirado pero en inversión, no ha ido al bolsillo de cada uno”, clarificó echando en cara a Aróstegui el símil empleado por la coalición con el tema de la delincuencia.

Otros asuntos y detalles

Rpt
Unanimidad en la aprobación inicial
La aprobación inicial del reglamento regulador de la RPT obtuvo ayer el respaldo de todas las fuerzas políticas. Al ser un documento que se había consensuado con los sindicatos, los partidos no pusieron objeción alguna.
Punto encuentro
Visto bueno al Reglamento
PP y Caballas respaldaron el Reglamento Regulador del Punto de Encuentro Familiar que regulará el funcionamiento de la vivienda acondicionada que se utiliza normalmente para cumplir con el régimen de visitas establecido por el juez tras un divorcio. Se trata de un servicio que gestiona Cruz Roja y en el que lo que prevalece, tal y como recordó la consejera de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed, es el interés del menor. Se han establecido las 37,5 horas semanales de apertura sin un horario determinado.
Enfrentamiento
Aróstegui/Márquez
Es clara la enemistad que existe entre ambos y de hecho el Pleno fue ejemplo de un enfrentamiento en el que el primero calentaba al segundo y éste escenificaba aún más su malestar.