El pistolero ¿reconocido?

Segunda sesión la celebrada ayer para esclarecer quien estuvo detrás de los disparos recibidos por Mohamed Hamed Sel-lam, el ‘Vasco’, en mayo de 2009 en el Príncipe. En esta ocasión la clave de la ristra de testificales que pudieron escucharse ante el tribunal de la Sección VI fue una: si el pistolero que atentó contra el ‘Vasco’ mostraba parcialmente su rostro, de tal manera que pudiera ser reconocido, para así concluir si es o no quien se sienta en el banquillo de los acusados.
Pues bien, en torno a este asunto hubo un baile de manifestaciones. Todos los que ayer declararon, incluido el ‘Vasco’, coincidieron en que el pistolero vestía ropa de camuflaje y tapaba su rostro con un pasamontañas, gorro o capucha. La diferencia estriba en que solo el ‘Vasco’ es el que apuntilló que dicha prenda dejaba al descubierto ojos, nariz y boca, de ahí que pudiera determinar sin lugar a dudas que el acusado Abdel A.A. fue quien aquella noche le disparó. El resto de personas que acudió a declarar manifestó que ese pasamontañas no dejaba ver tantos rasgos.
La declaración del carnicero del Príncipe sirvió para mantener su acusación. Su querencia por explayarse en asuntos que ayer no eran objeto de juicio, llevó a que tanto el representante del Ministerio Fiscal como el tribunal le advirtieran de que debía centrarse en el suceso en cuestión. Así que después de manifestar a la Sala que en el Príncipe hay “una mafia absoluta”, que nunca “nadie va a venir a declarar” a su favor o que todos los episodios de atentados y quemas de inmuebles sufridos tienen un “origen del mal” que radica en el enfrentamiento que tuvo su sobrino Mohamed Laarbi (condenado y en prisión por homicidio en grado de tentativa) con ‘Tafa Sodia’, el ‘Vasco’ se refirió a dos escenas de ese tiroteo en base a las cuales puede mantener que el acusado es, a su juicio, el pistolero.
Tras recalcar que no se ha contradicho porque en su día hablara de un pasamontañas y ahora dijera que el autor tapaba su rostro con una especie de gorro de colores (“en su día no lo especifiqué”, concretó), el ‘Vasco’ señaló que la cara del acusado le es “muy familiar”, lo que hace que “por cualquier gesto” pudiera identificarle. Insistió que le vio completamente la cara. “¿Qué sentido tiene que meta a esta persona, por qué lo voy a acusar si no?”,  se preguntó. En una primera escena, cuando le dispararon y cayó sobre una mujer con la que estaba hablando aquella noche, el ‘Vasco’ dijo haberle visto la cara, ya que el pasamontañas le dejaba a la vista todo el rostro. Ya en el suelo, como parte de una segunda escena, contemplaría cómo el pistolero escapaba corriendo. “Sé que era él porque me fijé cómo corría”, puntualizó.
El ‘Vasco’ no dijo a la Policía la identidad del presunto autor de los disparos hasta un día después. Según explicó ante el tribunal, estaba nervioso por eso optaría por darles el nombre más adelante y no ‘en caliente’. Antes de abandonar la Sala y hacer entrega de algunos documentos, sin contar siquiera en este juicio ya con abogado, el ‘Vasco’ lamentó el punto al que llega “la mafia”, que “nadie viene a declarar a mi favor”, “me organizan manifestaciones, una kale borroka...”. Tras su declaración aclaró que lo único que pide es “encontrar la justicia que no he encontrado hacia mi familia. Por este juicio me han quemado hace unos días el coche. Con 26 disparos aún sigo perseguido, yo no quiero ser Caín, soy Abel. La víctima no solo tiene que decir la verdad sino demostrar los hechos”, sentenció.
Tras el carnicero, declararon varios vecinos que pudieron ver alguna de las escenas que marcaron el tiroteo de aquel 16 de mayo de 2009. Un hombre que estaba sentado en la zona del Ángulo dijo que tras escuchar una fuerte explosión vio salir a un encapuchado, al que se le veía ojos y boca y que iba vestido con ropa militar. Empuñaba dos pistolas y por su forma de correr le fallaba una de las piernas. A preguntas del representante del Ministerio Fiscal, puntualizó que de acuerdo a esos datos no consideraba que el pistolero fuera la persona que se sienta en el banquillo.
Este vecino fue quien encontró un casquillo y se lo entregó a la Policía Nacional. Durante su declaración dijo que no estaba amenazado por nadie en general ni por ‘Tafa Sodia’ en particular.
Otro vecino de la barriada que en el momento de los disparos se encontraba en un cafetín, declaró haber visto al encapuchado entrar en el local empuñando dos pistolas y provocando el miedo entre los que allí se encontraban, que tuvieron que tirarse al suelo. Mantuvo que al pistolero solo se le veía ojos y boca detrás de un pasamontañas al “estilo Spiderman”. El individuo era “un tío grande y fuerte” no cuadra con el físico del acusado, “porque éste es más pequeño y delgado. Estoy segurísimo de esto”, sentenció.
También acudió a declarar ayer la joven que el día de los hechos habría permanecido todo el día en Marruecos con el acusado, tal y como éste indicó en su manifestación del pasado martes.
La joven declaró que había estado por Marruecos, pasearon y comieron en un restaurante de Tánger del que no dio nombre. Marcharon en el coche del acusado, del que supo dar perfectamente el modelo, y dijo que habían quedado para marchar por teléfono. De esta manera contactaban, aunque el acusado en su declaración señaló que no conocía el número de la chica. El joven que llevó al herido hasta el Hospital en su vehículo declaró que durante el trayecto el ‘Vasco’ no le facilitó nombre alguno de quien le había disparado, indicándole sólo que le dolía la rodilla y que no sentía la pierna. En ese instante, desde el camino que lleva del Príncipe al antiguo Hospital de la Cruz Roja, el herido no aportó dato alguno sobre la autoría de aquel tiroteo. Con esta ristra de manifestaciones se cerró la segunda sesión de un juicio que está previsto termine hoy, cuando quede visto para sentencia.
Los policías nacionales que acudieron a declarar ayer ofrecieron algunos detalles que servirán para los informes y conclusiones definitivas que las partes expongan hoy. Así uno de los agentes declaró que el ‘Vasco’ reconoció fotográficamente al acusado en su declaración un día después de los hechos, y que fue ahí cuando introdujo el detalle de que el pistolero se tapaba con una especie de “gorro de payaso de colores” y no un pasamontañas. Este agente añadió que al acusado se le conocía una relación de amistad con ‘Tafa Sodia’ y que a ojos de la Policía era tenido como una persona afín. En cambio, en su declaración del martes, el acusado dijo conocer a ‘Tafa’ solo de vista.
A los policías que acudieron al Príncipe nada más producirse el suceso, les informaron de que el pistolero vestía ropa militar e iba encapuchado, sin haber conseguido testigos directos que pudieran aportar datos más puros.

La declaración de mayor tensión

Videoconferencia
La Sala deduce testimonio contra el sobrino del ‘Vasco’ por desobediencia
Uno de los sobrinos del ‘Vasco’, que cumple condena en prisión por los disparos contra el hermano de ‘Tafa Sodia’ que tuvieron lugar justo después del tiroteo que ahora se juzga, había sido citado por videoconferencia para declarar como testigo. Tras insistir en que no tenía confianza en la justicia, se negó a declarar, “porque ustedes no tienen el mismo criterio con todos”, sentenció. Tras advertírsele de que se le iba a multar con 600 euros y que si seguía en sus trece se deduciría testimonio por un delito de desobediencia grave a la autoridad, éste insistió negándose a prestar declaración. La Sala le informó de la decisión adoptada y el sobrino se despidió deseándoles que tuvieran un buen día.