El PGOU y las grandes superficies

De todos es sabido que el PGOU significa un instrumento valioso para el desarrollo económico de un territorio, ya que entre otras  tiene  la labor de clasificar y ordenar el suelo por categorías adjudicándole el régimen jurídico correspondiente que marcara el uso que se le puede aplicar. Actualmente el nuevo PGOU que sustituirá al vigente de 1992 se halla casi terminado, con documentación en manos de todos los grupos políticos, y no podemos olvidar que la mayor parte de esta revisión surge del entendimiento y la cooperación con el anterior Ministerio de Fomento. Señalar también que existe un buen número de propietarios e inversores ceutíes con suelo e inversión paralizada a la espera de la aprobación del nuevo Plan. El anterior Plan se aprobó con miras a tener una vida de unos 15 años, tiempo que ha sido sobrepasado con holgura, y tiempo en el que el crecimiento de la ciudad a dado lugar a la necesidad de nuevas soluciones urbanísticas para nuevos suelos, las cuales no se han podido acometer precisamente por lo obsoleto del actual Plan. En resumidas cuentas, podemos asegurar que esta mas que justificada la revisión del Plan y la puesta en marcha del nuevo instrumento de urbanismo de la Ciudad.
Hasta aquí la teoría, pero en la practica es verdad que paralelamente surgen los intereses por las nuevas zonas comerciales, que si bien de entrada son un elemento positivo por la situación económica que atravesamos y la oportunidad de nuevos yacimientos de empleo, hay que mirarlos con lupa puesto que la propia necesidades de empleos no se puede convertir en coartada para abrir la puerta “al gratis total” o lo que es peor a la especulación Y esto es lo que debería preocuparnos a todos cuando hablamos de suelo publico patrimonio de todos los ceutíes.
De un tiempo a esta parte observamos en prensa una campaña abierta y promovida por el gobierno local acerca del interés de grandes superficies comerciales por instalarse en Ceuta. En el pasado Pleno extraordinario, se dejaron sobre la mesa las iniciativas del gobierno de  tres modificaciones puntuales  en Brull, Loma Colmenar y Plaza Nicaragua, para facilitar y legalizar la implantación de grandes superficies en nuestra ciudad. Es decir, la modificación puntual del vigente plan basándonos en el supuesto interés de firmas de reconocida solvencia comercial. Pero solo podemos hablar de elucubraciones, puesto que no se ha podido hasta el momento demostrar mediante documento fehaciente el verdadero interés de estas empresas. Si extraoficialmente se citan sin pudor  nombres propios de estas empresas que están en la mente de todos, que menos que tener de ellas una carta de  intenciones firmadas y con el número de entrada del registro del Ayuntamiento.
Chocante o cuanto menos curioso nos resulta la modificación propuesta para el Brull. No podemos olvidar que esos terrenos están en manos de la Ciudad en base a un convenio con Defensa, y que la justificación de ese convenio era la construcción de 450 viviendas de VPO.
Por tanto, una modificación de ese lugar debe contar con el permiso de Defensa si se optara por cambiar el uso de ese suelo, y en el mejor de los casos habría que compensar a Defensa con el diferencial, ya que no es lo mismo ceder o vender suelo para VPO que para uso privado. Nos preguntamos si se ha previsto el tiempo que tardaría el INVIED (organismo que gestiona el patrimonio de Defensa) en dar la conformidad a esta operación. Se nos antoja no menos de seis meses a un año para dar luz verde a la aceptación de Defensa,  más la ratificación con la firma de la Ministra de Fomento Y también nos  preguntamos si es lícito anteponer el interés de publico de 450 familias que verían cumplida su aspiración de vivienda propia a los intereses privados de una sociedad mercantil cuya contraprestación  iría en torno a 45 puestos de trabajo de no mas de 800 euros aproximadamente. Y eso siempre supeditado a la rentabilidad de este inversor que puede libremente abandonar la ciudad si no se cubre sus expectativas  económicas.
No parece lógico proceder a la modificación puntual del vigente plan basándonos en supuestas peticiones de firmas de reconocida solvencia cuando no existen pruebas documentales de tal interés. Y si no, nada tan fácil como que pongan encima de la mesa la formalidad de dichas peticiones y sus aportaciones. Eso dando por bueno que una simple petición fuera causa suficiente para  facilitar y allanar todos los trámites reglamentarios, obviando el procedimiento establecido por ley para ocupar suelo público, entiéndase subasta.
Hay que ser partidario de que se instalen en nuestra ciudad todas las empresas de Distribución posibles, cuanto mas mejor, pero que  lo hagan con las mismas condiciones que lo han  hecho las empresas locales y foráneas que ya tenemos, y que tan buen resultado les está dando.
Por tanto, esta justificado oponerse a esas modificaciones, y exigir la puesta en marcha ya de la revisión total  del nuevo Plan. Y todas las grandes  superficies que se quieren instalar que se atengan a la nueva revisión, en cuanto a suelo, precio y obligaciones, y mas importante en lugares adecuados. Y  decimos lo de “lugares adecuado” porque nadie parece que ha pensado en la dificultad logística del suministro diario con los  trailers en la zona del Brull.
Finalizando,  es necesario que nuestros Diputado/as en la Asamblea, soberana en materia de urbanismo, acometan de manera decidida y rápida la aprobación inicial  de la revisión del PGOU para paliar la agónica situación económica que padecemos, no dilatarlo en el tiempo, porque sería vergonzoso perder otra legislatura en tan importante cuestión.