El pederasta pasó por Ceuta

Daniel Galván, el pederasta español indultado por error en Marruecos y detenido ayer en Murcia por la Policía Nacional, pasó por Ceuta tras ser liberado, como confirmaron ayer fuentes cercanas al caso. Lo habría hecho a través de la frontera y con su documentación en regla, que según las primeras pesquisas pudo conseguir tras tramitarla en el Consulado General de España en Rabat.
Galván, epicentro de la polémica por el error cometido por las autoridades marroquíes con su liberación, fue arrestado ayer en el Hotel Legazpi, donde durmió el sábado y pensaba hacerlo también ayer domingo, pero a las 17:25 la Policía lo detenía respondiendo a la petición de detención internacional decretada por el Gobierno de Rabat tras percatarse del error. Según relataba ayer Juan Sánchez, dueño del hotel, Galván se comportó en todo momento con corrección y normalidad y dejó la habitación en la que pernoctó en buenas condiciones antes de pagar en efectivo los dos días de alojamiento.
Mientras tanto, el Gobierno español aclaraba ayer que nunca pidió el indulto del pederasta y que se limitó a solicitar su traslado a una cárcel española. Por su parte, el Ejecutivo marroquí cesaba también ayer al responsable de sus prisiones, al que atribuye la “negligencia” de su puesta en libertad.
Galván, condenado en Marruecos a 30 años de prisión por abusar de once niños de entre 2 y 14 años, y cuyo indulto ha generado una oleada de protestas en dicho país (como muestra la imagen superior), será puesto  hoy  a disposición del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.
La detención se produjo tras la entrevista telefónica que mantuvieron ayer los ministros de Justicia de España, Alberto Ruiz-Gallardón, y Marruecos, Mustafá Ramid, en la que ambos acordaron trabajar conjuntamente en la resolución de este caso.
De hecho, una delegación marroquí viaja hoy a Madrid para mantener un primer encuentro con funcionarios en el Ministerio de Justicia. Los equipos ministeriales deberán resolver los problemas jurídicos bilaterales que plantea el caso, ya que en España los indultos son irrevocables.
Al margen del complejo proceso judicial que ahora se abre, el embajador de España en Rabat, Alberto Navarro, confirmaba ayer que el Gobierno español había solicitado al rey Mohamed VI el traslado del pederasta a una cárcel española, pero no su indulto, algo que finalmente se produjo junto a otros 47 reos españoles.
La embajada de España presentó al Ejecutivo marroquí dos listas, una con peticiones de indultos, para 18 presos, y otra para el traslado de 30 reclusos, pero las dos listas debieron mezclarse en algún momento porque el monarca indultó a todos, sin excepción.