Hace unos días presencié unos momentos que me hicieron rememorar unas escenas de cuando tenía una corta edad. Ya ha pasado tiempo de ello, más de 40 años.
Me encontraba en la parte derecha de la Delegación del Gobierno en Ceuta, junto a la Delegación de Hacienda. Cuando vi a un grupo de adolescentes que tendrían entre los 16 a 18 años. Unos cuantos muchachos y muchachas. Uno de los chavales tenía junto a su pie derecho a una rata de una dimensión de casi medio pie del mismo. La pobre rata se veía aturdida por al parecer estar bajo los efectos de algún veneno. La estuvo correteando de acera de Delegación de Hacienda a la otra donde está situado un conocido comercio el cual vende trajes. Al principio los gritos de las chavalas fueron casi horripilantes. Luego pasaron a las sonrisas. Hubo rumores de que le diera una patada. Otros decían que la dejaran a la pobre. Pero hubo unos que dijeron ¿qué era esa criatura? Fue cuando mi imaginación voló a los años 70 cuando vivía en un patio muy cercano a la escena vivida. Era el conocido de la calle Prolongación de Sargento Coriat número uno.
A la entrada vivían las dueñas del patio. Tenía una ventana siempre abierta que daba a la cocina donde siempre estaban vigilando quien entraba o salía. A la izquierda vivían unas hermanas ya mayores. Aquí vi por primera vez el televisor de color grande, el mayor que había en el patio, nuestro programa favorito semanal que por aquella época era Marcos. Donde todavía me acuerdo de casi toda la canción: “En un puerto italiano....”. Un poco más adelante a la derecha vivía una pareja ya mayor, recuerdo que él era un gran pintor y además fue el precursor de la televisión a color.
Le ponía unos papeles transparentes de colores que daba la sensación de que el blanco y negro normal fuera por el tiempo que lo veías el color que tenemos hoy pero más primitivo. También vi en ese domicilio partidos de la Naranja Mecánica, Holanda, con los hermanos Rensembrid como bandera. A la izquierda vivía otra pareja de personas mayores. Un poco más adelante vivía mi familia. Al lado nuestra vivía otra familia donde destacaba la abuela Rojas. Al lado tenía su taller Antoñete que fabricaba juguetes para los niños además de hacer los barquillos que ganábamos al hacer una tirada. Qué ricos que estaban. Junto a este personaje vivía un familiar mío que trabajaba en la lonja. Frente a ellos durante unos años vivió la familia de Pedro Javi. Más arriba hubo otra pareja joven sin hijos. Al lado de ellos vivieron tres hermanas, una de ellas muy conocida la Tata que tuvo una tienda junto a El Faro y sus hermanas Aurori y Pepi. También me acuerdo de su padre. A la izquierda vivía la familia de Antoñete. Y un poco más arriba estaba la vivienda que le llamábamos por ser un terreno bastante grande la Ponderosa, donde los últimos inquilinos fueron los Florencios que vinieron de Melilla. Buenos tiempos aquellos. Allí nos criamos unos pocos de vecinos caballas y tengo que añadir que existía un pozo donde la tradición decía que quien bebiera agua del mismo no se casaba ni tenía niños, ya que teníamos el mayor promedio de parejas sin niños y de solteras. Conmigo se rompió la estadística. Y digo todo esto porque aunque se cabree algún que otro naturalista los niños del patio teníamos una afición. Cuando se le ocurría visitarnos alguna rata eran sacadas del patio a patadas y la verdad sea dicha con buena técnica. Aunque nos llamaran muchas veces salvajes los mismos vecinos del patio. Buenos tiempos de hermandad.
Terribles noticias desde la localidad de Tetuán, y es que el director del centro hospitalario…
Las novedades que la plataforma de pagos Bizum trae para el 2025, sin duda, cambiarán…
El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, ha convocado para este jueves 28 de…
El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta dejó visto para sentencia…
En esta jornada marcada por el desarrollo de cuantiosos actos para conmemorar el 25N y…
Instituciones Penitenciarias de Ceuta ha sido galardonada este lunes con el VIII premio María Miaja…