El pasado, la ONU y el caradura

El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha pedido explicaciones a España sobre las actuaciones que se están llevando a cabo en las vallas, sobre las expulsiones y sobre lo acontecido el pasado 6-F, fecha fatídica para todos que terminó con la vida de 15 personas.

La ONU hace bien en pedir explicaciones. Es, ya no su derecho, sino su obligación. Cuanta más transparencia se tenga, cuanta más información se recopile, cuanto más se estudie un fenómeno tan complejo como el de la inmigración, mejor se sabrá abordar este asunto. La ONU pide, pero la ONU también debe conocer y reflexionar. Conocer es saber cuáles son las fronteras sur de Europa, en qué estado deja la Unión a España en general y a las ciudades de Ceuta y Melilla en particular para hacer frente a los intentos de entrada masivos de miles de personas que huyen de una miseria causada por la propia Europa. Es la pescadilla que se muerde la cola, es el círculo de la vergüenza: organismos internacionales piden explicaciones sobre un terreno rodeado de muros que se ha creado de tal forma para frenar el problema que los países desarrollados han generado. La ONU exige: bien, ¿pero la ONU ofrece alguna alternativa, algún medio, algo para saber cómo actuar ejerciendo un papel que la propia Europa demanda? La ONU habla ahora, dejando atrás el pasado de odio a España que representó la comisaria Malmström. Sus ataques, su posicionamiento contra las fuerzas de seguridad y su negativa a conocer las vallas fueron su tarjeta de presentación. Nunca se le escuchó siquiera hablar de cómo Europa ha financiado durante años ­–y lo sigue haciendo– la política del ‘dejar hacer’ que lleva a cabo Marruecos. Nunca. Lo fácil es dirigir ataques porque sí, utilizando para ello episodios puntuales como el 6-F que, por cierto, están siendo investigados al detalle de forma profesional por un juzgado de Ceuta. Nadie aquí está tapando nada, nadie quiere pasar página, nadie quiere moverse al margen de la ley; pero hay que cumplir los plazos para dejar de opinar, valorar e intervenir cual pollos sin cabeza.
Europa no se ha preocupado nunca en establecer normas, protocolos, medidas de actuación... en ser clara sobre los problemas migratorios. La ONU y otras entidades se han posicionado solo cuando la presión mediática manda. Son momentos éstos en los que salen a escena los oportunistas, pero también los caraduras. Cómo no, tenía que tener su espacio el secretario general de los socialistas ceutíes.
El que ya se cree presidente de Ceuta debería tomarse muy en serio eso de recuperar la memoria. Confiamos en que sus manifestaciones obedecen a eso, a que pierde conocimientos por el camino. Lo opuesto, es decir, creer que incurre en errores de forma deliberada sería demasiado grave. El señor Carracao se permite el lujo de manifestar en un programa de televisión que si su partido pide ahora un protocolo para las fuerzas de seguridad en la valla y no lo hicieron antes cuando gobernaban es porque en ese momento “no teníamos ese problema de presión”. Que diga esto un secretario general del PSOE y exasesor de la Delegación es grave. Muy grave.
Si realmente trabajaba al lado de Fernández Chacón (cobrar sí lo hacía) tenía que ser consciente de las entradas masivas bordeando el espigón del Tarajal que se produjeron en ese momento. Precisamente por la misma zona en la que ocurrió la tragedia del 6-F. Si realmente se enteraba de lo que pasaba en la Ceuta que dice defender, tendría que recordar las entradas de inmigrantes por la valla ocurridas en época de gobierno socialista, la muerte, desangrado en las concertinas, de un subsahariano (usted era asesor) o el primer intento de entrada masivo que se produjo, también con el PSOE en el Gobierno, cuando Jerónimo Nieto era delegado. ¿No se acuerda de los inmigrantes que fallecieron en 2005 de disparos en la espalda?, ¿tan fácil resulta olvidar todo esto?
Hay, sí que hay, demasiados episodios de presión fronteriza terrestre ocurridos con gobiernos socialistas y con Carracao de asesor en la Delegación. ¿Y ahora viene a decir, cual caradura, que no llevaron a cabo un protocolo porque no existía dicha presión?, ¿pero sabe usted que los guardias civiles llevan aplicando la misma forma de proceder desde el año 2005?
Ejemplos así dicen muy poco de quien enarbola la bandera de la política basada en la búsqueda de mejoras para Ceuta y en la consecución de logros. Obviando la gestión reciente, colocándose delante de un micrófono para mentir o para hacerse el tonto, poco se arregla. Y menos en algo tan complejo como la inmigración que no admite colores políticos, ni críticas bajunas, ni opiniones sin sentido, ni venganzas o ánimos resentidos.
Claridad, investigaciones, transparencia... ésas son las únicas claves para encauzar una problemática en torno a la cual demasiadas personas y entidades están siendo oportunistas. Lástima.