Casi siete años después de adjudicar la Ciudad los primeros trabajos, el que durante décadas fuera vertedero de Santa Catalina está a punto de estrenar nueva imagen ya reconvertido en parque periurbano.
Sobre los terrenos en los que llegó a levantarse una monumental montaña de residuos urbanos con cotas de hasta 40 metros de altura discurrirán senderos y recorridos peatonales, salpicados de espacios lúdicos y especies vegetales. Un giro de 180 grados que verá la luz en apenas un mes, según los cálculos de la dirección del proyecto que encabeza Jorque Chaves, arquitecto municipal. El jefe del Ejecutivo local, Juan Vivas, visitó ayer el que está llamado a convertirse en nuevo espacio verde de la ciudad. Recorrió los principales espacios recuperados y se detuvo en comprobar los avances de una obra que apura sus últimos flecos tras una inversión global de 9,5 millones de euros y ejecutada en dos fases. La primera de ellas, posterior al cierre definitivo del vertedero en 2002 para cumplir las exigencias medioambientales que dictaba la Unión Europea, se tradujo en el sellado definitivo del vertedero. Los trabajos, entre mayo de 2010 y octubre de 2012, obligaron a trasladar hasta 310.000 metros cúbicos de residuos acumulados y absorbieron 8,3 millones de euros, financiados en un 80 por ciento con Fondos Feder. La segunda etapa se licitó en diciembre de 2013 y las obras, las que están a punto de concluir, arrancaron seis meses después gracias a una inyección económica de 1,2 millones de euros. Vivas celebró tras la visita que el Parque Periurbano que se alzará junto al cementerio confirme la culminación de un proyecto “muy importante desde el punto de vista medioambiental y paisajístico, que es además el resultado de un esfuerzo notable económico pero continuado en el tiempo”. Un “salto de calidad para disfrute de los ciudadanos de Ceuta” que le hizo retroceder en el tiempo para recordar cómo esos 80.000 metros cuadrados transformados ahora en zona verde fueron “un vertedero de 80 años de antigüedad que impactaba de manera negativa en el paisaje de Ceuta, en una zona tan emblemática como el Monte Hacho”. Ésa era, destacó, la estampa que recibían los visitantes “como fachada marítima, algo que además desde un punto de vista medioambiental suponía incumplir la normativa, ya que era un vertedero ilegal” que implicaba un serio riesgo de que originase una catástrofe contra el entorno natural. Aquel escenario que Vivas calificó ayer de “insostenible” fue el que puso a funcionar la maquinaria administrativa para recaudar fondos y licitar las obras que han permitido regenerar la zona. El resultado, a juicio del presidente, será “un parque característico, que ofrecerá unas vistas espectaculares del Estrecho y de la orilla peninsular” y que, auguró, fomentará el disfrute ciudadano de un “paseo extraordinariamente atractivo”. Cuando abra sus puertas en menos de 30 días, al trazado definitivo sólo le restará incorporar una pasarela que conectará el recinto con la parte alta del Hacho, facilitando el enlace con los paseos peatonales del monte, y que está pendiente de modificaciones técnicas por parte de una dirección facultativa a la que Vivas atribuyó haber realizado un “trabajo extraordinario”. El nuevo Parque Periurbano de Santa Catalina se suma así al catálogo de infraestructuras de la Ciudad con sus 45.000 metros cuadrados. Sobre ellos, cuatro kilómetros de caminos entrelazados, sobre pavimento o terreno arenoso, salpicados por bancos y hasta ocho plataformas circulares temáticas enfocadas hacia la práctica de deportes y senderismo. En las labores de construcción se han reutilizado 500 metros cúbicos de piedras originarias del entorno. El manto verde que cubrirá el recinto, aún por sembrar, se extenderá sobre 15.000 metros cuadrados de hidrosiembra y 5.000 metros de césped, adornados con hasta 21.000 arbustos, mil palmáceas y 230 ejemplares de árboles. La empresa adjudicataria ha apostado por la implantación de especies autóctonas como el pino canario, romero, jara o lavanda. También se han reubicado palmeras trasladadas desde el Morro. Se cumple así la predicción que ya realizara el propio presidente de la Ciudad, quien en la visita anterior realizada sobre unos terrenos aún en primera fase de trabajos auguró, en verano del pasado año, que Ceuta estaba a punto de sumar un “pequeño oasis” o, como le sugirió entonces la consejera de Fomento, Susana Román, que también le acompañó ayer, un “segundo Parque Marítimo”. El proyecto incluye también la habilitación de miradores y zonas de sombra.
La puesta en valor del ‘garitón’
La recuperación del antiguo vertedero también ha reservado espacio a la puesta en valor del patrimonio histórico. Al pie de uno de los caminos por los que discurre el trazado peatonal se alza el ‘garitón’, fragmento de las antiguas fortificaciones del conjunto monumental del Hacho y con siglos acumulados en sus sillares. Según el catálogo de Bienes de Interés Cultural, su estado era de “ruina progresiva”, de ahí que se le haya concedido el máximo grado de protección en la rehabilitación (en el cuadro inferior, estado antes de las obras).