Las previsiones anunciadas por el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, en la apertura del parque de San Amaro se verán cumplidas, ya que la intención de los responsables del proyecto de remodelación de esta emblemática zona es la de abrir sus puertas al público el próximo viernes día 29, coincidiendo con el puente de Todos los Santos. A falta de los últimos remates, como la plantación de ciertas especies vegetales y la señalización que las describa o la colocación de la fuente de los hermanos Nicoli, todo está ya preparado para su apertura, después de casi un año de un proyecto que pretendía devolver todo el esplendor a una zona que, en los últimos años, se ha visto lo suficientemente abandonada para que fuera necesario acometer un plan integral de remodelación.
El pistoletazo de salida de las obras tenía lugar en noviembre del pasado año con la demolición de la cafetería, durante años ubicada en la entrada del parque. Posteriormente, comenzaba la ejecución de la reforma que, en palabras, de su autor, el arquitecto Ángel Moreno tenía unas pretensiones claras: la de mantener el espíritu de entorno natural, pero siempre bajo el prisma de zona de ocio y disfrute para las familias.
El proyecto ha acometido una reforma integral de la zona de acceso al parque, donde se ha habilitado una plataforma en torno a la cual se han construido diferentes elementos como la zona de juegos infantiles, una de las fuentes ornamentales y aseos públicos.
En un espacio superior, el paseo discurre a través de amplias zonas verdes y esculturas, además de fuentes. En este tramo se ha demolido la antigua jaula de los monos para ser sustituida por jardinería.
El tercer tramo, el más afectado por los desprendimientos provocados por las lluvias, ha sido totalmente pavimentado.
La actuación se ha acometido sobre un 10% de la superficie del parque de San Amaro, cuya totalidad abarca los 20.000 metros cuadrados. Las especies se han agrupado en varias zonas Una de las actuaciones más relevantes acometidas en la rehabilitación del parque se ha centrado en la recuperación de las especies vegetales que alberga San Amaro. Una empresa de jardinería se encargó de valorar aquellas especies susceptibles de ser conservadas en base a su riqueza ecológica. Entre ellas dos araucarias que coronan la entrada al recinto y que se han conservado en base a su gran valor ecológico. Otro de los trabajos ha consistido en agrupar, por zonas, las mismas especies vegetales, entre ellas las yucas que se encontraban dispersas por toda la zona. Homenaje a artistas locales Cuatro esculturas decorarán el renovado parque de San Amaro. La Ciudad ha querido rendir homenaje a artistas locales y por ello, dos de las imágenes que ya se han ubicado en el recinto son autoría de la escultora ceutí Elena Laverón, ambas con motivos de animales. Otra de las ornamentaciones, que se ubicará prácticamente a la entrada del recinto es la fuente de los hermanos Nicoli para cuya rehabilitación ha sido necesario desembolsar una partida de 6.000 euros. Accesos El acceso a la zona donde habitan los ciervos ha sido remodelada, sustituyendo el viejo puente por otro de madera, más acorde con los elementos que ahora decoran el parque.
Aunque en la zona superior no se ha ejecutado ninguna actuación, en un futuro la Ciudad podría poner en marcha un segundo proyecto que termine de reformar la vasta superficie que comprende San Amaro. Monolito a la conquista portuguesa San Amaro tiene su origen en el siglo XV cuando esta vaguada ya se empleaba como zona de ocio y recreo durante la época portuguesa de la ciudad. En esta área se fundó una de las ermitas de mayor tradición local que recibió el nombre de San Amaro.
La necesidad de suministrar agua a la ciudad impulsó el desarrollo de este parque, y a principios del siglo XVIII se construyeron las antiguas balsas, época de la que también se supone la fuente de la Teja.
Precisamente del desembarco portugués en nuestra ciudad también quedará constancia en el recinto, ya que a su entrada se ubicará un monolito en conmemoración de la entrada de los portugueses a través de la playa de San Amaro. Elementos Al redactar su proyecto, el arquitecto Ángel Moreno quiso dejar constancia para el futuro de las cinco esencias más características de nuestra ciudad: los vientos de poniente y levante (que se reflejan en los dos cerramientos de acceso al recinto); la vuelta al Hacho (que se trasladará a una fuente que, como muestra la imagen, reconstruye el recorrido del monte y cuya profundidad quiere recordar los acantilados que bordean esta zona); la ‘Mochila’ con la escultura de la familia; y la subida a San Antonio, que el arquitecto ha reflejado en un puente de madera, totalmente reformado, que accede a la zona donde habitan los ciervos. La naturaleza en la ciudad Si el proyecto ha hecho hincapié, entre otras cuestiones, en el fluir del agua, en la imagen se puede apreciar una de las fuentes más imponentes que a partir de ahora albergará San Amaro. Se trata de una construcción que ha sido diseñada para la caída del agua en cascada.
Además, se ha acometido la reconstrucción del cauce natural del arroyo que discurría por el parque, a fin de evitar las inundaciones en época de fuertes lluvias. Exotismo en pleno parque El toque exótico a la reforma de San Amaro lo pone un jardín árabe a imitación de aquellas zonas verdes tan apreciadas por los musulmanes que dejaron su cultura en nuestro país a lo largo de los siglos.
El jardín se ubica, además, como zona de separación entre el primer y el segundo tramo del parque y se distribuye a lo largo de dos hileras de palmeras. Entre ambas se ha construido una serie de estanques a lo largo de los cuales discurre el agua, uno de los elementos en los que más hincapié se ha hecho a la hora de diseñar el futuro y renovado recinto.
La presencia del agua también se puede apreciar en numerosas fuentes a lo largo y ancho del parque de San Amaro. De las dos fuentes existentes, una ha sido demolida y la otra, la de Nicoli está en proceso de restauración, aunque se prevé que esté concluida en los próximos meses.
Las fuentes se completan con tres nuevos surtidores, además de haberse incluido pequeñas fuentes de agua potable distribuidas durante todo el recorrido del parque.
En cuanto a la iluminación, se ha planteado dos zonas bien diferenciadas en cuanto a intensidad. Por un lado, a la entrada focos potentes, mientras que en la zona superior se habilitará una ambientación más tenue. Una escultura con tradición Si existe una festividad tradicional en Ceuta, ésta es, casi sin lugar a dudas, la celebración de la Mochila que congrega a los ciudadanos durante el 1 de noviembre en los montes ceutíes. El parque de San Amaro, emblemático lugar donde hace años muchos se reunían los ceutíes para festejar esta tradición, también rendirá un homenaje a la ‘Mochila’ albergando una escultura, obra de los hermanos Pedraja, que escenifica una familia (integrada por padres y dos hijos) de una altura de 1,90 y 1,80 metros cada uno de los progenitores.