El Papa saluda a peregrinos de las Diócesis de Cádiz y Ceuta

El Papa se ha dirigido a una serie de peregrinos de las Dióceseis de Cádiz y Ceuta que se encontraban en la Plaza de San Pedro. Después del Ángelus, el Papa ha dirigido un saludo especial “a los españoles procedentes de las diócesis de Orihuela-Alicante, Jerez de la Frontera, Cádiz y Ceuta”, que se hicieron notar con entusiasmo en medio de la multitud, provocando un segundo saludo del Papa. Los de Alicante-Albacete añadieron un enorme cartel con la frase “Tu eres Pedro”. Al final, un grupo de peregrinos lanzó docenas de globos de colores, que multiplicaron el ambiente de fiesta.
Recordando que el mandamiento de “No matarás” abarca no sólo a la vida sino también la buena fama, el Papa ha advertido este domingo que “no hay que atentar contra la vida del prójimo, pero tampoco volcar sobre él el veneno de la ira o golpearlo con la calumnia”. En su saludo previo al Ángelus, el Papa ha comentado unas palabras de Jesús: “habéis oído que se le dijo a los antiguos: ‘No mataras’, pero yo os digo que todo el que se llene de ira contra su hermano será reo de juicio”.
Al margen del texto, y de modo todavía más coloquial, el Papa ha añadido: “aquí se dice que cuando una persona tiene lengua de serpiente, sus palabras matan”. Comentó también que “murmurar llena el propio corazón de amargura”, y aseguró que “si uno de nosotros hace el propósito de evitar la murmuración, se hará santo”.
Para remachar la idea, el Papa preguntó a las cincuenta mil personas, “Vosotros, ¿queréis ser santos? ¿Sí o no?”. Ante la vigorosa respuesta afirmativa y la promesa de evitar la murmuración, el Santo Padre confirmó satisfecho:   “Entonces, ¡estamos de acuerdo!”.
El Evangelio del día presentaba un curioso paralelismo con un fenómeno del comienzo del pontificado del Papa Francisco. Como Jesús de Nazaret aumentaba la exigencia de las normas éticas al mismo tiempo que disminuía la rigidez de las normas rituales, algunos judíos observantes le acusaban de abandonar la doctrina.