El nuevo giro de las almadrabas

Los resultados obtenidos en beneficio de las especies de tetrápodos marinos en relación a las instalaciones almadraberas en Ceuta han sido muy desiguales y, en cualquier caso, insuficientes. Por una parte, hay una empresa con interés en colaborar con la causa de la conservación, dando pruebas consistentes de ello (estamos seguros por tanto de que continuará colaborando con la sostenibilidad de sus infraestructuras pesqueras), y por la otra, nos encontramos con una empresa cuya colaboración se ha limitado al transporte de un rorcual que murió enmallado en sus artes. Esta ciudad tiene que entender, de una vez por todas, que su medio marino es un ámbito estratégico en su desarrollo y que debe cuidarlo y conservarlo en las mejores condiciones. Una almadraba bien establecida, modernizada y potenciada de la manera adecuada es un bien de interés económico y cultural para nuestra ciudad, que tiene interesantes derivaciones hacia diferentes aspectos de la sociedad. Sin embargo, un sistema de redes obsoleto y que asesina impunemente a multitud de peces sin valor pesquero (peces luna por ejemplo, y también tortugas marinas) no merece seguir existiendo. Como ya comentábamos en otros artículos anteriores sobre este mismo asunto, los valores socioeconómicos y patrimoniales de las almadrabas son incuestionables pero también tendrá que alzarse la voz de la conservación por encima de la depredación inútil, absurda y suicida del medio marino para que unos pocos ganen algo de dinero con esta actividad. En estos últimos días nuestra asociación ha enviado varios escritos al Ministerio de agricultura, alimentación y medioambiente solicitando un informe de sostenibilidad de nuestra costa, para conocer la opinión de los científicos pesqueros en relación a la capacidad de nuestra costa para albergar instalaciones almadraberas. Las capturas pueden justificar un nivel de actividad pesquera en una instalación almadrabera, pero tendrán que evaluarse los daños que hipotequen los propios recursos pesqueros en el tiempo. Dicho de otro modo, cuántas instalaciones pesqueras de estas características puede sostener nuestro litoral sin que se dañe el equilibrio pesquero. Otro escrito también elaborado por nuestra asociación proponía la elaboración de un plan de vigilancia ambiental de la o las almadrabas ceutíes que asegurara la preservación del patrimonio natural marino más amenazado por ellas, las poblaciones de tetrápodos marinos y, en particular, las tortugas marinas que sufren más contundentemente las pescas accidentales por parte de estas infraestructuras. Deseamos que se establezcan las industrias pesqueras que sean posibles y compatibles con el medio marino, y también estamos implicados en fomentar el arraigo de lo que todavía queda de nuestras tradiciones ancestrales. La pesca es posiblemente la más genuina y sobre todo la que más posibilidades tiene de adaptación a los nuevos tiempos. Lo cierto es que estamos encontrando cierta colaboración por parte de la administración y por parte de una de las empresas, pero no terminamos de ver interés genuino por esas propuestas. Asuntos tan trascendentales como este, que tienen que ver con los recursos que nos sostienen como seres humanos, no se pueden tratar a la ligera y no deben venderse al mejor postor, o simplemente porque en momentos de crisis económica vale todo con tal de hacer algo de dinero. Esta alocada sociedad tiene que encontrar algo de tiempo para reflexionar sobre las cosas que se hacen y las actividades que se emprenden y con que finalidad.
No se puede agredir al medio marino sin sufrir las consecuencias de estas actuaciones a medio y largo plazo. La razón utilitaria es la que estamos invocando en el sentido de no tirar piedras contra nuestro propio tejado, destrozando el tejido natural necesario para tantas cuestiones prioritarias para el ser humano.
Sin embargo, hay otras razones de ámbito más humano y ético que tienen que ver con no destruir ningún recurso que no nos va a alimentar, aunque esto se realice sin intencionalidad.
Masacrar poblaciones, aunque esto se haga de forma accidental y sin intención de hacer daño, no exime de responsabilidad a los que promueven este golpe al patrimonio natural.
No será por falta de información, ni tampoco por ausencia de interés de nuestra asociación en intentar mejorar las relaciones de las instalaciones almadraberas con el medio marino ceutí. Por lo tanto, si después de todos estos esfuerzos las almadrabas continúan en su inercia de desinterés y banalización sobre las víctimas colaterales de sus actividades, habremos perdido el tiempo de encontrar puntos de encuentro interesantes y fructíferos para una futura colaboración.
Nuestra petición en relación a los tetrápodos marinos trata de salvar, sobretodo, las vidas de numerosas tortugas marinas que quedan enmalladas en las artes almadraberas. Pero, está claro que, además, pretendemos obtener información sobre otras especies avistadas y que entran accidentalmente en el copo.
Algunas tortugas muertas y silenciadas y al menos un rorcual aliblanco que apareció en elevado estado de descomposición y que tenía claras marcas de haber estado fondeado en una de las almadrabas, nos indica la falta de respeto que hay en este tipo de colectivo para con estas especies, y que la colaboración está solo en niveles muy incipientes y además necesitada de motivaciones.
Este estado de desinterés o quizá la falta de coordinación y dirección necesarias de los que tienen el mando en las infraestructuras flotantes, nos crea inseguridades y presagios nada halagüeños sobre el estilo y el nivel ético de las actividades pesqueras generadas en las almadrabas caladas. Por ello, seguimos abiertos a la colaboración con este sector pero también cada vez más precavidos y alertas ante posibles incumplimientos de los acuerdos establecidos.
Por todo ello, hemos solicitado que se conceda una sola instalación almadrabera en Ceuta y que el permiso este condicionado a los cumplimientos establecidos por el propio Ministerio y sobre todo de acuerdo con la leyes de patrimonio natural y de conservación de las especies de tetrápodos marinos. Entendemos que si existe una sola instalación de estas características será mucho más fácil trabajar con ella en las labores de concienciación necesarias para ir preparando las mentalidades del sector almadrabero ceutí hacia la causa de la conservación.