El Montesa acoge a los futuros tenientes de Caballería

Comienza una nueva semana en el Regimiento de Caballería Acorazado “Montesa” Nº 3. Lunes 7:40 de la mañana, el personal de los escuadrones se va agrupando en el Patio de Armas para la primera formación. De entre toda la actividad de un lunes cualquiera, de una semana cualquiera, hay algo que me resulta extraño. “¡Es verdad!”, pienso dándome cuenta, “hoy llegan los cadetes”.

Los dos Caballeros Alféreces Cadetes (CAC) de quinto curso, Ramos y Bonelli, miran con ojos curiosos todo el trasiego a su alrededor y no saben muy bien dónde ir, ni con quién. Cuando nos ven llegar parecen tranquilizarse, sobre todo al ver las caras conocidas del Tte. Román y la Tte. Valdivia que fueron sus instructores durante el Campamento.
Mientras nos dirigimos a la formación voy haciendo un repaso mental al apretado programa que la PLMM y los Capitanes de los Escuadrones han diseñado para los Alféreces Cadetes coordinado con la ACAB.
De lunes a miércoles tendrá lugar la competición local de Pentatlón Militar de la Plaza y el Regimiento está encargado de organizarlo. La Pista de Aplicación y el Lanzamiento de Granadas, a cargo de los escuadrones, lunes y martes por la tarde, con lo que los cadetes se darán cuenta que las actividades no tienen por qué acabar con la jornada laboral. Por otro lado, se encuentra en el Regimiento la Unidad Móvil de la AALOG 21 de Sevilla realizando las tareas de mantenimiento de Tercer Escalón en nuestros vehículos; así que desde las 7:30 de la mañana tenemos gente apoyando su trabajo.
Pero no todo es instrucción, adiestramiento y logística; la vida diaria y nuestras obligaciones como Mandos nos meten de lleno en la evaluación de los subordinados mediante la realización de los IPEC,s (Informe Personal de Calificación) y la participación en las distintas y numerosas Juntas de Evaluación. Además, en un horizonte bastante cercano, llega la Revista Técnica anual que hace de la semana siguiente un torbellino de reuniones previas para su organización.
El lunes los Alféreces estarán con el Escuadrón Ligero Acorazado y sus Tenientes aprovechan para enseñarles las instalaciones del acuartelamiento “Coronel Galindo”, sede del Montesa y reconocer la zona del Campo Exterior de Ceuta y demás unidades e instalaciones de la Comandancia General de Ceuta.
Llega el martes y los Alféreces Cadetes forman a primera hora para realizar la Instrucción físico-militar con el Escuadrón de Carros, que implica las cincuenta extensiones diarias, cantar nuestro Espíritu y distribuir al personal (guardia de seguridad, cuarteleros y apoyo a los trabajos de la Unidad Móvil).
El miércoles forma el escuadrón con nuestro típico mono de carrista: tenemos Instrucción Continuada en la que realizaremos una marcha acorazada hasta la pista de La Lastra. Debido a los trabajos de la Unidad Móvil de la AALOG 21 solo saldrán cuatro de los carros.
Nada más salir del Acuartelamiento llega la primera sorpresa, se dan cuenta que los carros tienen que atravesar la ciudad para llegar a la zona de instrucción. Tráfico por calles estrechas, coches aparcados, peatones y vicisitudes propias de una ciudad en plena ebullición a media mañana. Nuestro conocimiento de los pasos complicados, la ayuda de la Policía Militar y la Policía Local que nos escolta, la pericia de nuestros conductores y la paciencia y comprensión de la población, hace que lleguemos a la zona prevista sin ningún contratiempo.
La jornada sirve para que los Alféreces conozcan el funcionamiento de los Escuadrones de Carros de la Caballería y participen en este adiestramiento que nos hace capaces de realizar temas tácticos, llevar los carros con velocidad, encontrar desenfiladas y hacer prácticas de recuperación con el CREC Búfalo en un espacio tan reducido.
En el alto para comer y como siempre: compañerismo, anécdotas, bromas, chascarrillos y mucho espíritu militar.
La tarde se aprovecha para realizar un recorrido táctico de pelotón con el fin de instruir a los jefes de carro y tiradores del mismo en el manejo de los medios de visión diurnos y térmicos. Para ello a lo largo del recorrido se encuentra distribuido y convenientemente mimetizado personal a pie del escuadrón equipado con armas contracarro. La finalidad es que con el correcto barrido de los sectores entre el jefe y el tirador se localicen rápidamente dichas armas contracarro. Al final del recorrido se encuentra la mayor amenaza: un carro en desenfilada; la máxima es “El que ve primero, dispara primero”.
Al día siguiente, los Alféreces estuvieron de nuevo con el ELAC y realizaron una marcha mecanizada con los TOA,s SPIKE y los VEC,s. Por la tarde pudieron asistir a otro de los actos tradicionales de nuestra plaza: el solemne Arriado de Bandera en la Comandancia General de Ceuta situada en la plaza de África, en pleno centro de la ciudad.
Para finalizar su estancia en el Regimiento formaron, como uno más, al frente de una sección de desfile en el acto de Unificación de Orden Cerrado y entrega de diplomas de Cazadores del Mes y Cazadores del Montesa que tuvo lugar en el Patio de Armas del Acuartelamiento. Posteriormente se les entregó de mano del Coronel y en el Salón del Estandarte, una Bandera de Percha del Montesa a cada uno.
La semana siguiente viajarán a Zaragoza, al Grupo de Instrucción de Unidades Acorazadas (GIUACO) para continuar con su formación como Oficiales de Caballería. Espero que esta semana en nuestro Regimiento, el Montesa, haya significado aprendizaje y experiencia, y que en pocos meses puedan poner en práctica en sus unidades de destino, quién sabe si quizás en Ceuta de nuevo.
¡Mucha suerte!