El Momo de la libre designación - Cuando las órdenes (de los) generales se burlan de las leyes....

MOMO, ¿cómo qué momo?. En la Edad Media, entre las diversiones del estamento nobiliario destacaban los desfiles, los bailes, los juegos, los torneos y espectáculos varios, donde se preparaba especialmente al artificio visual, a la música y al vestuario. Sin entrar en más adjetivos, que para eso podéis buscar “teatro medieval” en los principales buscadores de la Internet, uno de los espectáculos teatrales más característicos del siglo XV fue el momo, donde participaba toda la corte, desde los señores feudales hasta los sirvientes más modesto, incluyendo peluqueros, albañiles, conductores, motoristas... (Perdón, no había motoristas en aquella época, un lapsus).
El momo de la libre designación es, sin embargo, a día de hoy una de las representaciones más populares de las interpretadas en la benemérita corte de Guzmán El Bueno 110, en las zonas, comandancias, centros de formación y castillos de rango similar. Y es que en la Guardia Civil hoy se usa y se abusa de la libre asignación de destinos.
La provisión de destinos por libre designación, se define precisamente porque son con carácter excepcional y de especial idoneidad. Pero es un hecho que especialidades enteras y una mayoría abrumadora de empleos, por el hecho simplemente de serlo, están en este saco.
Pero vamos someramente a desgranar las partes principales de este generoso momo, recurso que nos valdrá para llamar la atención sobre su desarrollo, porque todos tenemos en mente aquella sentencia del Cuerpo Nacional de Policía donde sobre la supresión de la libre designación de forma masiva, que por su cercanía administrativa nos acucia la razón.

LA MÚSICA PRINCIPAL
Como música principal, suena la Ley 42/1999 de Personal del Cuerpo. Esta sonatina establece que las vacantes de libre designación deben ser por empleos para oficiales generales. Así como aquellos que se determine reglamentariamente (art. 72.1)

EL BAILE
Nos vamos al reglamento, el Real Decreto 1250/2001, donde además de para oficiales generales, el baile añade a los coroneles y tenientes coroneles con mando de unidad, y el jefe de estudios de academia. Así como aquellos que se definan por Orden Ministerial.

LOS DISFRACES Y ATUENDOS EXTRAORDINARIOS
Vamos a buscar a la Orden Ministerial. La Orden Ministerial en cuestión es la de 19 de agosto de 1987, para más inri derogada por el reglamento de destinos. La disposición derogatoria del reglamento dice que queda derogada la orden y cuantas normas inferiores se opongan.
Pero leyendo el preámbulo de la Orden Ministerial de 19 de agosto de 1987 sobre destinos (hoy derogada por el reglamento 1250/2001) observamos que el argumento de su existencia es cambiar la Orden Ministerial de 8 de abril de 1986, que regulaba los destinos de forma provisional por la entrada en vigor de la Ley 2/86 de fuerzas y cuerpos de seguridad.
Esta Orden Ministerial de 1987 deroga a su vez a la anterior Orden Ministerial de 1986, pero ocurre que la orden ministerial de 1987 está derogada en 2001.

RECITAL POÉTICO
En forma dialogada, nuestro momo culmina con un recital poético. Es la Orden Ministerial de 8 de abril de 1986, que da una solución provisional a los destinos. Vamos un poema. Si bien está derogada, esta orden a su vez delega en la normativa del Ministerio de Defensa, otro poema, y en la clasificación de las vacantes de la Orden General del Cuerpo número 116, de 13 de noviembre de 1985. La orden, como hemos dicho, está derogada por la Orden Ministerial de 1987, que a su vez también está derogada por el Reglamento de Destinos. Y de puente a puente, tiro porque me lleva la corriente…

EL BESO FINAL
Los momos solían acabar con un orgulloso baile entre el ganador del torneo y la dama principal de la corte. Y el ganador del torneo es la Orden General del Cuerpo número 116, de 13 de noviembre de 1985, parece que está viva y coleando.  Se aplica para sostener las vacantes de libre designación, a falta de orden ministerial sobre destinos de libre designación, que no hay. Y todo, sálvenos Dios, pese a que sus normas de rango superior han ido derogándose, en una encadenada y sucesiva ordalía de tan medieval entramado jurídico, cuyos perjudicados, al final, vienen siendo los guardias civiles, de cualquier categoría, que honradamente hacen su trabajo cada día.
Espero que con esta reflexión, como a modo de momo y sin aliterar la razón, os sirva para poner las íes sobre los puntos, sobre todo cuando uno no sabe por qué te destinan y punto.