El momento de Caballas I

¿En Ceuta existen diferencias sociales? ¿En Ceuta existe igualdad de oportunidades en el empleo? ¿En Ceuta existen problemas para acceder a una vivienda? ¿En Ceuta existen 11.000 parados? ¿Ceuta tiene la tasa de fracaso escolar más alta de España? ¿El amiguismo y el clientelismo se ha adueñado de la práctica común del Ayuntamiento? ¿La juventud tiene posibilidades de desarrollarse educativa y culturalmente en Ceuta? ¿Qué Ceuta queremos para el futuro? ¿El Gobierno de Vivas ha tenido escándalos sonados y otros que se han tapado?
Caballas es un proyecto creado hace más de dos años al observar que los derroteros que va tomando nuestro pueblo no  son precisamente los más idóneos para el futuro de Ceuta. Una ciudad sumida en una profunda crisis económico  en el sector privado desde hace más de una década. Un gobierno que no ha buscado ninguna solución a esa situación, es más en ocasiones ha sido participe en perjudicarla aún más, existen ejemplos y no uno, ni dos. En estos diez años hemos visto como algunas pequeñas empresas han cerrado y el dueño ha terminado trabajando en alguna empresa municipal. Empresas que no les iba del todo mal, que tenían 2 o 3 empleados que terminaron en el paro, pero claro es más fácil comer de la casa grande cada fin de mes, que preocuparse en pagar nóminas a los empleados, seguros sociales, etc. Un gobierno que en 10 años lo único que ha hecho es culpar siempre de todo lo malo a los técnicos, ellos son los que hacen y deciden según el Gobierno de Vivas. Y resulta que el escribiente mamporrero se dedica a escribir día si día también, que Aróstegui dejó una deuda de 5.000 millones de pesetas en 1991 en el Ayuntamiento.  Una minucia en comparación de lo que va a dejar Vivas. A finales de los 80 de empezaron a proyectar y ejecutar proyectos sabiendo que poco después vendrían los fondos europeos, y se financiaron con créditos para avanzar el trabajo (Hotel Puerta de África, pasos previos para la urbanización de la Gran Vía, Parque Marítimo del Mediterráneo y un largo etcétera), el escribiente mamporrero se olvida de que si se le echa actualmente la culpa a los técnicos, en aquella época se debería hacer lo mismo, y el principal técnico del área económica de Ceuta se llamaba y se llama Juan Vivas, algunos se empeñan en escupir para arriba sin darse cuenta que luego les cae encima, pero ‘donde no hay mata no hay patata’.
En estos diez años el paro se ha triplicado con creces pasando de poco más de 3.000 parados a 11.000. Escándalos como para llenar cuatro trenes: Barranco Piniers, Manzana del Pelotín… uy perdón del Revellín, viviendas del Sarchal (1 bloque de viviendas desaparecido), viviendas de DOLMEN (adjudicación polémica y cientos de ceutíes sin su ansiada vivienda), Caso Gordillo, Caso Facturas, Caso Ruido, Paco Paris (revista, certámenes culturales y un largo etcétera), empresas que se han levantado de la nada al todo en unos años prácticamente con un único cliente (la Ciudad), enchufes (hermanos, primos sobrinos, demás familiares y amigos), flores a precio de oro y cambiadas cada cuatro días, topiarias, fondos europeos malgastados (FEDER sobre FEDER), y un largo etcétera. Otra forma de hacer política es posible, y hacerlo peor es imposible. El otro día leía que Vivas decía que en El Príncipe se ha hecho un tercio de lo que hay que hacer, es decir de tres cosas una, pues no se ve, para mi que se refiere a un tercio de cero, que es cero, nada de nada.
Ceuta necesita convertirse en una ciudad de todos y para todos. Con igualdad de oportunidades, con igualdad en el empleo, con igualdad en el acceso a la vivienda, una ciudad igual a las del resto de España, una ciudad en la que las barriadas tengan servicios públicos y equipamientos urbanos equiparables al centro, una ciudad moderna en su conjunto y no sólo en una parte, una ciudad que se comunique a un precio razonable con la península, una ciudad en la que no nos cuesten más caros los productos por el precio del barco, una ciudad en la que todos tengan la oportunidad de estudiar en condiciones, una ciudad sin enchufismo, una ciudad a que mime a los turistas que vienen de Marruecos y que haga acciones reales de promoción en la península y otros lugares del mundo, una ciudad que realmente sea multicultural y no simplemente como discurso barato, una ciudad en la que todos convivamos y nos miremos de igual a igual, como hermanos, como vecinos… una ciudad… ¡necesita tantas cosas esta ciudad!