El pasado lunes, la Subdirección General de Acuerdos Sanitarios y Control de Fronteras, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, trasladó formalmente la autorización para el traslado del ejemplar hembra de mono negro de mangabey que permanece en el Parque de San Amaro. Esta mona ha sido solicitada por parte de una asociación llamada AAP Primadomus, con un santuario para animales exóticos en Holanda, cuyo destino final sería un parque botánico en París donde entraría en un programa de conservación y sería emparejada con un macho de su misma especie.
Según informaron desde el área de Sanidad Animal, dependiente de la Consejería de Sanidad y Consumo, esta autorización llega en virtud de la directiva europea 92/65/CE, una normativa europea que regula “las condiciones de policía sanitaria aplicables a los intercambios y las importaciones en la Comunidad de animales, esperma, óvulos y embriones no sometido”. Se permite el traslado “a un centro autorizado en base a esta directiva”.
La única condición que se establece es que se cumpla el anexo C de esta directiva, que establece las condiciones que debe cumplir el lugar para el que sea trasladado. Según informa AAP Primadomus en la carta que envió a la Ciudad Autónoma, son un establecimiento zoológico autorizado según la normativa europea, en concreto por la directiva 1999/22/CE.
De esta manera, ahora queda todo en manos de la Consejería de Medio Ambiente, que es la que debe decidir si va a autorizar o no el traslado. Según explicaron desde Sanidad Animal, la autorización del Ministerio de Medio Ambiente había sido enviada a Obimasa, cuyos técnicos tendrán que emitir un informe al respecto, según declaraciones de la viceconsejera de Calidad Ambiental, Celia de Miguel.
Sin embargo, De Miguel explicó que el miércoles aún no había entrado el informe procedente de Sanidad Animal a Obimasa, algo que se explica por los días en los que se está, por lo que posiblemente la semana que viene la autorización estatal ya esté en la Consejería de Medio Ambiente.