El malvado mercado

En estos días se lleva a cabo una campaña brutal de los medios de comunicación de tendencias izquierdistas en contra de la economía de mercado. Se utiliza un lenguaje claramente tendencioso utilizando los términos “especulador”, “ataque del mercado”, mercantilización de la sanidad o de la educación o de cualquier otra cosa, siempre como algo negativo. Radios como la Ser o Canal Sur, periódicos como El País, la vanguardia o el Periódico de Cataluña así como otros tantos medios locales o regionales introducen mensajes adoctrinadores sobre el sistema económico que nos ha permitido llegar donde hemos llegado, para lo bueno y también para lo malo con la colaboración intervencionista de los gobiernos. No solo lo hacen con programas de política introducen sus consignas incluso en programas de deportes o incluso de toros, culturales o de entretenimiento.
Por supuesto la mayoría de la gente que está preocupada por la actual situación, está dispuesta a admitir que la crisis tiene un sólo culpable así que está dispuesta a admitir cualquier explicación, cuanto más sencilla mejor. Por ello asume como propia la teoría de que el culpable es el mercado aunque no entienda muy bien que es y mucho menos como funciona. Lo último que nadie desea es reconocer que en parte somos todos y cada uno también un poco responsables de esta situación.
Sin embargo la verdad es que el mercado es la base de nuestro sistema económico e incluso político, el mercado es el que soporta nuestro sistema de libertades, lo contrario del mercado es el sistema de economía estatal ya fracasado en el denominado bloque soviético e incluso en China que ya no lo aplica, asociado siempre a una dictadura que aniquiló todos los derechos humanos y que, a pesar de esto, era idealizada por la izquierda Española como si fuera el paraiso.
Todos los Españoles, tengan el nivel de formación que tengan, conocen bien el funcionamiento del mercado, todos vamos a comprar alguna vez al Mercado de abastos, allí muchos vendedores que venden los mismos productos, en este caso alimenticios compiten por satisfacer las necesidades de los clientes, ofreciendo los mejores precios posibles de los productos mas demandados y lo hacen en libertad al igual que los compradores eligen en que puesto quieren comprar y lo hacen en libertad basándose en las posibilidades y los gustos de cada uno. En un mercado de abastos de una economía estatal no existía la libertad, ni del vendedor ni del comprador así que el vendedor vendía lo que le dejaban y el comprador compraba lo que había aunque quisiera otra cosa. Cuando en una economía de mercado un vendedor trata de abusar, bien sea en el precio, bien sea en la calidad o cantidad de los productos, el comprador deja de comprarle y acaba saliendo del mercado o reconduciendo su negocio, dando al cliente lo que quiere y al precio que está dispuesto a pagar. A día de hoy no existe ningún sistema de reparto de los bienes capaz de obtener la eficacia y eficiencia que se alcanza con el sistema de mercado, respetando además la libertad de las personas. Por supuesto cuando algún vendedor tiene la oportunidad de adquirir un producto mas barato de lo normal aprovecha su ventaja competitiva y obtiene una mayor cuota de mercado, porque por ejemplo ha obtenido mejor precio que los demás, pero de ello se aprovecharán los compradores, a esto se le llama especulación y si no se ha cometido ninguna ilegalidad, al contrario de lo que suele decirse, es beneficioso para la sociedad, porque suele evitar las grandes subidas y bajadas de precios. Lo que nuestros gobiernos no debían permitir bajo ningún concepto y en ningún mercado es la posición de ventaja de algunas vendedores o compradores que de forma ilegal obtienen esas ventajas competitivas, en definitiva, lo que estos hacen es acabar con el mercado, en él todos deben tener las mismas oportunidades.
Pero ahora hablemos del mercado financiero, ese que nadie parece entender, y al mismo tiempo parece ser el causante de la crisis actual. Pues bien, el mercado financiero funciona exactamente igual que el mercado de abastos, solo que lo que se vende es otro producto, se venden acciones de empresas, deudas de estados, deudas de particulares y lo que se denomina de forma genérica como valores. Cuando en un mercado de valores alguien compra, por ejemplo, deuda de un estado, espera a cambio obtener un beneficio. Pero entre los inversores, los hay de varios tipos, como es lógico, el que lo hace para darle una rentabilidad a sus ahorros, pero no quiere arriesgarlo, quiere tenerlo lo más seguro posible entonces recurre a los valores llamados “seguros”, tradicionalmente eran las deudas de los estados, sin embargo en la actual crisis, es justamente la deuda de los estados la que ha dejado de ser un valor seguro, por eso los que se dedican ahora a comprarla y teniendo en cuenta que deuda Griega, Portuguesa, Irlandesa, Italiana o Española han dejado de ser seguras, con lo cual si la compran quieren un mayor beneficio a cambio. Esto es lo que está ocurriendo ahora, pero ¿Porqué han dejado de ser valores seguros?. El despilfarro de los políticos de esos países unido a la irresponsabilidad de las entidades bancarias dando barra libre tanto al crédito público como privado ha hecho que los inversores tengan serias dudas sobre la devolución de la deuda de esos países, que en el caso de Grecia no es una duda sino una certeza, Grecia no va a devolver la totalidad de su deuda y los que la tienen saben que solo obtendrán una parte de ella, esto es lo que uds. habrán oído llamar “la quita”. Y al igual que en el mercado de abastos el que no ofrece lo que el cliente quiere o bien sale del mercado o bien se reconduce y ofrece lo que los clientes quieren, Grecia está ahora mismo fuera del mercado, mientras que España entre otros está tratando de reconducirse para volver a ser competitivo en el mismo.
En mi modesta opinión la excesiva intervención estatal en el mercado, en todos los mercados, incluido el financiero, a través de las cajas de ahorro, unido al enorme tamaño de algunas entidades bancarias que no ha sido limitado por las legislaciones de los diferentes estados ha permitido que los bancos irresponsables, no hayan salido del mercado, y además se están resistiendo a reconducirse, en mi opinión, vulnerando incluso la ley, por ejemplo todos los Bancos en España tienen sobrevalorados sus activos inmobiliarios y la contabilidad debe ser fiel reflejo de la realidad, cosa que no está ocurriendo y por tanto los inversores, como es lógico, no se fían de aquellos que tratan de engañar en su contabilidad, por eso aquello de que bajan las valoraciones de las agencias de rating, incluso en los valores de algunas entidades bancarias.
En cuanto a los especuladores dejemos claro que no son otros que gente como nosotros de todos los países del mundo que pone sus ahorros en los distintos fondos de pensiones, de inversión o de cualquier otro tipo e indudablemente no obtendrían los grandes beneficios que obtienen si no existieran dudas sobre la seguridad de las deudas estatales. Ellos no pueden inventar una realidad paralela durante mucho tiempo, simplemente las deudas de algunos estados no es segura y de eso se aprovechan, como por otro lado haríamos y de hecho hacemos cualquiera de nosotros. Y si lo que hacen es ilegal entonces estamos hablando de un delito que debería ser perseguido.
Espero que hayan comprendido, para finalizar, que no son “los malvados mercados”, los que limitan nuestra libertad sino que son por el contrario aquellos que nos están acosando desde todos los medios de comunicación para hacernos creer que los culpables no son ellos sino que son, esos entes malvados e irreconocibles llamados “mercados”. Son nuestros políticos los que a través de la intervención estatal quieren limitar nuestras libertades, pretenden tratarnos como a menores de edad incapaces de manejar nuestro propio dinero, nuestras propias decisiones y de paso aumentar su poder, es esto y no otra cosa lo que nos ha llevado a la situación actual. No nos dejemos engañar.