Búscome condena “la última agresión conocida en nuestra ciudad por violencia de género” y exige que la Ciudad “ active de una vez el Protocolo de Coordinación que debería de haber tenido desde que se implantó la Ley. Llevamos años esperando algo que nunca llega y que es de vital necesidad para la correcta actuación en los casos de violencia machista. Asimismo, reiteramos que se tienen que aumentar los cursos de formación y sensibilización, desde todos los ámbitos, para que no pasen situaciones que provocan la perpetuación del patriarcado y la desigualdad hacia la mujer”.
“En este sentido, aunque desde la asociación alabamos la rápida actuación de la policía local, lamentamos el tratamiento que desde el mismo se le ha dado a la noticia. Lo que ocurrió el 25 de diciembre no fue un caso de violencia en el ámbito domestico, sino de género. El agredido ha sido un hermano que fue en ayuda de su cuñada que estaba siendo maltratada por el marido y en presencia de los hijos. El agresor pegó a su mujer, el hermano fue en su auxilio”.
Búscome recuerda que “la Ley deja claro que el origen de la violencia contra la mujer no se debe buscar en los lazos familiares, sino en una discriminación estructural hacia la mujer. Es por lo que violencia de género y violencia doméstica se presentan para el legislador de la Ley Integral como dos fenómenos bien diferenciados. Sin embargo, la confusión entre ambas ideas ha imperado en la constante lucha contra la violencia de género. Esto ha respaldado el vértigo propio de los conceptos indeterminados y confusos, con sus pertinentes ramificaciones negativas”.
“Si hablamos de violencia doméstica existe el riesgo de que la violencia por causa de discriminación del hombre hacia la mujer, es decir, violencia de género, quede oculta tras otras formas de violencia, cuando verdaderamente existe un menoscabo a la dignidad de la mujer. El hombre maltrata a la mujer por el simple hecho de ser mujer, por eso hay que diferenciarlo del resto de violencia. ” concluye.