Queda mucho por saber de la operación llevada a cabo por Asuntos Internos de la Guardia Civil en la ciudad. De momento, escuchadas las declaraciones de los dos agentes que fueron detenidos el pasado miércoles el juez ha decretado su puesta en libertad con cargos. Contra ambos recae la acusación mantenida por Asuntos Internos de su presunta relación con un delito de blanqueo de capitales, ninguna otra. Ayer, tras su puesta a disposición judicial, los guardias -destinados en la Compañía Fiscal- fueron interrogados en base a las acusaciones que habían apuntado sus propios compañeros, artífices del arresto. Tras las escuchas se dictaron los autos de libertad con cargos.
Paralelas a las detenciones, los agentes de Asuntos Internos llevaron a cabo varios registros en viviendas propiedad de los detenidos. En el caso de uno de los agentes encontraron 24.000 euros y un contrato de compra-venta de una casa valorada en 100.000 euros de los que había aportado ya 90.000. En el caso de otro de los agentes no encontraron más de mil euros en su vivienda. Cantidades, todas estas, de las que se ha pedido justificación.
La Comandancia de la Guardia Civil en Ceuta ha sido informada de las detenciones permaneciendo ajena al desarrollo de las investigaciones y arrestos practicados. Los guardias de Asuntos Internos actuaron encapuchados. Asuntos Internos se equivocó de vivienda en uno de los registros Alguno podría incluir situaciones de este tipo en uno de los capítulos seriales de ‘Los hombres de Paco’, pero la cosa cambia cuando se trata de intervenciones reales como sucedió ayer. Y es que la información manejada por Asuntos Internos para desarrollar su actuación en la ciudad no debía estar demasiado actualizada cuando, encapuchados, los agentes se dispusieron a entrar en una vivienda que figuraba como propiedad de uno de los guardias civiles detenidos. La sorpresa fue mayúscula tanto para los agentes como para los moradores de la casa, que, efectivamente había sido propiedad de uno de los arrestados hasta que meses atrás la había vendido. El nuevo inquilino se topó con agentes encapuchados prestos al registro de una casa que ya no debería haber formado parte de la investigación. Las pesquisas que se han saldado con esta intervención en Ceuta se iniciaron hace unos meses y se trata de una pieza con la que se ha topado el Instituto Armado en el transcurso de otra investigación distinta.