Entre tanta información que nos llega, a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, a menudo es difícil distinguir entre el hecho en sí, la noticia o la información, y la opinión. La opinión en sus diferentes formas y propósitos.
Toda una encrucijada, donde la libertad de expresión puede no ser el camino esencial para expresar la verdad. Pero si puede ser el camino para aprovechar la oportunidad de la sonoridad o la visibilidad. Como puede ocurrir en el escenario de la relación entre arte y política, y en el escenario de la controversia. Y que es el caso de la colección de 24 fotografías con la imagen facial borrosa y en blanco y negro, en la feria de ARCO 2018 en Madrid.
La leyenda escrita debajo de cada una de estas fotografías, explica sin dar nombres de qué imágenes se trata: nacionalistas Catalanes y Vascos, así como los dos titiriteros acusados de glorificación del terrorismo e incitación al odio en los Carnavales del 2016 de Madrid.
Pero además, el título de la exhibición fotográfica “Presos Políticos en la España Contemporánea”, añade más leña al juego de la controversia, al juego de la oportunidad, al juego de la palabra tintada o interesada y del éxito comercial. El éxito comercial de Santiago Sierra, como autor de la exhibición.
Otro caso semejante es el de la escultura “Always Franco”, en la feria de ARCO 2012. Donde la escultura de Franco queda metida en un frigorífico diseñado al estilo de Coca-Cola. Y con la que su autor, Eugenio Merino (colega de Santiago Sierra), cocinó el menú de la polémica y el espectáculo.
Creyendo el autor que España no ha superado la figura del dictador, y pretendiendo mostrar que Franco no se ha marchado, que se nos ha quedado como un fantasma congelado. Pero claro, la nitidez de la Historia contradice esta creencia y pretensión. Ya que somos un país, donde es solo nuestra historia la que incluye una dictadura fascista, al igual que Alemania o Italia, por ejemplo. Y es así porque el devenir de los tiempos, Europa y la globalización las han sepultado.
En cualquier caso, ambas exposiciones muestran que en una sociedad democrática, la libertad de expresión, y también la creatividad, pueden fácilmente ejercer unas actuaciones dentro de un gran abanico de posibilidades. Posibilidades que pueden ir desde unas actuaciones nítidas y claras hasta otras actuaciones coloreadas, tintadas o interesadas. Como ocurre, una vez más, con la sexta persona de la política catalana, Anna Gabriel, que huye de la investigación judicial y que se instala en una relevante ciudad de Europa, en Ginebra.
Esta investigación judicial del Tribunal supremo recae sobre doce personas que podrían ser acusadas de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos. Lo cual puede tener una pena de décadas en prisión. Y ésta es la causa de que Anna Gabriel, a sus 43 años, se distancie, en su propio discurso y en su imagen personal, de su propio personaje: el de independentista catalana y dirigente de la CUP. Poco habrán tenido que ver en este distanciamiento, las temperaturas gélidas de Ginebra y del lago Lemán.
Ya que se trata de una estrategia de desdoblamiento y de libertad de expresión, para realizar entre otras actuaciones un asalto demagógico al comparar, en sus declaraciones al periódico suizo Le temps, a España con Turquía en términos de derechos. Declaraciones que se distinguen nítidamente de las pronunciadas por el anterior primer ministro de Francia, Manuel Valls, al recibir el premio Gregorio-Ordoñez a principio de febrero de este año. El diputado socialista por Essonne, nacido en Barcelona y hablando español y catalán, aporta una dimensión internacional a su conclusión: “el separatismo es lo peor que le puede suceder a una democracia”.
Pero además, en el escenario de esta dimensión internacional, la GSMA, la organizadora de la cual depende que Barcelona siga siendo la capital mundial del móvil, se mantiene vigilante para evaluar el impacto de cualquier hecho, ocurrido en España y Cataluña, que pueda afectar al Mobile World Congress. Una feria centrada este año en la inteligencia artificial y el 5G. Y que ya en su inauguración, comienza algo descentrada en la recepción protocolaria al Rey.
Descentrada a causa de la libre expresión de carácter independentista de Ada Colau, Roger Torrent y Jordi Puigneró (en otros), rechazando acudir a recibirle. De modo que la oportunidad de obtener el gran beneficio económico de esta Feria, puede ponerse en juego con ciudades como Madrid o países como Dubai.
Un juego que el Centre d’Estudis d’Opinió puede estar expresando en su medición del 10 al 30 de enero de 2018: con un descenso, a un 40,8% de separatistas frente al aumento, a un 53,9% de rechazo a la secesión.