Categorías: Opinión

El indulto y la dignidad

Amparar la medida de gracia que pide Del Nido es despreciar la Justicia e invitar a la sociedad a que cometa delitos sin miedo

 

Condenado por el Tribunal Supremo a siete años de prisión en base a la comisión de un delito continuado de malversación agravada por el cobro de una serie de minutas por importe de 2.780.000 euros, el ex presidente del Sevilla F.C. José María Del Nido se aferra al clavo ardiendo del indulto para evitar el ingreso en unos días, petición que acompaña asegurando poder "hacer más desde fuera que desde dentro de la prisión" (sic) y que cuenta asimismo con el apoyo mayoritario del resto de mandatarios de clubes de Primera División, pues sólo los de Athletic, Betis, Málaga y Osasuna constituyen las únicas excepciones, así como el aliento de Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional.
Si no fuera porque la masiva petición de indulto se produce en España, el hecho, de llegar a países con un hondo calado de la responsabilidad y el cumplimiento de las Leyes, véase Japón, Estados Unidos o Alemania, sería poco menos que tildado por la opinión pública de broma macabra o mero invento del mundo del celuloide. Un episodio irreal, que no pertenece a la vida ordinaria. Pues ¿quien en su cabales se moviliza para respaldar y solicitar que se condone la pena impuesta a quien teniendo un sueldo magnífico fruto de su reputada profesión ha saqueado vilmente un ayuntamiento llevándose 2.780.000 euros del contribuyente durante cuatro años continuados, lo que explica que la acción no ha sido aislada ni fruto de una equivocación puntual sino de una operación diseñada y ejecutada a la perfección?
La respuesta afirmativa sólo abarca tres supuestos: quien, en solidaridad camarada, ha obrado de igual modo, con independencia de que haya sido condenado o no por la Justicia española, pues en su fuero interno no cabe más que la verdad; quien carece hasta de la más mínima base de educación y cultura y por ende se maneja y procede como un animal antecesor de la especie; o quien, gustando de la comedia y el surrealismo, camina por la vida interpretando adrede y cada día un papel en el que realmente no cree, actitud que adopta únicamente por saciar un mero apetito espiritual y erigir de paso un monumento a la hipocresía, tan propia por estos lares.
Ya sean ladrones, burros o cómicos fatales, quienes solicitan para Del Nido la concesión de un indulto, y por tanto la suspensión de una condena por unos hechos probados y fundamentados, están validando en cierto modo actitudes encuadradas fuera del marco que ampara la Ley e invitando a no pocos sectores de la sociedad a que incurran en delitos pues los mismos pueden quedar inmunes y los condenados a prisión en la calle, libres y de rositas. Están atentando contra el sentido común y menospreciando la autoridad de la Justicia y de los profesionales que operan en este ámbito: jueces, fiscales, funcionarios.
Solicitar un indulto, más allá del carácter intrínseco que esta medida de gracia tiene, de innegable aroma a privilegio feudalista y por ende obsoleto hoy en día, ha de ir acompañada, como no ocurre en el caso de Del Nido, de una fundamentación jurídica y moral que se eleve sobre todo tipo de razonamiento basado únicamente en la fibra sensible del populacho en manifestaciones emocionales ordinarias sin peso alguno teórico y carentes de fuerza legal.
De ahí que Del Nido solicitando una medida de gracia sin ningún pilar jurídico que, ni siquiera, pudiera tomarla en serio, esté cometiendo otro infame error y un despreciable atropello a la razón: abusar de su condición de líder de masas, de personaje público, de famoso para forzar una revuelta social en pos de que triunfe su petición. Merecedor del perdón humano, pues de esta condición es errar, Del Nido sin embargo implorando el indulto actúa con la poca categoría que sólo tienen y caracterizan a los más despreciables sujetos de la sociedad, sin dignidad ni si quiera para admitir una sentencia firmada con todas las garantías del marco jurídico de un país democrático que tiene un Código Penal que, a pesar de sus múltiples lagunas y deficiencias, cuenta con larga tradición y es respetado en las naciones del Primer Mundo.
La nobleza e integridad de los hombres se mide, sobre todo, en los malos momentos, en la miserias que uno mismo ha provocado y con las que ha de saber convivir de la mejor manera en la medida que le corresponda. Y a Del Nido le toca cumplir entre rejas con o sin dignidad.

Entradas recientes

JJ Romero: "Firmaría 38 partidos al nivel que hemos jugado hoy"

El Ceuta conseguía su primera victoria de la temporada este sábado en el 'Alfonso Murube'…

31/08/2024

Operación en Marruecos: detenidos por incitar al cruce a Ceuta

Agentes de la Policía Judicial marroquí, en coordinación con las autoridades de la Dirección General…

31/08/2024

El Ceuta se luce en el 'Murube' y gana al Fuenlabrada (1-0)

La Agrupación Deportiva Ceuta venció al Fuenlabrada en un partido impecable de principio a fin…

31/08/2024

El Sporting arranca con un buen punto ante el Marbella (0-0)

El Sporting Atlético de Ceuta volvió a la competición en División de Honor Juvenil en…

31/08/2024

Sociedad caballa: la boda de Cristian y Desirée

Cristian y Desirée se han casado esta tarde en la iglesia de la Patrona de…

31/08/2024

Apedrean un autobús a su paso por Loma Colmenar

Otro ataque vandálico contra los autobuses en Ceuta. Es el quinto que tiene lugar en…

31/08/2024