El III Plan de Igualdad de la Ciudad implicará a todas las Consejerías

“La construcción de un modelo social equitativo que redunde en beneficio de toda la ciudadanía”. Ese es el gran objetivo del borrador del III Plan Estratégico para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (2013-2016)

elaborado por la Consejería de Educación, Cultura y Mujer, que ya ha iniciado su tramitación con su presentación a la Comisión Sectorial de la Mujer.
El texto aspira a significar “un avance claro respecto a los anteriores” en cuanto a “profundización en la implicación y la corresponsabilidad del Gobierno de Ceuta en el avance de la igualdad y especialmente en el apoyo para la implantación del enfoque transversal de género” en la política de todas las Consejerías del Ejecutivo local.
La estrategia de intervención que recoge el borrador del Plan tiene un carácter “integral” en tanto en cuanto las diferentes líneas de trabajo que incluye “se dirigen a generar cambios estructurales que permitan alcanzar mayores cotas de igualdad entre mujeres y hombres tanto en el ámbito de lo público como en el ámbito de lo privado”.
El Plan tiene como finalidad “la articulación de una estrategia integral de intervención orientada a generar los cambios estructurales necesarios para que las mujeres y hombres de la ciudad autónoma de Ceuta alcancen mayores cotas de igualdad”. Para alcanzar este propósito, el documento se articula en torno a una serie de “ejes estratégicos” definidos “con el consenso de los distintos tipos de agentes sociales implicados en el diseño del mismo”.
Dichas prioridades son media docena: 1) transversalidad de género y ámbito institucional; 2) educación para el cambio de valores; 3) empoderamiento y participación equilibrada; 4) corresponsabilidad y ética del cuidado; 5) atención y prevención de la violencia de género; y 6) diversidad cultural y calidad de vida.
“Se trata”, resumen los redactores del documento, “de abordar dos líneas de actuación interdependientes: por un lado, fomentar la igualdad entre mujeres y hombres en la estructura del Gobierno de la ciudad, incrementar y todo aquello participación en tejido social, empresarial…; por otro, planificar actuaciones dirigidas específicamente a las mujeres y a la población en general para corregir las desigualdades existentes en nuestra sociedad”.
“Promover el principio de igualdad y las transversalidad de género en la política de la ciudad y en la organización laboral de la Administración pública” y “favorecer cambios culturales y de valores que incentiven un cambio social alejado de los estereotipos de género” son dos de los objetivos generales explícitamente señalados en el documento, en el que también se señalan como retos prioritarios “fomentar el empoderamiento de las mujeres para una participación equilibrada de las mismas, actuando contra las desigualdades de género desde un enfoque integral en la sociedad ceutí”.
El esqueleto de propósitos principales se completa con “establecer estrategias encaminadas a una mayor corresponsabilidad entre mujeres y hombres  en el trabajo productivo y reproductivo, así como en la sociedad en general”  y “proporcionar iguales condiciones y oportunidades a las mujeres en general y a las más desfavorecidas en particular de manera que potenciemos su calidad de vida atendiendo a la diversidad cultural de Ceuta, con sus particularidades propias en las desigualdades de género”.

“Prevenir” y “actuar” contra la violencia de género

Partiendo de la base de que “la violencia de género se construye sobre las relaciones desiguales características de un modelo de organización social propio del patriarcado, donde las relaciones de género están jerarquizadas y asignan valor y autoridad a los hombres”, el borrador del III Plan de Igualdad de la Ciudad Autónoma llega a la conclusión de que “el tratamiento del problema requiere un enfoque integral y la adopción de medidas capaces de modificar las relaciones entre mujeres y hombres”. Así, se formulan “distintas propuestas de acción que puedan contribuir a la erradicación de la violencia” en respuesta a dos planteamientos: “Prevención (actuar antes de que la violencia se produzca) y atención (actuar cuando la violencia ya se ha producido)”. En la línea preventiva se integran “medidas dirigidas a sensibilizar a toda la sociedad, especialmente a los hombres”; trabajar en la comunidad educativa, incorporando nuevos valores que permitan erradicar la violencia. En la líneas de atención a las personas víctimas de violencia, se proponen “medidas de potenciación de la atención psicosocial y de ampliación o mejora de la red asistencial”. “Necesitamos ofrecer alternativas de pensamiento, redefiniendo los modelos de masculinidad y feminidad”, subraya el documento.