La tercera edición de la marcha del 6-F, en memoria de una de las mayores tragedias migratorias vividas en nuestra ciudad, ofrece este año un nuevo enfoque, según explicaba ayer el vicepresidente de la organización Pedagogía Ciudadana, Carlos Lorente. “Si bien los dos primeros años fueron más reivindicativos, los sucesos de 2015 que se han saldado con más de 3.000 muertos en las aguas del Mediterráneo, nos llevan a buscar unas jornadas algo más globales que una simple marcha y con un enfoque más pedagógico”. Así, los actos en recuerdo de las 15 víctimas de ese 6 de febrero de 2014, incluirán una mesa redonda en la que participarán representantes de asociaciones y partidos políticos; la ponencia de un profesor de Ciencias Políticas y experto en inmigración y la instalación de una guardería para niños procedentes de península y Marruecos donde se impartirán talleres enfocados al ámbito de la inmigración.
Este año se ha incrementado el número de organismos nacionales e internacionales que se han sumado a este homenaje. Además del apoyo de Digmun, Elín, Podemos y Caballas, cuya participación ha sido perenne desde la primera marcha, a esta edición también se han sumado asociaciones de Barcelona, Valladolid y Valencia, Berlín, Estrasburgo, Tánger, Tetuán, Rabat o Casablanca que, en caso de no poder personarse en nuestra ciudad, realizarán actividades en sus lugares de origen.
“El día 6 de febrero está cogiendo un peso importante y ya es una fecha señalada dentro del fenó meno migratorio”, apunta Lorente, cuya organización ya ha sido incluida en la plataforma SOS Racismo de la que forman parte cerca de 70 asociaciones y se hermanará con los participantes en este acto.
De nuevo la marcha desde la universidad hasta la playa, marcará el acto central de esta efeméride. Tras una parada en la Plaza de África, la comitiva transcurrirá hasta la playa donde se dará lectura al manifiesto en memoria de los fallecidos.
Por su parte, el coordinador de Podemos, Julio Basurco, considera “fundamental” que lo ocurrido el 6-F “no caiga en el olvido” y que la fecha debe servir “para recordar que en pleno siglo XXI, millones de personas siguen jugándose la vida para alcanzar unos derechos que debían estar garantizados a todo ser humano por el simple hecho de serlo”.
Basurco recordaba la obligación de intentar cambiar un modelo de sociedad que, según el último estudio de Oxfam Intermon, estima que “las 62 personas más ricas del planeta acumulan la misma riqueza que los 3.600 millones de pobres. Esto es un disparate que no se puede consentir y desde Podemos nuestro compromiso siempre será con las víctimas de este modelo injusto y no con quienes crean sus modelos políticos y no se les ocurre otra cosa que poner cuchillas en las vallas o mandar a cuerpos de Seguridad para que disparen pelotas de goma a personas que se están ahogando en el mar”.
La coordinadora de la asociación Digmun, Rosario Vicente, apuntaba a la defensa de la “dignidad de las personas que, para que sea efectiva, tiene que defender los derechos humanos”.
La representación de Caballas recayó en su portavoz, Mohamed Alí, quien apuntó a que la defensa de los derechos humanos “no se puede hacer desde la valla o de la frontera para aquí, sino plantearla de una perspectiva global, ya que no podemos ser partícipes de los muros contra todas esas personas que pretenden buscar una vida mejor”.
Alí aboga porque nadie permanezca “impasible ante la cruda realidad que se está viviendo”, tanto en el Estrecho como en el perímetro transfronterizo y ha instado a que tanto Ceuta, como el Gobierno central, cambien “su política de inmigración, la acogida a los refugiados y, sobre todo, la perspectiva de los derechos humanos”.
Alí aboga por un cambio en la política migratoria Los datos ofrecidos hace unos días por la ministra de Fomento, Ana Pastor, sobre el incremento de la cifra de inmigrantes, la mayor de los últimos nueve años, obliga a una reflexión por parte de las instituciones, tanto nacionales como internacionales. “Estamos asistiendo a un drama social y no podemos permanecer impasibles ni los ciudadanos ni las instituciones o administraciones y, evidentemente, se requiere otro tipo de actitud y política”, apunta el portavoz de Caballas, Mohamed Alí.
Este cambio pasaría por una nueva política de inmigración en el marco de la Unión Europea, inexistente, según Alí, y en la que prime la “salvaguarda de los derechos humanos”. La inmensa mayoría de los inmigrantes vienen en busca de una vida en Europa y lo hacen “de una manera justa, inequívoca y huyendo, en muchos casos, del hambre, la miseria, la guerra y el horror”.
Es por ello que Alí insiste en facilitarles la acogida, mediante una nueva configuración de la política de inmigración, que debe complementarse con una actuación “a corto y medio plazo en los países de origen, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida. Todo lo demás, -añade-, es cinismo, hipocresía y dar la espalda al ser humano”.
El líder de Caballas considera que Europa puede soportar esta carga humana, asegurando que, durante décadas se “han nutrido de los recursos naturales de muchos de esos países y ahora toca la contraprestación”. Estos países están viviendo “situaciones insoportables”, y es tarea de las zonas desarrolladas “atenderles y ayudarles”.