El salón de actos del Centro Cultural de los Ejércitos acogió ayer una conferencia en la que el general de brigada de Infantería Coloma Contreras, disertó sobre la figura de Gonzalo Fernández de Córdoba El salón de actos del Centro Cultural de los Ejércitos acogió ayer la conferencia ‘La herencia del Gran Capitán...De los Tercios a la Legión’, a cargo del general de Brigada de Infantería, Adolfo Coloma Contreras, quien atendió a ‘El Faro’.
–Regresa a su tierra, general.
–Así es. Nací en esta preciosa ciudad hace ya muchos años, en un viejo cuartel que se encontraba a las faldas del Hacho porque mi padre era entonces Teniente coronel Mayor del 2º Tercio. Posteriormente he vivido aquí en un par de ocasiones. Estudié parte del bachillerato en los Agustinos y durante mi época de cadete Ceuta se convirtió en mi segunda casa. Pero lo que son las cosas. Yo he pasado casi dieciséis años en la filas de la Legión y he estado destinado en todos los Tercios, menos el que me vio nacer
–Conoce bien por ende el aroma a Historia que desprende García Aldave, cuna de la Legión.
–García Aldave, si, bien asentado sobre la vieja Posición A, es un referente para todos los que hemos pasado por la Legión ya que, con la independencia de Marruecos, se perdió el emblemático cuartel de Rafeen, que era el prototipo de los cuarteles legionarios. De todas formas, también se perdió el cuartel del Rey, que estaba en el Revellín, donde pasaron su primera revista los primeros legionarios. Pero Ceuta tiene, entre otros muchos tesoros dos auténticas joyas legionarias que son además los edificios más antiguos que tiene la Legión en la actualidad: el Casinillo y el Museo de La Legión. Ambos son de 1927, según creo. Dos joyas que ojalá no se pierdan nunca ni para Ceuta ni para La Legión
–¿Qué recibimiento espera tener del comandante general Ramón Martín–Ambrosio Merino así como de otros colegas de La Legión, de Infantería y de las demás unidades?
–Sin duda el de la franca camaradería entre dos viejos soldados con el añadido de que los dos somos de la misma promoción, lo que no es óbice para mostrarle la subordinación que le debo. Hemos recorrido el camino de la milicia por senderos paralelos. No ha mucho, estando él al mando de la Brigada Paracaidista y yo al frente del Mando de operaciones Especiales, nos juntamos a mitad de camino entre nuestras unidades, en Albacete, para dar la bienvenida a la Navidad saltando en paracaídas con nuestros respectivos Estados Mayores, para continuar con una marcha y finalizar compartiendo lo que le decía: una fraternal comida. Creo que Ceuta tiene un gran soldado como referente y, me consta, el general Martín–Ambrosio es completamente feliz en esta plaza.
–¿No considera que el papel del Aula militar de Cultura de la comandancia General, a cuyo frente está el coronel Luis Manso, que organiza el acto académico, es elogiable ya que de alguna manera intenta conseguir (con éxito) que el espíritu y los valores de La Legión no mueran nunca?
–Conozco al coronel Manso hace muchos años y sé de su amor por Ceuta y por la historia y la cultura militar. Creo que hace una labor encomiable difundiendo lo que nosotros, los militares, podemos aportar a la cultura y la historia en general gracias a nuestra especialización en temas de seguridad, defensa y operaciones. Pero además, por nuestra formación y modo de vida, se nos han inculcado una serie de valores que cada vez más son reconocidos en el ámbito de la sociedad. De hecho somos invitados a compartirlos en círculos académicos, sociales y empresariales.
–General, ¿cuál es la espina dorsal de su intervención?
–Lleva por título ‘La herencia del gran Capitán. De los Tercios a la Legión’. Se trata de un análisis de la auténtica revolución que don Gonzalo Fernández de Córdoba, reconocido universalmente como ‘El Gran Capitán’ imprime al modo de concebir los ejércitos y de hacer la guerra. Para que se haga una idea, es en cierta medida el Miguel Angel del arte militar. Es decir, el que sabe entender las capacidades que aportan las armas de fuego superando con conceptos renacentistas los viejos del medioevo. Sus enseñanzas son aplicadas muy certeramente por Don Pedro Alvarez de Toledo, el Gran Duque de Alba, de quien por cierto, toma su nombre el Tercio de la Legión Ceutí; cuando organiza los viejos Tercios de Italia y Flandes. Cuatro Siglos después, cuando se crea La legión, se mira en aquellos tercios de los que tomará no solo los nombres, sino una serie de características que abordo a lo largo de mi conferencia.
–Cuénteme algo más sobre la figura del Gran Capitán.
–Don Gonzalo fue un segundón de la casa Aguilar nacido en el Castillo de Montilla, provincia de Córdoba en 1453, hace poco más de 55º años. Era pues un andaluz, que abraza las armas al servicio de la Reina de Castilla y que conquista para España el Reino de Nápoles. Un proyecto promovido por la Corona de Aragón, que era una vieja aspiración catalana, ¿no le parece un fecundo testimonio de vida?
–¿Para qué público va dirigida la ponencia, es decir, son exclusivas para personas afines al ámbito castrense?
–Mi conferencia, o mejor dicho mi disertación tiene muy poco de investigación y mucho de divulgación. La he armado en base a libros que he leído, y hechos y escenarios que he conocido, precisamente con ocasión del 500 aniversario de la batalla de Ceriñola, el más famoso de sus triunfos. Y en ellos me he basado para proponer mis conclusiones. El indudable paralelismo entre la Legión Española y los viejos Tercios de la Infantería Española. Creo que el teme puede ser de interés para neófitos y aficionados además de para los profesionales de la milicia
–¿Cómo se encuentra el Ejército Español en estos días de penurias en el país?
–Evidentemente los ejércitos, las Unidades y Centros militares no son ajenos a la situación que está atravesando España. No soy la persona más adecuada para emitir el juicio que Vd. me propone. Entre otras cosas, porque ya estoy apartado del día a día de las Unidades. Pero sí le puedo decir sin complejos que tenemos un activo. ¿Una plusvalía podríamos decir en términos económicos? Que son esos valores a los que aludía antes. No es un eufemismo, créame. Somos gente austera y enfrentamos los malos tiempos con vocación de servir mejor a los españoles, en definitiva con patriotismo.
–En esta época de crisis, ¿es más difícil llevar a cabo los objetivos?
–Es cuestión de priorizarlos. Pero sí es cierto que hay límites críticos que si se alcanzan la acción de las unidades se debilita en forma exponencial. Permítame poner un ejemplo. Hoy en día la tecnología permite entrenar muchos procesos, automatizarlos mediante el uso de simuladores. Ahorran tiempo y dinero, sin duda, pero no suplen la realidad. El soldado tiene que oler la pólvora, pisar el terreno, sentir la incertidumbre y valorar el esfuerzo. Lo contrario sería como pensar que la Eurocopa se puede ganar con la play station.