El Gobierno se desentiende de los guardias civiles del Servicio Marítimo

El primero de los accidentes ocurrió en Mauritania. Una de las patrulleras de la Guardia Civil que colabora con la policía de ese país para evitar los enormes riesgos que suponen las travesías de los cayucos hacia Europa, fue asaltada por uno o varios individuos, la noche del 29 junio 2011. Como resultado del forcejeo con los asaltantes el agente español que se hallaba de guardia fue herido por arma de fuego en un brazo. Y, aunque ya se ha recuperado de las heridas producidas, tuvo que ser repatriado con urgencia. La reacción oficial al ataque sufrido por el agente no ha sido abrir una investigación, sino que se ha basado, prácticamente, en poner en duda la versión del guardia civil, ocultar el hecho y no iniciar de oficio ningún tipo de compensación o resarcimiento por los gastos de hospitalización y baja médica, consecuencia del accidente. Hecho que ya no sorprende a AUGC puesto que es práctica habitual en la Guardia Civil.
El segundo accidente se produjo el 18 de septiembre. En esta ocasión, una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Algeciras, en una persecución a una embarcación rápida, sospechosa de transportar estupefacientes, y debido al mal estado de la mar, tiene un accidente muy peligroso, lo que en el argot náutico se denomina, “filar por ojo”, es decir, entran literalmente en una ola gigantesca, que rompe los cristales del puente de gobierno, y toneladas de agua de mar invaden el habitáculo interior, poniendo en peligro la propia patrullera por hundimiento, y causando lesiones importantes en los tripulantes. Lesiones de las que todavía siguen en tratamiento médico. Pero la gravedad del incidente es aún mayor ya que como ha descubierto AUGC el seguro de accidente de las patrulleras de la Guardia Civil no cubre estas lesiones, que en uno de agentes alcanza cinco hernias discales de las que, lamentablemente, es posible que no se recupere jamás, porque el seguro, sólo cubre el fallecimiento o lesiones que causen gran invalidez.
El tercer accidente se registró en una actuación de la policía gibraltareña y la Guardia Civil que se encontraban  colaborando, a pesar de la inexistencia de un protocolo de actuación conjunta,  en la persecución de una embarcación de narcotraficantes. Durante la acción la patrullera de la policía gibraltareña embiste a la de la Guardia Civil de Algeciras. El resultado, tres policías gibraltareños heridos y graves daños en las patrulleras. Pero el incidente podría haber sido mucho más grave ya que dos de los policías gibraltareños cayeron al mar de noche e inconscientes y solo la rápida actuación de los guardias civiles evitaron que hoy tuviéramos que hablar de dos agentes muertos. Pero a estos guardias civiles anónimos que les salvaron la vida ni siquiera se les ha hecho llegar la más mínima felicitación de la Dirección General de la Guardia Civil.
AUGC considera que mientras los agentes de los servicios marítimos de la Guardia Civil, que trabajan en los lugares más peligrosos, es decir, en el Estrecho de Gibraltar y en las misiones internacionales donde se lucha de forma más intensa contra el narcotráfico y la inmigración irregular, realizan su labor en unas condiciones de trabajo que no respetan las más mínimas medidas de prevención de riesgos laborales, el Gobierno, último responsable de esta situación,  sólo se dedica a “vender”  las operaciones y éxitos policiales como propios, de forma claramente electoralista.
Para AUGC estos accidentes registrados en el servicio marítimo solo ponen de manifiesto las precarias condiciones de desprotección, falta de apoyo y desmoralización en la que tienen que trabajar los guardias civiles. Agentes que día tras día ponen en peligro su propia integridad física para garantizar la seguridad de los ciudadanos y a los que, con total dejadez de sus funciones, el actual Ministerio del Interior ha abandonado a su suerte.