El Gobierno local estudia la imposición de “sanciones ejemplares” en limpieza

La Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad no descarta elevar en un futuro próximo las sanciones incluidas en la ordenanza reguladora de la limpieza viaria y residuos sólidos urbanos si con ello se contribuye a mantener también la ciudad más limpia.

Así lo explica su titular, Emilio Carreira, que cree que una de las medidas para lograrlo pasa también por la imposición de “sanciones ejemplares” a aquellos ciudadanos “que no tengan cuidado con el espacio público y con su mantenimiento”.
Para Carreira, aunque no se puede “generalizar” , en Ceuta existe “vandalismo medioambiental” y sugiere que, de la misma manera, que la Dirección General de Tráfico solo consiguió reducir el número de muertes en la carretera aplicando sanciones muy elevadas, en Ceuta ya no basta con apelar a la conciencia cívica de los ciudadanos, sino que hay que tomar medidas “más contundentes”. “Cuando esas campañas de Tráfico que mostraban accidentes horribles, con gente desmembrada, la gente seguía yendo a 180 por las carreteras. Solo dejó de hacerlo cuando empezaron con sanciones tremendas, quitando puntos del carné y amenazando con la cárcel. Pues aquí pasará lo mismo. Sanciones ejemplarizantes”, anuncia el consejero.
“En Ceuta hay muchísimas personas que reforman su casa y van con el motocarro a tirar los escombros al primer sitio que encuentran y donde no los ve nadie”, expone como ejemplo.
Otro de los ‘caballos de batalla’ de la administración local será el de lograr que los dueños de mascotas sean más responsables, “porque hay muchos que no recogen los excrementos, por no hablar del escaso cuidado que se tiene por el lugar en el que orinan los perros. El orín destroza farolas, esquinas, genera mal olor...y todo eso cuesta mucho dinero repararlo”, subrayó. De hecho, el consejero sugiere que incluso se podría estudiar la creación de una nueva tasa municipal para los propietarios de mascotas.
“No nos faltan medios, sino más implicación también de los ceutíes”, se queja el consejero, que considera que los medios con los que cuenta la Ciudad para hacer frente a la gestión del servicio son “suficientes”, pero no tanto en el ámbito sancionador. “Hay lugares en los que por tirar un chicle al suelo la multa es de 3.000 euros. Pues Ceuta la tenemos llena de chicles y la gente no sabe lo que cuesta quitarlos de la acera. No tienen ni idea del coste económico tan grande que eso tiene”.
Según la ordenanza municipal, en la actualidad se considera una infracción leve, con multas de hasta 150, 25 euros, el incumplimiento de las normas sobre limpieza de la vía pública como consecuencia del uso común general de los ciudadanos, ensuciar la vía pública como consecuencia de la tenencia de animales,  del consumo de bebidas, tanto en envases de cristal, como de plástico, metal o similares. También es infracción leve librar residuos fuera de hora y fuera de los contenedores, o en elementos de contención distintos de los permitidos, así como librar basuras domiciliarias que contengan residuos en forma líquida o susceptible de licuarse y, librar basuras en elementos que no están atados o tapados; impedir operaciones de carga, descarga y traslado de los servicios de Recogida de RSU y Limpieza, incumplimiento de la obligación de limpieza en pasajes y urbanizaciones particulares y esparcir y tirar toda clase de octavillas y materiales similares en lugares no autorizados.
Son infracciones de carácter grave ensuciar la vía pública a consecuencia de efectuar obras, incumplir la obligación de mantenimiento de limpieza de fachadas, rótulos anunciantes, toldos, medianeras descubiertas ,entradas, escaleras de acceso, y en general, todas las partes de los inmuebles que sean visibles desde la vía pública; el no mantener solares, ensuciar la calle a consecuencia de actividades comerciales, abandonar enseres o muebles en la vía pública,  efectuar trasvase o manipulación de basuras fuera de los parques de recogida, concentración o tratamiento de los servicios municipales que se hayan destinado a tales fines, depositar residuos no autorizados o distintos en contenedores de recogida selectiva reservados para oros materiales residuales y la reiteración de una falta leve. Estas acciones son sancionadas con multa entre 150,25 y 450 euros, mientras que las infracciones muy graves tienen como tope máximo 950, 51 euros. Entre ellas se incluyen ensuciar la vía pública con motivo de transporte de materiales de obra, tierras, escombros o, residuos industriales o especiales, al no haber adoptado medidas en el vehículo para impedir los vertidos; depositar en los contenedores de obras residuos que contengan materiales inflamables, explosivos, nocivos y peligrosos, susceptibles de putrefacción o de producir olores desagradables; efectuar vertidos de tierras y escombros en lugar no autorizados; depositar en la vía pública o en contenedores no aptos para ello residuos de carácter industrial y especial (sanitarios, peligrosos, etc.) y también animales muertos, librar desperdicios y estiércol producidos en mataderos, laboratorios, cuarteles, parques urbanos y demás establecimientos similares públicos o privados y ensuciar la vía pública como consecuencia de actos vandálicos contra el mobiliario del servicio de limpieza (contenedores, papeleras, etc...).
En caso de reincidir en falta muy grave, podrá procederse, previa tramitación del expediente administrativo oportuno, a la suspensión de la actividad por un período de hasta seis meses, de conformidad con los artículos 16º del Reglamento de Servicios, de 17 de Junio de 1955, y el artículo 38º del Reglamento de Actividades molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas, de 30 de Diciembre de 1961, en los casos que sea aplicable.

“Lo que pedimos es más colaboración ciudadana”

El consejero ha reiterado que en el hecho de que Ceuta no alcance el nivel de limpieza óptimo no influye la cantidad de trabajadores dedicados a esta tarea, “que son muchos más que los de la plantilla de Trace”, ha insistido Emilio Carreira, para matizar, tal y como hizo en el último Pleno, que hay acciones de limpieza que no vienen recogidas en el contrato de Trace. Así a los algo más de 400 operarios de Trace hay que añadir los más de 150 trabajadores adscritos al convenio con la FPAV para las Brigadas Verdes, encargados de los jardines y parterres. Además hay un grupo de 90 jóvenes que trabajan en el primer plan de empleo externalizado a través de Procesa y que se dedican a solares y vaguadas, a los que se añade algún programa de mantenimiento incluido en el Plan de Empleo General y las brigadas de colaboración social. “Por personal no será”, ironiza el consejero, “porque se tiene más que suficiente para tener limpia la ciudad”.
“Yo lo que pido es un poco más de colaboración ciudadana”, añade para destacar como, por ejemplo, los trabajadores del plan de empleo externalizado tienen que acudir , “en muchas  ocasiones” a atender demandas vecinales por el mal estado en el que se encuentran solares particulares, “en los que hay de todo, desde frigoríficos y lavadoras, a palés y cientos de bolsas de basura orgánica. Y las cosas no aparecen por arte de magia, alguien tiene que haberlo depositado allí. Lo que hacemos es limpiar y pasar la factura al propietario, pero a veces la situación es desesperante, porque sigue habiendo sitios donde después de haber limpiado, a los dos días sigue habiendo suciedad. Es una tarea colosal en que no podemos realizar si los ciudadanos no contribuyen y ayudan un poco”