El Gobierno está procediendo en estas últimas semanas a una revisión en profundidad del Plan de Estabilidad ahora que se va a cumplir un año desde su aprobación en un pleno de la Asamblea que tuvo lugar en marzo de 2012. Según fuentes del equipo de gobierno se debe tener en cuenta que ante las propias circunstancias económicas tan variables incluso de semana en semana, aunque ahora mismo parece que existe un período de más tranquilidad sobre un posible sobresalto, los técnicos de la Consejería de Economía, Hacienda y Recursos Humanos efectúan análisis casi semanales para comprobar todos los parámetros que se pueden tener en cuenta en un plan a diez años vista y que pretende desde luego el dibujo de la sostenibilidad de las cuentas públicas y que cuando llegue la fecha indicada la Ciudad Autónoma haya rebajado la deuda viva a unos niveles prácticamente inexistentes.
En la revisión que se está produciendo en estos momentos influyen una serie de factores como podría ser por un lado la aprobación del nuevo marco comunitario 2014-2020 que supone la confirmación de una serie de cantidades que deben ser integrada dentro del capítulo de ingresos de la Ciudad Autónoma y por supuesto en los presupuestos de las inversiones que ya figuran en el Plan que durará hasta el año 2016 y sobre la que ya se esperaba financiación comunitaria. Igualmente, una vigilancia especial tanto en el cumplimiento de la ejecución presupuestaria de este año como que para marzo se conocerá la liquidación definitiva del presupuesto del año pasado.
Hay que recordar que el equipo de gobierno siempre ha defendido que el documento del Plan de Estabilidad era un documento vivo y que por tanto era factible su adecuación dependiendo de las circunstancias del momento y más cuando el mismo se ha establecido para un período tan largo de vida que llega hasta finales de la presente década.
A los tres meses de aprobarse en pleno fue llevado nuevamente en el mes de junio para introducir algunas variantes, lo que fue criticado porlos partidos de la oposición, pero en esa ocasión el consejero de Economía y Hacienda, Guillermo Martínez, defendió las tesis que antes hemos comentado en cuando a la necesidad de proceder a ajustes cuando existen elementos exteriores que pueden bloquear algunos objetivos.