El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad ha presentado una guía para la prevención de los ahogamientos y lesiones graves en medios acuáticos, especialmente destinada a prevenir estos accidentes entre los menores. En España, durante el año 2009, al menos 214 personas tuvieron que ser ingresadas en un hospital a consecuencia de un ahogamiento o casi ahogamiento; de ellas, el 35% (75) eran menores de 14 años.
Los traumatismos craneoencefálicos pueden tener graves repercusiones tanto para el afectado, como para su familia y la sociedad. Además, si son graves, pueden ocasionar una discapacidad residual en el 50% de los casos.
Cada año fallecen por ahogamiento en la región europea, más de 5.000 menores de 19 años. Los casi ahogamientos son también un grave problema, ya que algunas de las personas que sobreviven a un ahogamiento padecen un daño cerebral permanente.
A la hora del baño, es aconsejable evitar los riesgos que representan las zambullidas. Los expertos recomiendan sencillos consejos que minimizan este peligro como que no se lance al agua en zonas desconocidas, con poca profundidad o desde una altura elevada o donde pueda haber obstáculos como piedras, ramas o exceso de bañistas.
Se recomienda que se compruebe cuidadosamente la profundidad del agua antes de sumergirse y evite bucear o saltar en aguas turbias donde pueden no ser visibles otros nadadores y objetos.
Introdúzcase en el agua lentamente o tírese de pie varias veces antes de hacerlo de cabeza. En ese caso, recuerde que los brazos deben situarse en prolongación del cuerpo para proteger el cuello y la cabeza. Sobre todo hay que comprobar que la profundidad mínima sea de un metro y medio.
Si se produce un accidente, y ante la necesidad de traslado, hay que inmovilizar el cuello del herido, evitar mover la columna y avisar a un profesional para que acompañe al accidentado, evitando los vehículos utilitarios particulares.
En nuestro país se producen entre 800 y 1000 lesiones medulares (LM) cada año, el 50% de los casos fueron por tráfico, pero entre el 4% y 11% se produjeron por actividades deportivas u ocio. En años anteriores, el 5% del total de atendidos por lesiones medulares lo fueron por zambullidas.
La guía tipo cómic, editada por el ministerio de Sanidad Política Social e Igualdad en colaboración con Cruz Roja Española, está dirigida a los niños, niñas y adultos responsables de su cuidado. Su objetivo es advertir de los riesgos de sufrir lesiones en los distintos entornos acuáticos y recomendar las conductas de seguridad que se deben adoptar para evitarlos.
Algunos de los mensajes contenidos en esta guía son los de respetar las normas de seguridad y bañarse en zonas vigiladas por socorristas. También se indica que los padres, madres y cuidadores deben vigilar atentamente a los menores cuando están en el agua o jugando cerca de ella.
El ahogamiento se produce de forma rápida y silenciosa, la mayoría de las veces la víctima se perdió de vista solo unos minutos.
Muchos ahogamientos se producen en el entorno familiar: bañeras, piscinas privadas y piscinas hinchables. Un bebé puede ahogarse en pocos centímetros de profundidad.