La empatía es la capacidad que tiene el ser humano para conectarse a otra persona y responder adecuadamente a las necesidades del otro, a compartir sus sentimientos e ideas de tal manera que logra que el otro se sienta muy bien con él. Es una destreza que no todos los humanos tenemos. Y quienes sí han demostrado recientemente que carecen totalmente de esta capacidad empática son los responsables de que las viudas y huérfanos de la Guardia Civil hayan tenido que pasar unas navidades con estrecheces por no abonarles su pensión. Y eso a pesar de que somos los guardias civiles los que pagamos mensualmente a través de la Asociación Pro-Huérfanos la cuota para que nuestros huérfanos no tengan que recurrir a la caridad y no se sientan desprotegidos por los compañeros y compañeras de sus padres.
Es difícil empatizar con los más desfavorecidos cuando se tiene la nevera bien llena y se llega a final de mes con holgura. Pero esa suerte no la tienen los huérfanos de la Guardia Civil y, mucho menos, sus viudas que tienen que sacar a sus hijos adelante con una pensión de unos 800 euros. Tienen que esperar a que la Asociación Pro-Huérfanos les abone la pensión para poder hacer frente a la educación y manutención de sus hijos que a la vez son nuestros huérfanos. Los hijos de nuestros compañeros, los que sufrieron estrecheces económicas, de libertad y el golpe del terrorismo junto a nosotros. El hijo de tu compañero de servicio, el que te contaba sus problemas, sus inquietudes, sus sufrimientos, sus proyectos.
El general Masegosa percibió la paga que le corresponde con antelación suficiente para poder hacer frente a los muchos gastos de estas fechas. Sabía con antelación suficiente que no iba a percibir la paga extra y, sobre todo, ha tenido tiempo para poder adaptar su economía familiar a los recortes presupuestarios. Esa suerte no la han tenido los huérfanos de la Guardia Civil que veían pasar los días sin que a sus cuentas llegara la pensión de orfandad. Esos 540 euros que perciben nuestros huérfanos y que son detraídos de la paga de cada guardia civil. El día 4 de enero recibieron la buena nueva y la mala nueva. La primera, que habían ingresado la pensión que años anteriores percibían sobre el día 23 de diciembre. La segunda, que no habían percibido la paga extra del mes de diciembre como venía siendo habitual.
Desconocemos si el motivo de esa cachaza fue que un hacker ha penetrado en las cuentas de Pro-huérfanos; si es debido a un error informático; si es una decisión de Pro-huérfanos. Lo que sí sabemos es que no se tuvo la consideración y gentileza de informar a nuestros huérfanos.
Como verá el Sr. General y sus colegas de Pro-huérfanos, tenemos el absoluto derecho de criticarlo, porque el problema no es que no han abonado a los huérfanos su pensión en la fecha prevista, el problema es que no se han preocupado ni de informarlos, dejándolos a la deriva en unas fiestas donde los que menos tienen más necesitan el dinero. Los que tienen excedentes en sus cuentas no miran día a día si se ha hecho el ingreso o no. Podemos censurar esta actuación porque somos asociados de Pro-huérfanos y pagamos nuestras cuotas. Pero nuestro derecho a criticar duramente este comportamiento va más allá porque se nos priva de la posibilidad de poner al frente de la misma a los que consideremos más capacitados o más comprometidos con nuestros huérfanos. Porque se nos priva ejercer nuestro derecho a vigilar la correcta administración de nuestros dineros. Y eso después de haber demostrado en numerosas ocasiones que con nuestras aportaciones se han realizado inversiones desastrosas por las que nadie ha dado explicaciones, ni ha dimitido de su puesto por ser tan mal gestor.
Una asociación que tiene un presupuesto de millones de euros que salen de las aportaciones de todos los guardias civiles a los que se les retrae directamente un 1% de su sueldo y, por lo tanto, no pueden alegar falta de fondos. Sólo la incompetencia, la falta de compromiso, sensibilidad o, simplemente, el saber que se gestione como se gestione somos intocables, nos eleva a ese estado mental de sentirnos “Dios en la Tierra” y sinceramente manda más dios en la tierra que en el propio Dios en el cielo.
Jose María Aznar le dijo a Felipe González ¡Márchese, señor González! Un eslogan que penetró en la conciencia de muchos ciudadanos. Muchos años después los huérfanos y la AUGC quieren reutilizar el eslogan del presidente Aznar para decirle al General Rogelio Martínez Masegosa ¡Márchese, señor Masegosa. Márchese! Márchese, porque es usted el máximo responsable de este despropósito. Pero no se vaya solo, le pedimos que se lleve con usted a los que son incapaces de asesorarlo, incapaces de enviar un correo electrónico, una carta o una llamada telefónica a los huérfanos indicándoles la incidencia que los iba a privar de percibir el abono de la pensión en la fecha prevista y las causas de no haber percibido a día de hoy la extra de la pensión. Se lo pedimos otra vez ¡Márchese, señor Masegosa. Márchese!
Pero como en este país nadie dimite ni pide disculpas, nosotros y los huérfanos y viudas de la Guardia Civil sabemos ya que ni el Director General le va a cesar, ni usted se marchará.
Los detenidos en la operación antiterrorista llevada a cabo este viernes en Ceuta serán puestos…
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, culminaba este viernes su ronda con los distintos líderes…
Cada 22 de noviembre se conmemora el Día de Santa Cecilia, patrona de la música,…
Han pasado casi tres años y medio del último encuentro mantenido en Moncloa entre el…
La Brigada Regional de la Policía Judicial de Rabat remitió a 22 personas a la…