Al igual que sucede en el caso de las viviendas protegidas que se quieren construir en puntos como Brull, Pozo Rayo o en Príncipe Felipe donde se encontraban antes las antiguas caracolas, por parte de la Ciudad Autónoma ya se están sondeando las posibilidades de interés por parte de algún promotor para la construcción de estos dos infraestructuras.
Instalación
Infraestructuras que, por supuesto, cuentan ya con una definitiva instalación. En el caso del mercado de San José sería precisamente en los bajo de la futura Plaza Nicaragua y en el central se utilizará la parcela que quedaría entre la Plaza Vieja y el antiguo Patio Hachuel.
Son obras que, por supuesto, necesitan con anterioridad de un trabajo burocrático importante, aunque, por supuesto, la idea que mantiene el equipo de gobierno es que se puedan comenzar a construir en la presente legislatura que finaliza dentro de dos años y medio, puesto que las elecciones serán en mayo de 2015.
Dos obras que necesitan de grandes preparativos
Son dos obras que, desde luego, requieren de numerosos preparativos. En el caso del mercado central no debemos olvidar que forma parte de una actuación integral que llevaría por un lado la demolición del actual edificio del mercado central y la recuperación del conocido como Foso Seco, a la vez que la reestructuración de la Plaza Vieja o Rafael Gibert y el antiguo Patio Hachuel, aunque éste último es de propiedad privada. La idea es que el mercado pueda ir precisamente en un solar del antiguo Patio Hachuel, y donde los diversos instrumentos urbanísticos permitan un entendimiento con el propietario privado.
Y en el caso del mercado de San José, antes se debe resolver el contencioso que existe entre la Ciudad y el propietario del lugar, donde se viene negociando desde hace varios meses para llevar a una compensación. La transformación y construcción de la Plaza Nicaragua permitiría que en los bajos fuera el nuevo mercado y así se preparía la zona para la futura construcción del vial de Arroyo Paneque. Un solar que desde luego es una asignatura pendiente de la Ciudad Autónoma de Ceuta desde hace más de veinte años aproximadamente.