El Fiscal general del Rey en Tetuán ordenó ayer el ingreso en prisión del conductor Juan Antonio Molina tras tomarle declaración semanas después de ocurrir el fatal accidente en Castillejos que causó la muerte a nueve turistas portugueses. Es la decisión adoptada por este órgano judicial (que en Marruecos tiene capacidad para ordenar el ingreso en la cárcel en nombre del Rey) que se produce después de una primera toma de declaración que llevó a cabo, hace unas semanas, la Policía marroquí. El Fiscal se apoya en los informes de esta fuerza de seguridad que apuntan a un exceso de velocidad como posible causa del siniestro y aportan datos obtenidos del análisis del tacógrafo que fue recuperado del autobús momentos después del accidente y que presentaría varias irregularidades. Así lo confirmaron ayer fuentes policiales a este medio, que señalan que ahora se inicia un largo proceso en el que los abogados de Molina deberán luchar por hacer valer su no implicación en los hechos. El ceutí, que lleva toda una vida trabajando en este sector, ha permanecido desde el pasado 8 de septiembre, día del accidente, ingresado en el hospital de Rincón, tras sufrir un importante traumatismo torácico y diversas lesiones que le llevaron a estar ingresado en el centro clínico. Allí ha recibido varias visitas de autoridades locales y ha permanecido, durante este tiempo, bajo vigilancia policial y en estrecha compañía de su familia. Ha recibido asistencia consular y la Delegación del Gobierno en Ceuta ha estado en constante seguimiento del caso.
Los abogados de Molina trabajan ahora por hacer prevalecer otra versión de los hechos que en nada implica al ceutí, vinculando el accidente con el mal estado de la carretera y la presencia de una mezcla aceitosa que con las primeras lluvias pudo influir en la pérdida de control del vehículo, que estaba recién matriculado. Eso es lo que defenderán. Conocida la decisión de la Fiscalía se ha activado toda la maquinaria consular necesaria para atender al ceutí en la prisión de Tetuán, en donde cumplen condena otros 50 españoles más, algunos ceutíes. La decisión de la Fiscalía es provisional a la espera de la vista judicial con la que se esclarecerá lo sucedido. En este caso hay una implicación directa de la Casa Real ya que el propio Mohamed VI ha exigido a las fuerzas de seguridad y a la justicia que aclaren con la mayor celeridad posible las causas del accidente. Molina declaró a un medio marroquí que la calzada estaba resbaladiza Tras su traslado al hospital de Rincón, donde fue tratado por un fuerte traumatismo torácico y un estado de ansiedad provocado por lo acaecido momentos antes, Juan Antonio Molina realizó unas declaraciones a una televisión marroquí asegurando que el pavimento estaba resbaladizo, fruto tal vez de la fina lluvia que había caído con anterioridad. El vehículo circulaba en dirección a Tetuán, por el carril derecho cuando, inesperadamente el conductor perdió el control y comenzó a hacer ‘acuaplaning’ dando varias vueltas sobre sí mismo y cruzando de lado a lado una autovía que, afortunadamente, no presentaba excesivo tráfico a esas horas. Se llegó, incluso, a traspasar los treinta o cuarenta centímetros de altura de la mediana frenándose finalmente tras caer por un terraplén de aproximadamente tres metros de altura. La lluvia, unida al aceite sobre la calzada podrían haber sido los responsables de que el conductor perdiera el control del vehículo que terminó dando varias vueltas de campana hasta quedar encajado entre las rocas que marcan el pequeño riachuelo que se seca al llegar el verano. Los viajeros manifestaron a este medio a pie de Muelle España que el autobús no circulaba a una velocidad excesiva y que dio bandazos antes de precipitarse al vacío, como si hubiera patinado con alguna sustancia resbaladiza. Cronología: Accidente: 8-S
A las 9.15 (hora española), el autobús perdió el control estrellándose a escasos kilómetros de la frontera. Heridos
Los accidentados fueron trasladados a varios hospitales de Marruecos y a Ceuta, en función de su gravedad, mientras que los fallecidos pasaban a la morgue de Tetuán. Otros regresaron al crucero. Repatriación
Días después del suceso, varios de los heridos portugueses y los restos mortales de los nueve turistas regresaban a su país. Éstos últimos, por Ceuta. El dramático accidente que se cobró la vida de nueve personas: Una jornada trágica que se saldó con nueve fallecidos
Nada hacía prever que aquella mañana del miércoles 8 de septiembre acabaría en tragedia para una excursión de portugueses cuyo crucero había hecho escala en nuestra ciudad unas horas antes. Para nueve de los turistas que se inscribieron en la excursión a Marruecos, la jornada finalizaría dejándose la vida a escasos kilómetros de la frontera del Tarajal, dentro del término municipal de Castillejos (Fnideq).
El trágico accidente se produjo sobre las 09.15, hora española, cuando el primero de los cinco autobuses que trasladaban hasta Tetuán a los 230 turistas lusos, sufrió un accidente saliéndose de la vía para quedar encajado en el cauce de un pequeño riachuelo. En el interior autobús de la empresa ‘Abyla Tour’ viajaban 48 personas. Los supervivientes recordaban los drásticos momentos
Mientras el dispositivo que se desarrollaba en Castillejos continuaba el traslado de heridos, en Ceuta el resto de turistas que viajaban en los otros cuatro autobuses, vivían momentos de dolor e incertidumbre ante lo acontecido horas antes. Muchos de ellos aún no daban crédito a lo ocurrido y mostraban su preocupación por el resto de sus compañeros. Los testimonios de los accidentados que ya habían regresado hasta el muelle donde les esperaba el crucero se repetían recordando los trágicos momentos. “Cuando me dí cuenta había cuatro personas encima de mí” o “de repente noté que el autobús iba de un lado para otro”. Todos recordaban la trágica experiencia pero en la mente del grupo de turistas sólo una idea: que los compañeros heridos pudieran regresar a la ciudad lo antes posible. Eficaz y rápida respuesta de los servicios hospitalarios
Desde que se conoció el alcance del accidente, fueron 38 los heridos en el accidente, los servicios médicos del Hospital Universitario intensificaron las tareas para acoger la avalancha de accidentados que iban llegando a lo largo de la mañana. A las 10:35 llegaba el primer herido, quizá el que se encontraba en peor situación, ya que estaba en estado de shock y con manchas de sangre en la camisa. A medida que iba transcurriendo la mañana se iban confirmando las cifras de fallecidos y heridos, hasta llegar a duplicar el número de muertos que se conocía al principio. Finalmente resultaron ser nueve los fallecidos, de los cinco inicialmente contabilizados. Hasta cinco ambulancias trasladaron a los heridos con una rapidez y eficacia subrayada tanto por el personal de la naviera como por los turistas. Un avión evacuó a los heridos a Portugal al día siguiente
Un día después del trágico accidente, se fletaba un avión que partía de Tetuán con alguno de los heridos. En Marruecos aún permanecían alguno de los heridos más graves, entre ellos la pequeña Tania, de 10 años, y la protagonista de uno de los rescates más dramáticos tras el accidente, al permanecer durante varias horas entre los hierros del autobús. La niña perdió a sus abuelos y a una prima de 22 años en el accidente. Quien sí viajó en el avión fue uno de los pasajeros, bastante afectado por pérdida de su mujer. En Marruecos aún quedaban los accidentados de mayor gravedad, entre ellos una mujer que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente en Rabat ante la gravedad de las heridas. Los nueve féretros con los restos mortales de los accidentados también fueron trasladados al día siguiente del accidente.