El ‘Encuentro’ acorta el itinerario sin perder su esencia

La Hermandad modificó su salida penitencial ante la amenaza de lluvia. El tradicional ‘Encuentro’ volvió a ser presenciado por miles de ceutíes que se congregaron entre la Plaza de África y el Palacio Autonómico.

El amor todo lo puede, como recoge la Carta a los Corintios. Un sentimiento que los caballas demostraron ayer al no faltar, pese a elevada probabilidad de precipitaciones y el viento, a uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa ceutí: el encuentro entre Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de la Esperanza.
La Fervorosa Cofradía y Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Sacratísima Virgen de la Esperanza optó por realizar anoche el recorrido corto ante la amenaza de lluvia, además de anticipar un cuarto de hora su salida.
El Cabildo adoptó la decisión de modificar el itinerario y horario después de estudiar la previsión del tiempo, que pronosticaba lluvia a partir de las 23.00 horas. De esta manera, la salida se efectuó desde la Iglesia de África a las 19.45 horas y el Encuentro se realizó donde todos los años, frente al Ayuntamiento, a las 20:30 horas. El itinerario lo completó: Gran Vía (Carrera Oficial), Jáudenes, Catedral (22.00) y de regreso a la Iglesia de África.
La lluvia respetó al fin el Encuentro y permitió que, como cada caño, miles de ceutíes se congregasen anoche entre la Plaza de África y el Palacio Autonómico para contemplar esta majestuosa cita entre Madre e Hijo.
Nuestro Padre Jesús Nazareno recorrió solemne la Plaza de África y la calle Valentín Cabillas, mientras que la Virgen de la Esperanza discurrió majestuosa por la calle Edrisis, Pepe Durán y Serón hasta confluir en una encrucijada de caminos que, el Martes Santo, se convierte en el epicentro de la Semana Mayor ceutí.  
En el momento álgido de la salida penitencial frente al Palacio de la Asamblea Municipal, sonó la marcha Martes Santo-El Encuentro, obra del compositor Juan Morote Durán, la cual compuso desinteresadamente. Una pieza que estuvo interpretada por la Asociación Musical de Albaida de Aljarafe, que acompañó a la Virgen de la Esperanza como el año pasado.
Parte del alumbrado en la Plaza de África se interrumpió durante los minutos centrales de la procesión para imprimir mayor intimidad y sensación de recogimiento a un momento que tantos ceutíes llevaban un año esperando. Los hermanos trataron de contrarrestar los efectos del viento sobre las velas para ensalzar la imagen de los sagrados titulares.
La Plaza de África vibró al son de los tambores y las cornetas de la Banda Tercio Duque de Alba II de nuestra Legión, que entonaba El novio de la muerte ante una multitud de ceutíes con los ojos vidriosos por la emoción. Solo los aplausos sonaron por encima del himno, tanto por la interpretación de los legionarios como por el oficio de los costaleros, que mecían los pasos con oficio.
Al salir de la Carrera Oficial, los pasos tomaron Alcalde Vitori Goñalons para llegar a Jáudenes camino de la Santa Iglesia Catedral, donde se llevó a cabo la Estación de Penitencia. Debido a que la Hermandad optó por realizar el camino corto, la recogida se produjo antes de lo previsto ante el aviso de precipitaciones.
La Hermandad estuvo en la calle menos tiempo del deseado, sin embargo, los cronistas coincidieron en que el Encuentro realizó una gran Estación de Penitencia, en la que su equipo, comenzando por la costalería, estuvieron a la altura de las circunstancias. Un año más, Ceuta pudo vivir este momento inolvidable.