El embarque de casi 3.000 coches bloquea el puerto

El puerto vivió en la madrugada y día de ayer un auténtico colapso de vehículos procedentes, en buena parte, de Marruecos que regresaban a la península como parte de la fase de retorno de la OPE. El bloqueo registrado en el puerto de Tánger Med -con retenciones kilométricas, esperas de más de ocho horas y tres barcos inservibles porque han sido embargados- hizo que buena parte de ese flujo de marroquíes cambiara de ruta y optara por regresar a sus puntos de trabajo por la línea de Ceuta. Así se produjo una avalancha que no había sido prevista por nadie, lo que dio pie a un posterior colapso de vehículos que llegó a bloquear no sólo la zona de embarque, sino también la de preembarque y toda la avenida Cañonero Dato.
Vehículos que tenían que embarcar a las 21.00 horas del viernes lo hicieron finalmente a las doce (tal y como les contábamos en la edición de ayer). Pero lo peor estaba por llegar, ya que buena parte de los que iban a embarcar de madrugada quedaban atrapados en las colas viéndose obligados a pernoctar en el puerto. A las seis de la mañana de ayer, con la primera salida de Balearia tras una noche con dos servicios extraordinarios, todavía había familias con billete para haber salido el viernes a las 21.00 horas que no conseguían salir. “Nosotros teníamos que salir ayer porque teníamos el billete cerrado a esa hora. Era imposible llegar porque teníamos coches delante nuestra que nos imposibilitaban avanzar, con pasajeros que como nosotros tenían que salir a las nueve y otros que tenían para más tarde pero a los que nos era imposible adelantar. Esos marcharon antes que nosotros”, lamentaba Ignacio, que junto a su mujer y su bebé de seis meses tuvieron que regresar a casa para intentar la salida ayer. Y lo intentaron, levantándose a las cinco de la mañana para intentar embarcar en el barco de las 6.00 horas. Imposible. Finalmente confirmaban su salida más allá de las once. “Menos mal que nos vamos de vacaciones aquí al sur, y no teníamos ni que coger enlaces de avión ni nada de eso... si no...”, añadía. A su lado Mustafa, con su esposa Rahmia y cuatro hijos, entre ellos un bebé. Todos marroquíes residentes en Málaga que regresaban a su ciudad. “Esto es un infierno. Llevamos aquí toda la noche, nadie ha venido a atendernos, estamos abandonados y yo tengo que trabajar esta tarde... ¡qué explicación les voy a dar!”, lamentaba.
Estos son sólo algunos testimonios que bien podían extrapolarse ayer a otros marroquíes o españoles que se veían atrapados en el puerto. Hubo quienes optaron por mostrar su queja hablando con la prensa, otros mostrando sus quejas a los agentes de las fuerzas de seguridad o a los trabajadores de las navieras pero también los hubo que optaron por interponer denuncia ante la Policía Nacional contra la naviera que les había vendido el billete. “¡Si aquí pone que tengo que embarcar a las 21.00 porque no he pedido hacerlo!”, explicaba a los agentes uno de los denunciantes. Si había nervios y malestar faltaba lo peor: a nadie se le ocurrió ‘calmar a las masas’ informando a través de los altavoces de lo que pasaba. Así que la falta de información no hacía sino aumentar más aún la crispación.
“Nos tienen como perros, no sabemos nada, ni cuándo vamos a salir, ni sabemos a dónde ir”, denunciaba otro marroquí. Si en Ceuta había una auténtica avalancha, en Marruecos la situación era tildada de “infernal”.  Y si en Ceuta la situación no empeoró fue porque se ralentizó la entrada de vehículos por la frontera del Tarajal, precisamente para evitar un auténtico embotellamiento. Era aplicar la ‘cuenta de la vieja’. Si en el puerto los coches no avanzan, no se puede facilitar una mayor entrada por el paso fronterizo. Hubiera sido el caos.
Hasta las 10.30 horas no se habilitó el carril para residentes. Otra de las quejas que mostraron los afectados de Ceuta. Tampoco se permitió el intercambio, ya que, según fuentes oficiales, esa medida hubiera sido peor. Una de las medidas paliativas que se adoptó fue instar a la compañía Balearia a que dispusiera de un tercer barco, por lo que tuvo que desviar a la ruta con Ceuta al Jaume para unirse al Passió per Formentera y al Avemar. La presión comenzó a mejorar a partir de la una del mediodía y ya por la tarde las cifras descendían pasándose de tener todo el puerto saturado a quedar alrededor de 200 vehículos por embarcar en torno a las 18.00 horas.
¿Y hablando de números? Las cuentas son claras: desde la noche del viernes hasta la mañana de ayer se soportó un tráfico superior a los 2.600 vehículos. De este volumen, la mayor parte del tráfico fue generado por la compañía Balearia, de hecho FRS y Acciona no sufrieron tanto los retrasos teniendo sus parking completamente liberados mientras el de Balearia estaba al completo.
La política agresiva de precios impuesta en Marruecos por las navieras para atraerse el tráfico hacia el Tánger Med, que terminó bloqueado con peores escenarios que en Ceuta- movió a la naviera a vender billetes a un bajo precio, lo que también ha incidido en la situación vivida ayer. Precisamente una política de precios que no le ha gustado nada a la Delegación del Gobierno, que, al margen de anunciar una reunión con la compañía, se reunirá con Capitanía Marítima para estudiar si, a raíz de lo ocurrido ayer, cabe llevar a cabo algún tipo de información interna.
El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, estuvo en el puerto y en la frontera acompañado de mandos de la Guardia Civil y de responsables de la Autoridad Portuaria y de la Policía del Puerto.
Precisamente se tuvo que aumentar el número de guardias y policías portuarios para poder reordenar los vehículos e intentar poner orden en una explanada marcada por los nervios, el incesante toque de las bocinas y los gritos de quienes peor llevaban la espera.
Sin que todavía nadie haya querido concluir el porqué de lo ocurrido ayer, fuentes portuarias ya avanzaban algunas claves. La primera: se ha vendido mucho billete por la ‘golosa’ oferta extendida en Marruecos. La segunda: ha habido un inusual cambio en este regreso, ya que tras las fiestas de Ramadán ha regresado un importante volumen de marroquíes que no marchan a Europa sino a la península y que han emprendido el viaje de regreso apurando hasta el último día las vacaciones. “Si lo normal en otras OPE es que hubieran partido un miércoles o un jueves, ahora se nos ha juntado todo de golpe en el fin de semana, con un alto regreso de marroquíes que residen en la península. Ha sido una avalancha que no se esperaba”, señalaban. “No hay espacio para poder ordenar todo esto”.
La OPE deja así una de sus jornadas más críticas, cuando el balance que llevaba hecho hasta la fecha era más bien de poco tránsito y fluido hasta que el repunte provocó el atasco total.{galerias local="02092012_2_3" titulo="El embarque de casi 3.000 coches bloquea el puerto"/}