Que 2011 había sido un año complicado para Ceuta en lo que respecta al fenómeno migratorio es algo que se sabía, pero ha sido la APDH la que ahora lo ha sacado a relucir. Y es que, según sus datos, que no distan demasiado de las estadísticas que ofrece el Ministerio de Interior, la inmigración irregular ha aumentado un 125% con respecto al año 2010, un incremento que se frenó a partir de agosto, cuando las autoridades marroquíes decidieron ‘blindar’ la frontera con Ceuta debido a la presión española y que deja claro que es al otro lado de la frontera donde está colocada la válvula que mete y saca presión como si fuera vapor. Pero la realidad que nos transmute la APDH es otra, y es la del largo y tortuoso camino, de miles y miles de kilómetros, que deben recorrer estas personas que huyen de miseria, hambre y guerras fraticidas. En ello no se repara porque la frialdad de los datos y de los números pocas veces nos deja reparar en la realidad de cientos de personas que buscan a este lado de la valla un futuro mejor. Y la presión está volviendo, no quizás a Ceuta, pero sí a Melilla, donde han tenido un masivo intento de entrada en la pasada madrugada. Todo vuelve.