El director general de la Guardia Civil anuncia querellas por injurias al Cuerpo

Poco quedaba por decir en torno a la tragedia ocurrida hace ya una semana en la frontera de Ceuta con Marruecos, en la que perecieron 14 inmigrantes, de los que todavía quedan por recuperar tres. Así que el director general de la Benemérita, Arsenio Fernández de Mesa, optó por ‘entrar a matar’ en su comparecencia ante los medios de comunicación organizada en la Comandancia de la Guardia Civil seis días después de los hechos. Y lo hizo anunciando que habrá una lluvia de querellas contra todos aquellos que han “difamado” al Instituto Armado. Es decir, la Dirección de la Benemérita responde a las oenegés que ya han presentado querella ante la Fiscalía General del Estado con lo mismo, aunque todavía no se haya formalizado. PSOE e IU ya han anunciado que pedirán su dimisión por denostar a las ONG, adviertiendo que “se está poniendo tan nervioso que amenaza como los viejos caciques rurales con iniciativas judiciales con todo aquel que se atreva a decir cualquier opinión crítica”.
Esa es la única novedad que puede extraerse de la visita cursada por Fernández de Mesa a la ciudad autónoma. Visita que ha sido suspendida en varias ocasiones con la excusa del temporal y que al final tuvo lugar ayer, cuando la tromba de críticas y manifestaciones varias en torno a la actuación de la Benemérita en aquella jornada ha llenado informativos y medios de comunicación.
Fernández de Mesa confirmó que se dará una respuesta “adecuada” en forma de “querellas criminales” a quienes “han injuriado, calumniado o incluso hecho denuncias falsas por los acontecimientos de estos últimos días. Hay líneas que no se pueden pasar y los Servicios Jurídicos ya están trabajando en ello para, si procede, actuar ante la Fiscalía General del Estado”, indicó. Esas líneas a las que se refiere el director general son las acusaciones que se han hecho contra el Instituto Armado al incriminarle en las muertes de los inmigrantes cuyos cadáveres se han ido recuperando en estos días. Ninguno presenta signos de violencia y las autopsias practicadas en territorio español y en el marroquí confirman las muertes por asfixia por sumersión.
Fernández de Mesa, que mantuvo una reunión con los mandos de la Comandancia y estuvo acompañado por el DAO además de por el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, significó con su visita el “apoyo expreso” y el “reconocimiento a la labor” desempeñada por la Guardia Civil en la madrugada en que se produjo la avalancha de entre 200 y 300 personas que intentó su entrada en la ciudad y que definió como “impecable”.
Durante todo este tiempo se ha puesto en tela de juicio las actuaciones llevadas a cabo por los guardias civiles. Ya no solo por el empleo de material antidisturbio sino también por la entrega a Marruecos de un grupo reducido de subsaharianos que llegó hasta la playa del Tarajal. Ayer, Fernández de Mesa insistió en que ambos asuntos ha primado la legalidad. Es más, insistió en que el camino a seguir en cuanto a la entrega de inmigrantes a Marruecos es el mismo.
“Les he pedido”, dijo en referencia a los mandos con los que intercambió impresiones, “que sigan igual para mantener el orden y la ley en territorio nacional, para contener las avalanchas de personas manipuladas por las mafias que quieren vencer al Estado de Derecho y para garantizar la libertad y la seguridad dentro del territorio nacional”, insistió.
Lo que se hizo fue “un rechazo, lo que se hace siempre” con quienes llegan a “Ceuta, Melilla o a un aeropuerto y no cumplen las condiciones para entrar en España, ya que aunque estén pisando nuestro territorio” se les devuelve. “Yo animo a las oenegé a que vean bien los vídeos, en los que se comprueba que no se agrede ni se pide la documentación a nadie, sino que se ayuda, incluso desde el mar, a levantarse a los subsaharianos”, indicó, aportando una interpretación cuando menos muy particular de esta forma de proceder.
En esa garantía de la seguridad entra de lleno pues la forma de actuar que tuvo la Guardia Civil esa madrugada. Así que “todo” lo sucedido está “claro”, fue “legal”  y nunca se quiso ocultar absolutamente nada, insistió el director general.  “El ministro dará cumplida cuenta hoy de lo sucedido y de los informes elaborados por la Guardia Civil”, señaló.
Respecto a la polémica surgida tras la difusión de un video oficial de la Dirección que capta el momento de la entrada de subsaharianos, Fernández de Mesa negó que hubiera existido una edición previa. Las imágenes son las captadas por las cámaras y los saltos que se producen se corresponden con los saltos de esas cámaras. “No puede haber información continua. Hasta ahora no hemos alcanzado el nivel técnico necesario para una grabación continua de todos los puntos del perímetro”, indicó, mostrándose especialmente duro con quienes parecen “interesados en distorsionar la realidad, haciéndoles el juego a las mafias”.
Otra cosa distinta es que la Dirección no haya querido publicitar todas las imágenes que tenga porque haya contenidos que afecten directamente a la manera de actuar que, en este sentido, tenga Marruecos. Algo a lo que ni siquiera aludió Fernández de Mesa.
“Nadie debe dudar de lo que ha ocurrido”, puntualizó, insistiendo en la inexistencia de imágenes en las que se vea a la Guardia Civil agrediendo a inmigrantes o golpeándolos como se ha dicho y como, de hecho, figura en la querella presentada por las oenegés ante la Fiscalía General del Estado, al incluir testimonios de inmigrantes que quedaron en Marruecos.
Fernández de Mesa recalcó que la única función de la Guardia Civil aquella madrugada fue la de frenar la entrada de subsaharianos que procedían de Marruecos y ponerse a disposición de las fuerzas de seguridad marroquíes “en la línea imaginaria que separa las aguas jurisdiccionales de ambos países” para ayudar. Los agentes tuvieron órdenes de “parar inmediatamente las trazas que se lanzaban para marcar la diferencia entre ambos países cuando los inmigrantes se acercaban a menos de 25 metros. Las relaciones son complejas, cada uno tiene sus responsabilidades, y con Marruecos son muy importantes: agradecemos su trabajo y estamos a su disposición. En modo alguno se disparó ni se golpeó a nadie y decirlo no es justo ni de recibo: afortunadamente, y es muy duro decirlo, en España se ha repelido un asalto a la valla pero no ha muerto nadie”.

Seis asuntos sobre la mesa

1 Diligencias
El mismo jueves, tras producirse el intento de avalancha, la Guardia Civil realiza un informe que envía a la Dirección, en el que cuenta lo sucedido. En dicho informe se hace mención al inicio de las diligencias por parte de la Policía Judicial que fueron remitidas al juzgado de guardia. Éstas se suman, ya después, al procedimiento abierto toda vez que, ya el sábado, apareció el primero de los cadáveres en territorio español y ayer el segundo. De todos estos casos, que tienen que ver con el mismo asunto, se han hecho diligencias que se trasladan al juzgado número 6 formando todo parte del mismo procedimiento.

2 Acción judicial
Al Instituto Armado se le ha pedido que dé cuenta tanto de las circunstancias en las que apareció el cadáver el sábado a las 18.35 horas en la playa del Tarajal como sobre cuáles fueron los acontecimientos que derivaron en su muerte durante el intento de entrada en grupo de más inmigrantes. Ahora también se le pedirá que dé cuenta del cadáver encontrado en la misma zona en el día de ayer. Además la Fiscalía General del Estado trasladará a la de Ceuta la querella de las oenegés y ésta rebotará dicha querella al juzgado de instrucción número 6 para que la integre en el procedimiento seguido.

3 Salvamento
El hecho de que no se alertara ni a Salvamento Marítimo ni a Cruz Roja para actuar en el momento de la tragedia ha sido objeto de crítica y polémica en estos días. Según el director general de la Guardia Civil, esto era algo que no les competía a ellos porque “nosotros no teníamos que reclamar la presencia de Salvamento Marítimo o de Cruz Roja porque en nuestras aguas no teníamos a nadie; nosotros estábamos a disposición de Marruecos y no hemos dejado de cooperar en ningún momento con sus autoridades, que nos están ayudando con una labor imprescindible a mantener la impermeabilidad de nuestra frontera”, resaltó. Durante la avalancha quienes estaban allí eran unidades de Servicio Marítimo y GEAS pero no llegaron a intervenir en el lado del vecino país.

4 Europa y número de agentes
No parece que haya intención por parte de la Dirección de acordar un incremento en el número de agentes de la Guardia Civil. Se considera que, en base a las buenas relaciones con Marruecos, el número actual es suficiente para frenar los intentos de entrada, teniendo el apoyo de los GRS. Esta decisión choca con las peticiones de incremento cursadas por asociaciones de peso como la AUGC. Sí se hace mención a la necesaria implicación de Europa en asuntos en los que Ceuta solo funciona como mera puerta sur del continente.

5 Imputación
De momento las autopsias conocidas señalan que las muertes de los inmigrantes no se produjeron por lesiones, sino por ahogamiento. “No se le puede imputar ningún tipo de delito a ningún guardia civil. Naturalmente que se ha utilizado material antidisturbios pero no se ha hecho daño a ningún subsahariano”, dijo el director, negando además que se hubiera lanzado material antidisturbio directamente contra los subsaharianos. La Policía Judicial tiene ficha hecha de cada inmigrante muerto por si, tras los entierros, se requiriera algún dato del juzgado. Es precisamente la autoridad judicial la que permite el enterramiento cuando considera que así procede. Esto viene a ratificar la valía de las autopsias ya efectuadas a los cuerpos encontrados en Ceuta.

6 Testimonios
En toda esta historia existen dos bloques enfrentados. Por un lado el conformado por Benemérita y la protección política que se le ha dado desde el principio y por otro el de las oenegés, que se apoyan en los testimonios de los inmigrantes subsaharianos que han sido recogidos y que se incluyen en la querella presentada. Hay inmigrantes que manifiestan, con nombres y apellidos, que podrían reconocer a los guardias que, según ellos, estaban actuando, pinchando flotadores y disparando pelotas de goma. Hablan de una guardia mujer y de un agente, varón, que se subió a la torreta cuando ya había fallecidos. No hacen alusión alguna a los actos llevados a cabo por las fuerzas de seguridad marroquíes

Radiografía oficial de unos hechos, hoy en el Congreso

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, comparecerá hoy en el Congreso para informar de las circunstancias de la muerte de los al menos 14 inmigrantes subsaharianos ahogados cuando trataban el pasado jueves de alcanzar a nado la costa de Ceuta desde Marruecos.
Aunque el ministro dará cuenta a petición propia en la comisión de Interior de lo sucedido, PSOE, la Izquierda Plural, UPyD y el Grupo Mixto habían solicitado ya las explicaciones de Fernández Díaz de forma urgente, especialmente para aclarar las informaciones que, han considerado contradictorias, sobre el empleo de material antidisturbios para repeler la entrada de inmigrantes y el rechazo del grupo que llegó hasta la playa.
Por este motivo, IU e ICV pidieron la dimisión del ministro al considerar que la Guardia Civil había procedido con “represión” en Ceuta.
Una semana después de la tragedia, el número total de fallecidos recuperados en el mar tras el intento masivo de salto a la frontera española asciende a once, nueve de ellos encontrados en aguas marroquíes y dos en las españolas, aunque se cree que puede haber más cadáveres sin recuperar, hasta llegar a los 14, según las estimaciones del Instituto Armado por el número de cadáveres que quedan sin recuperar. El único dato en el que coinciden Interior y las oenegés es en lo evidente: que todo empezó de madrugada, cuando un grupo de inmigrantes bajó del monte marroquí de Dar Kuiba hacia el paso del Biutz e intentó la llegada hasta Ceuta por todas las vías posibles, hasta optar, como última, por el espigón.
El asunto más polémico es sin duda la actuación policial ante la llegada de inmigrantes, que ha suscitado tanto una denuncia penal de una veintena de ONG ante Fiscalía General del Estado como una investigación de oficio por parte de la Defensora del Pueblo. El Gobierno dice que fue “impecable” y desde todos los frentes políticos se apoya sin fisuras.
Los inmigrantes que sobrevivieron a la tragedia afirman que la Guardia Civil disparó contra los que estaban en el agua tanto pelotas de goma como botes de humo para pinchar los flotadores con los que estaban equipados. Explican que esta actuación provocó que cundiera el pánico y lo relacionan con los ahogamientos. Aseveraciones que constan en la denuncia presentada en Fiscalía y que han motivado que ayer mismo el director general de la Benemérita anunciara otra querella por las mismas.
La Guardia Civil sostiene que efectivamente se utilizaron pelotas de goma y botes de humo para evitar la entrada de los inmigrantes, pero con efecto disuasorio, disparando siempre al aire y exclusivamente en la zona de la valla, nunca contra quienes ya se encontraban en el agua. Se justificó por la violencia que, según dicen, ejercieron los inmigrantes, lanzando piedras y objetos varios contra los agentes españoles.
Los inmigrantes que dieron su testimonio reconocen desde el primer momento el lanzamiento de piedras, pero dicen que fue después de la tragedia, como expresión de rabia, cuando tuvieron que sacar del mar a sus compañeros fallecidos. También se ha puesto en tela de juicio la actuación policial en la playa ya que las oenegés siguen manteniendo que se trata de una expulsión ilegal.

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