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Este argelino llevaba casi un año en el CETI, aquejado de una parálisis. Ayer fue despedido entre lágrimas por sus compañeros. Marcha a Málaga, por fin le tocó
Arropado por varios amigos del CETI, agradecido por las atenciones constantes recibidas, emocionado... Así marchaba Reduan ayer a la península. Postrado en una silla de ruedas, este argelino pudo entrar en Ceuta. Llevaba alrededor de 9 meses en el CETI, esperando que llegara su día, que pudiera marchar a la península. Lo consiguió ayer. Su nuevo destino es Málaga en donde podrá recibir atenciones médicas ya que debido a su parálisis requiere de ayuda constante. Según sus amigos, que no paraban de llorar por su marcha, quedó así tras una operación. Durante este tiempo en el CETI ha contado con el apoyo de sus compañeros argelinos, los mismos que ayer lloraban. Reduan marchó con otros 50 residentes más del centro, todos subsaharianos y guineanos, salvo un camerunés. En el grupo viajaba también un joven que entró el pasado febrero y al que le falta un brazo, fue un auténtico león para cruzar a Ceuta, arropado por otros compatriotas. Distintos puntos del sur como Almería, Granada o Sevilla servirán de acogida para los que han tenido la oportunidad de recibir el pase.