V ocablo que viene del latín Superbia, la soberbia es la satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás. Todos y cada uno de nosotros cooperamos con esta forma de ser que nos conduce, irremediablemente, a ser víctimas con nuestro propio interior y es el que determina todo cuánto nos sucede en nuestra vida. Se nos plantea que el sentimiento negativo hacia una persona está en nuestro interior y no en la otra persona. Es decir, que los sentimientos tienen su origen en nuestro interior y es por eso que somos nosotros los responsables de manejar creencias, ideas y malos pensamientos hacia el prójimo. Una prueba es el enfado que, habitualmente, es con uno mismo y no con el otro. Todo comienza y todo termina en sí mismo, pues es la proyección la que juega con nuestra mente, como si la realidad nos estuviese espejeando y nos devolviese la imagen que estamos generando. Todo ello es lo que determina lo que nos sucede en nuestra vida. Como diría Jung “Lo que niegas, te somete y lo que aceptas, te trasforma”.
En pocas palabras, actúa como un espejo para nosotros y que en él no se refleja más que nuestra propia luz y nuestra propia sombra, y con ello llegamos a nuestro mundo interior. Cuando llegas a entender e interiorizar esta ley, auténticamente se transforma tu forma de ver la vida. Te das cuenta que no eres víctima de nada ni de nadie. Solo de ti mismo y que la causa de todo aquello que experimentas y de aquello que los demás te muestran, está en ti. Es de esa manera como tus problemas se convierten en fuentes de aprendizaje. Cuando consigues que lo reseñado se cristalice, cuando sanas tu interior, es cuando se empieza a convertir en una realidad distinta. No solo tu te has trasformado, el reflejo de tu mundo exterior también se transforma. Tu propósito de vida es sentirte lleno de felicidad, de vivir en la plenitud y especialmente, en disfrutar de la vida. Sabrás, entonces, que el mundo exterior tiene información muy valiosa para tu crecimiento. Que aquello que te produce rabia o rechazo, que en todo aquello que quieres cambiar de alguien, es donde hay mucha información para tu evolución y crecimiento personal. Nunca subestimes tus palabras y el poder que tienen sobre ti porque ellas son mas poderosas de lo que crees. “Cambia tus palabras, no te creas todo lo que te dices”.
Según Eckhart Tolle y para vencer tus preocupaciones, indica que “todos los problemas son ilusiones de la mente”. La vida nos pone en el camino las experiencias que mas necesitamos para la evolución de nuestra conciencia, ¿Cómo saber que ésta es la experiencia que necesitas?. “Porque es la experiencia que estás viviendo en ese momento”. Por eso éste autor nos habla del Ego y cree que es mayor la probabilidad de que la persona piense que la fuente principal de sus problemas son los demás. Earl Nigthingale argumenta que te convertirás en aquello en lo que pienses constantemente. Cada día o cada instante, cada minuto, cada segundo de tu vida estás construyendo tu futuro con tu manera de pensar. Es por eso que todo aquel que aparezca en tu vida y pueda sacarte de quicio y hacerte sentir frenético, es un manipulador, desconsiderado, frustrante y no comprensivo. Por sus características particulares, ellos son los que nos enseñan. La Paz iluminadora significa que no solo quieres a aquellos que comparten contigo tus intereses, o con los extraños que van y vienen, sino también con aquellos maestros que no te hacen olvidar que, todavía, te queda mucho que hacer para estar en paz contigo mismo. “Si cambias el modo en el que miras las cosas, las cosas que miras cambian”.
Sobre la magia de las palabras es obvio de que si quieres algo, debes de pedirlo. En diferentes ocasiones, suele suceder lo contrario. Regularmente, las personas de poco éxito suelen predisponerse y hasta se comienzan a tener lástima porque nada les sale. Sin saberlo todo esto lo proyectan y aunque piensen en su mala suerte, se cuantifica en la falta de confianza que se tiene en sí mismo. En todos ellos influye el estado de ánimo y que llega a afectarle incluso en sus células, las cuales llegan a enfermar por ese pesimismo que les agobia. En caso contrario, un estado de confianza puede llegar a recuperar células que pudieran estar dormidas. Esta conclusión puede hacernos creer que, tras darle poder a nuestras palabras, pueda surgir la tan deseada magia de la palabra. Si conseguimos salir de la actitud de la queja, muy probablemente empiecen a surgir y manifestarse los resultados positivos.
Waine Dyer nos dice: -Sería aceptable dar gracias a todos esos maestros espirituales que han aparecido en nuestras vidas en forma de hijos, cónyuges o pasados, vecinos irritantes, extraños detestables y otras personas similares, pues ellos te ayudan a estar en estado de paz e iluminación. Te permiten saber día a día cuánto trabajo te queda realmente por hacer, y en qué aspectos no has logrado aún dominarte a ti mismo-.
Estamos irresistiblemente atraídos por quien nos va a traer los problemas que necesitamos para nuestra evolución.