Que el pasado año Ceuta soportara las cifras de presión migratoria más importantes de toda España y que ahora, en este 2012, la presión existente sea controlable y ordenada tiene una explicación. O al menos la tiene, a juicio del delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez. En una intervención en la cadena Ser, el delegado atribuyó ese cambio en la presión migratoria al “cambio radical” que se ha producido en las relaciones entre el Gobierno de España y Marruecos.
Al margen de alabar la actuación que está teniendo Marruecos en esa contención de entradas de subsaharianos, el delegado destacó cómo se ha producido un cambio “sustancial”, definiendo las actuales relaciones como “magníficas” tras el cambio de Gobierno. “Esperemos que se mantenga”, apuró.
La presión migratoria existe -las fuerzas de seguridad cifran en unos 400 los subsaharianos que esperan en las cercanías de los montes próximos al Tarajal-, pero Delegación espera que esa cooperación siga materializándose en la labor de evitar que se produzcan entradas masivas a través del espigón del Tarajal o por la propia frontera y perímetro.
González Pérez recordó que la ciudad no tiene capacidad para asumir entradas masivas, ya que dispone de un CETI con un cupo de plazas concretas y unos recursos adaptados a los límites de la ciudad. “La preocupación siempre se tiene”, indicó el delegado.
Tal y como informó ‘El Faro’ en su edición del pasado jueves, la comparativa de entradas registradas en los meses de junio, julio y agosto de 2011 y las de este año aportan un diferencial importante: 560 en 2011 y 108 en lo que va de verano. Para el delegado esto viene a significar que las cosas se están haciendo bien a ambos lados, a pesar de que en este agosto ha habido más intentos ajustados, también, a la celebración del Ramadán ya que las mafias sospechan que durante ese periodo iba a producirse una mayor relajación en la vigilancia, cosa que no se produjo. Al hilo del informe publicado por APDH sobre el repunte migratorio y la presión habida en Marruecos (ver edición del lunes), el delegado lamenta que “alguna oenegé” haya levantado una voz de alarma “innecesaria y algo alarmista”, apuntilló.