El Cristo del Puente sufre un acto vandálico y le roban la corona

El Cristo de los Afligidos, que tiene su ubicación en el Baluarte de los Mallorquines, sufrió la noche del pasado lunes un acto vandálico, presentando una pequeña fisura en su hombro derecho. Además, quien perpetró esa acción también se llevó la corona de espinas de plata que tenía sobre su cabeza. Esta pieza tiene entre 20 y 30 años y fue regalada por un empresario ceutí.

Tal y como informaron desde la Policía Local, sobre las 23:00 horas del pasado lunes, una unidad del 092, tras ser avisada por la Central, se personó en el Puente del Cristo ya que habían fracturado el cristal que cubre la hornacina del Cristo de los Afligidos allí ubicado. Una vez en el lugar, los agentes pudieron comprobar que la Imagen estaba caída y había sufrido daños en su hombro derecho. Tras hacerse cargo del mismo procedieron a dar una batida por las cercanías en busca de alguna persona sospechosa, siendo ésta negativa.
Después se pusieron en contacto con el vicario general, Juan José Mateos, quien acudió a este lugar y pudo comprobar que la Imagen tenía una pequeña fisura en su hombro derecho y que le habían robado la corona de espinas de plata. Tras estos lamentables hechos, el Cristo fue trasladado hasta el Santuario de Santa María de África, donde se encuentra expuesto al culto en el altar de Santa Teresa.
El vicario general se puso en contacto con la Ciudad para explicarle lo sucedido, acudiendo a la misma hornacina en la que se encontraba la Imagen la vicepresidenta primera de la Mesa de la Asamblea, Adela Nieto, y el consejero de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y Barriadas, Gregorio García Castañeda. Tras esta visita se ha decidido pintar este lugar, cambiar las luces y reforzar la seguridad del cristal. Estos trabajos comenzarían hoy mismo.
Al mismo tiempo, Juan José Mateos está estudiando la manera de restaurar esta Imagen para decidir si se hace ya o se traslada a su hornacina habitual en unos días, una vez se hayan llevado a cabo las obras de mejoras, y se espera a llevar a cabo esta pequeña restauración con la que se evitará que la fisura se haga más grande.

Un símbolo espiritual
El vicario general, quien entiende que se trata de “un acto de vandalismo o gamberrismo”, destacó la importancia de este Cristo para los ceutíes y que desde el siglo XVI la entrada de la ciudad cuenta con la Imagen de un Crucificado. “La gente, cuando iba a coger el barco, se encomendaba al Cristo, cuando volvía le daba las gracias; los ajusticiados que iban condenados, cuando los ajusticiaban en el campo exterior, al pasar su última mirada era para el Cristo. Tiene mucho tirón y una gran devoción en Ceuta. Es un símbolo espiritual de la ciudad”, dijo. De esta manera, se hará el esfuerzo necesario para que vuelva a estar cuanto antes en su lugar habitual y en perfectas condiciones.