El contexto multicultural de la escuela ceutí, a debate en Oxford

El profesor Rafael Jiménez Gámez presentó en unas jornadas sobre etnografía educativa un trabajo de investigación realizado en varios centros de la ciudad.

El profesor de la Universidad de Cádiz Rafael Jiménez Gámez ofreció ayer en el Oxford College una ponencia en la que abordó su trabajo titulado ‘Estudio de investigación dentro de un contexto multicultural: problemas asociados a la escuela etnográfica como un instrumento antirracista’. Lo hizo en el marco de la conferencia anual sobre etnografía educativa  que se realiza en la institución inglesa. El trabajo del investigador analiza las relaciones entre la investigación etnográfica y el poder político partiendo de una investigación sobre el fracaso escolar en la ciudad de Ceuta.
Jiménez Gámez asegura en el resumen de su trabajo que la realidad social ceutí tiene su reflejo en las escuelas, donde los hijos de las familias ceutíes, la diversidad social, laboral, económica y cultural, conviven y aprenden juntos, “aunque en menor proporción de mezcla de la que cabría esperarse”. Esta afirmación la justifica alegando que en los centros público la mayoría del alumnado (70,48% en 2008/2009) era árabe-musulmán (A-M), mientras que en los centros concertados el alumnado mayoritario es el cristiano-occidental (C-O). “La mayoría del alumnado A-M se encuentra escolarizado en las barriadas alejadas del Centro, mientras que el alumnado C-O se vincula a las zonas más céntricas. Esta situación de la población escolar, como fiel reflejo de la población en general, muestra la coexistencia segregada de dos culturas”, afirma. En el resumen se continúa asegurando que “no es necesario indagar mucho para comprobar que los centros con mayor número de alumnos  A-M son aquellos con el nivel más alto de fracaso”.
Por ello, y tras analizar el contexto socio-económico local, la investigación se orienta hacia la “comprensión” y el “conocimiento” de las acciones o respuestas “cotidianas” y “no formales” de la institución escolar ceutí. El investigador utilizó la observación participante, el análisis de documentos e incluso las entrevistas abiertas y semiestructuradas al profesorado, el alumnado, las familias y los agentes socio-educativos externos como métodos de trabajo con los que obtuvo una serie de conclusiones que en el resumen del texto se concretan en seis puntos: Existe un profesorado con ganas pero faltan estrategias para trabajar la atención a la diversidad; comienzan a existir iniciativas, particulares por el momento, dirigidas a afrontar la integración social y cultural mediante proyectos globales como el de ‘comunidades de aprendizaje’, lo que demuestra cierto compromiso y visión amplia y crítica de la función y responsabilidad docente; también hay un sector del profesorado que conoce o que demanda el conocimiento del dariya que debería formarse en este campo, sobre todo en lo que el uso de aquel pueda afectar a la enseñanza del español; por otra parte existe una buena parte del sector profesorado que se limita a desarrollar la profesión desde un planteamiento ‘restringido’ poco comprometido con la responsabilidad social de educar ante las crecientes exigencias de atender a un alumnado heterogéneo culturalmente. Si ya es difícil encontrar un profesor que diga que su metodología no es la adecuada, más en esta ciudad, en la que solemos poner la excusa de la existencia de un cada vez mayor número de alumnado A-M. El profesorado de la ciudad suele ver la cultura A-M como algo que ‘amenaza’ su profesión. Existen escasas experiencias de innovación que surjan de la iniciativa del propio profesorado; por último, el estudio concluye que la población A-M ha dejado de ser sumisa.
Los objetivos del estudio no eran otros que conocer las situaciones, creencias y expectativas del alumnado y los docentes sobre la problemática del fracaso escolar; comprender y profundizar en las prácticas que las comunidades educativas de dos centros realizar para atender al alumnado A-M y para paliar el fracaso escolar; y ofrecer líneas de actuación para mejorar las respuestas sociales y escolares ante el fracaso escolar y la diversidad de su alumnado.

El IEC no aceptó la memoria y pidió la devolución del dinero

El estudio del profesor Jiménez Gámez contó en un principio con el apoyo del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC), que le dio una subvención de 4.100 euros. De hecho se le adelantó el 10% del dinero y dejó pendiente el 90% restante para la entrega del informe final. Un informe que terminaron rechazando alegando que se incumplían los objetivos planteados en el proyect. Todo ésto pilló por sorpresa al investigador de la UCA, ya que todas las informaciones que iba recibiendo le hacían pensar que todo estaba correcto e incluso le habían dicho que sólo faltaba el informe de algunos de los expertos evaluadores. Curiosamente, esta eventualidad ocurre después de que Jiménez Gámez se negara a aceptar algunas rectificaciones que le proponía un miembro de los centros con los que habían trabajado por entender que hacerlo supondría “tergiversar” directamente algunas de las citas de los entrevistados en lo que él entendió como un intento de “ocultar una realidad que, además, no es responsabilidad del centro, sino del contexto socioeconómico deprimido en el que se encuentra”. Según el profesor, lo que pretendía esa persona era mantenerse “en la línea de la visión conservadora de la ciudad como un lugar de convivencia idílica”. Algunas de las afirmaciones a rectificar decían que al Príncipe se le conoce como “Marruecos II”, que “un sector importante (de población) ha entrado ilegalmente del país vecino”, “que hay frecuentes situaciones de agresión y maltrato físico (en el centro escolar)” e incluso que “cada vez hay más alumnas que llevan velo y la mayoría viven en Marruecos”.
La situación ha llegado a tal punto de incomprensión entre las partes que los investigadores decidieron llevar el caso a la vía judicial entendiendo que ellos habían cumplido con su trabajo y que se les debía pagar el resto del dinero. Por ello interpusieron un recurso contencioso administrativo que deberá resolver la extraña situación.