El Comité contra la Tortura de la ONU ordena investigar la muerte de un senegalés

Cinco años después y tras una ristra incansable de denuncias, recursos y apelaciones a diversas instancias, el Comité contra la Tortura de la ONU se ha posicionado en torno a la muerte del senegalés Lauding Sonko. Este subsahariano falleció en la madrugada del 26 de septiembre de 2007 en aguas marroquíes, después de haber sido rechazado por una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Un agente se arrojó al agua e intentó reanimarlo tras divisar, desde su patrullera, que el inmigrante no podía llegar a la orilla.

Sonko murió tras una intervención que hoy por hoy ya no se produce de esta manera, ya que los guardias civiles tienen ordenado auxiliar a los inmigrantes que se encuentren en el agua y entregarlos a la Policía Nacional que es la única garante para facilitar las expulsiones previo conocimiento de la autoridad judicial. Pero en aquella época no se trabajaba así e incluso la Delegación del Gobierno, siguiendo órdenes del Gobierno de la Nación, avalaba este tipo de comportamientos.
Pues bien ahora el Comité contra la Tortura de la ONU se pronuncia de manera contundente contra el Estado español. En el dictamen acordado por unanimidad salvo un voto particular el Comité insta al Estado a que efectúe “una investigación adecuada e imparcial de los hechos que se produjeron aquella madrugada. Le insta a que persiga y condene a las personas que fueron responsables de aquellos hechos y a que se conceda una reparación integral que incluya una indemnización adecuada para la familia de Sonko que reside, en parte, en España”. Considera el Comité que en un plazo de 90 días debe tener ya información sobre las medidas que se hayan adoptado. Entiende el Comité que España violó la convención internacional y lamenta que “no haya existido una investigación pronta e imparcial de los hechos. Recrimina a España al manifestar que el Estado tiene la obligación de llevar a cabo este tipo de investigaciones” siempre que “haya indicios de actos que constituyan tratos crueles, inhumanos o degradantes”, apunta en el dictamen al que ha tenido acceso ‘El Faro’. Esta resolución del Comité se produce tras la denuncia presentada por el abogado de CEAR, Alberto Revuelta, y en la misma se considera demostrado que los hechos supusieron una vulneración del artículo 16 de la Convención contra la Tortura en cuanto constituyen un “trato cruel, inhumano y degradante”.
Paralelo a este dictamen se emite un voto particular firmado por Felice Gaer, miembro del Comité. Sin oponerse a que hubo una violación, Gaer matiza que se debe ordenar que haya una investigación clara dirimiendo las discrepancias existentes entre la versión que de los hechos dio la Guardia Civil y la que mantiene la familia de Sonko. Considera Gaer que el Comité debe aportar más datos antes de concluir que la versión que de los hechos da el Estado “no es verosímil”. “Está dentro de su competencia hacerlo, pero debería haberlo afirmado claramente”. Lamenta Gaer que el Comité no se haya implicado más en sopesar las pruebas.
Ahora toca al Estado cursar la oportuna investigación sobre los hechos, de nuevo, toda vez que el asunto quedó archivado por la vía judicial tras llegar incluso a la Audiencia Nacional.

Cronología y posturas enfrentadas

Versión oficial.- Lo que dijo la Guardia Civil
El que fuera teniente coronal, Guitard Banet, informó de manera oficial señalando que los guardias nunca pincharon los flotadores ni de Sonko ni de los subsaharianos que le acompañaban en el intento de entrada por mar. Dice que se les auxilió, se les subió a la patrullera y luego se les rechazó en aguas marroquíes. Dijo que un guardia se arrojó al agua para reanimar al inmigrante al ver que no llegaba a la orilla y señala que las actuaciones en aguas marroquíes de la Benemérita hicieron que se redujeran el número de muertes. Curiosamente hoy ya no se actúa así.

La familia.- La otra versión
En base a declaraciones de quienes acompañaban a Sonko, la familia dice que les pincharon los flotadores y que cuando Sonko fue arrojado al mar, cerca de la orilla marroquí, se agarró a la barandilla de la patrullera para que no le rechazaran diciendo que no sabía nadar. La hermana de Sonko dice que estando en la patrullera su hermano estaba vivo y que España era responsable de su estado, al arrojarlo al mar y morir considera que hay una causa efecto indiscutible.

Qué dice el Comité.- Se ha mostrado muy crítico
Leídas las partes, el Comité contra la Tortura de la ONU dice que los guardias civiles eran los responsables de la integridad de los subsaharianos al tenerlos bajo su control. Dice además que es el Estado el que debe explicar las circunstancias de la muerte toda vez que se le rescató con vida. Considera además que lo ocurrido alcanza el umbral de trato o pena cruel, inhumano y degradante del artículo 16 de la Convención.