El Club Atlético de Ceuta

Los noventa minutos estaban cumplidos y la noche caía sobre el estadio “Alfonso Murube”. No se contaba con luz artificial. Un cielo amenazante de lluvia contribuía a engrandecer la oscuridad. El árbitro burgalés López Cuadrado no señalaba el final con el empate a cero inicial. A pesar de su mal arbitraje, corría el minuto 98 cuando, en un balón suelto que controló el magnífico centrocampista Jdidi, éste lanzó un derechazo que se coló junto al palo del portero del Mallorca CF, el exmadridista Vicente. Los aficionados no daban crédito a tanta alegría. Por el trabajo realizado aquel día por los componentes del equipo ceutí, aquel equipo de colores rojiblancos y generalmente de pantalón negro, se había grabado con letras de oro en el corazón de todos los seguidores que pudieron disfrutar de aquella preciosa tarde de fútbol… de aquel lejano y luminoso espectáculo.
La independencia de Marruecos y el cese del protectorado español en el norte del citado país, propuso un dilema con el Atlético Tetuán y su participación en la liga española, competición que había disputado varios años en segunda división y un año en primera. Este descenso y la coincidencia de fechas, estableció la idea de realizar una fusión y que el Club Atlético de Ceuta ocupase la plaza que, ante el argumento de que Tetuán ya pertenecía a otro país, este hecho le impedía competir en la Liga nacional española. Así fue y el Club Atlético de Ceuta fue incluido en el grupo sur de la Segunda división. Como reconocimiento y con el influjo del querido y recordado D. José Benoliel, el Ceuta mantuvo los colores rojiblancos que, el hoy llamado Mogreb de Tetouan, pasea por los estadios de la Primera división del fútbol marroquí ¡con la misma indumentaria!... quien no recuerda el Sania Ramel?...
La historia del Club Atlético de Ceuta es alargada. Para regodearse con el devenir de fechas vividas, es fácil recordar a  aquel equipo juvenil de segundo año  del Atlético de Ceuta y que fue campeón en Liga y Copa. Dirigidos magistralmente por un señor respetable como Don Juan Almagro, entrenador que supo sacarle el máximo jugo a aquel equipo, hizo de su jugadores un grupo de campeones. De la imagen que ustedes ven, qué hombre del fútbol ceutí no recuerda a Trujillo; Miguel,  Martín, Juan Almagro (Coach), Quique Navas, León, Malavert y Quino. Agachados con Miralles, Chico Alux, Jimmy, Fruggi, Pedrito y Paco Silva. Pasados algunos años, Malavert, León y Silva pasaron al campo profesional. Por sus cualidades y dedicación, sería destacable la seguridad defensiva con Chico como líder, un centro del campo configurado por la calidad demostrada de Quique Navas y su constante brega, la habilidad e inigualable zurda del bueno de León y la excelencia contrastada y de superior categoría de Paco Silva. Fruggi y Pedrito aunaban habilidad y velocidad… arriba, como centro delantero quedaba Jimmy, un “Killer” del área y que convertía en gol todo lo que le llegaba. Un hombre de férrea lucha contra las defensas, de las que salía airoso… máximo goleador de la categoría en aquella temporada, dejó su huella con sus muchos goles y que en ciertos aspectos hacía recordar, por su fisonomía, al magnífico delantero centro de la selección alemana “El torpedo Muller”. Gerd Muller. En nada exagerada la comparación… ¡el fútbol tiene estas cosas!.
En mi recuerdo para siempre, sería bello reflotar nuevamente a éste equipo porque, sin lugar a dudas, es un símbolo en la historia del deporte ceutí… hoy nace un pequeño homenaje desde mis humildes letras…