El cinismo de Díaz Melguizo

El Director General del Ingesa y uno de los mayores esperpentos en una comparecencia ante los medios de comunicación en Ceuta

Los ceutíes no se merecen que existan cargos públicos (pagados con el dinero de todos los españoles, que nada más que mantienen sus puestos porque gestionan las dos ciudades autónomas) que le mientan a la cara y más en presencia de personas que han asistido a reuniones cuyos acuerdos desconoce. El director general del Ingesa, José Julián Melguizo, hizo uno de los mayores esperpentos que hemos visto en años en una comparecencia ante los medios de comunicación.

Llevamos una buena racha: si la semana pasada la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, era el alto cargo que demostró un desconocimiento absoluto de los problemas de Ceuta, pero, al menos, no nos mintió a la cara; en el caso del director general del Ingesa es mucho más sangrante: nos engañó en dos ocasiones y además en un asunto de tanta sensibilidad como es el de los enfermos oncológicos y sus familiares.

Primera mentira: desconocía los acuerdos alcanzados con Clínica Radon en la Delegación del Gobierno con la asistencia a esa reunión del presidente de la Ciudad, Juan Vivas; delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull y el director territorial del Ingesa, Fernando Pérez Padilla. Una reunión donde se estableció la ‘hoja de ruta’ que, hasta ahora, se ha venido cumpliendo para la instalación de una clínica de radioterapia en nuestra ciudad.

Sus palabras, cuando se le preguntó, fueron de sorpresa, de no saber nada. Es de difícil creencia que el director general del Ingesa no supiera nada de esos acuerdos, de esos compromisos. Es imposible de creer. Nos ha mentido a la cara, porque si de verdad no sabía nada de un problema que es prioritario para los ciudadanos de Ceuta, hoy mismo debe ser cesado por la ministra de Sanidad. Pero estamos seguros de que no había desconocimiento, sino cinismo.

Díaz Melguizo le debe su sueldo de político a ceutíes y melillenses porque no tiene otra competencia

Segunda mentira: dijo que el Ingesa estaba abierto a las ofertas que pudieran llegar por parte de alguna empresa que quisiera instalar en Ceuta una clínica de radioterapia bajo los parámetros de seguridad, calidad en la prestación del servicio y precios de mercado. El director general del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria sabe a la perfección que no necesitan recibir ninguna oferta por parte del Ingesa, ya que la mencionada propuesta llegó hace más de dos años.

Y, además, después de la decisión que ha adoptado el ente sanitario de prorrogar por un año el contrato que tienen con Radon en Algeciras, conoce que llevan meses negociando. Se coge antes a un embustero que a un cojo como dice el refranero español. Al minuto de terminar de contarnos las mentiras, el director territorial habló de las negociaciones que se vienen manteniendo y descendió a determinados puntos como la seguridad, al señalar que se estaba solucionado debido a una serie de deficiencias que se detectaron y que, en el plano económico, se buscaban fórmulas que permitieran que la implantación de la clínica fuera viable financieramente.

Son muchos los cargos sanitarios que han pasado por la Sanidad ceutí que nunca han tenido en buena consideración al director general del Ingesa, a quien acusan en muchas ocasiones de ser una personas que obstruye posibles logros sanitarios. Pero vamos a ir más lejos: Díaz Melguizo viene a Ceuta, donde volvemos a repetir que gracias a ceutíes y melillenses gana su sueldo de político, como quien viene a las colonias. Se cree el virrey de la Sanidad que llega a las colonias para que le agradezcamos el gran servicio que se presta a los ceutíes en el Hospital Universitario y en los centros de salud. Sabemos que la ministra no le va a cesar después de estas mentiras a los ciudadanos de Ceuta, porque quienes ocupan un cargo al final tienen padrinos, pero, por lo menos, que se quede en Madrid y no venga a engañarnos más veces. No nos merecemos esto. Es vergonzoso.