El carguero, de 120 metros de eslora, transporta 5.000 toneladas de azúcar· Entraba al Muelle de la Puntilla para labores de avituallamiento antes de proseguir su travesía hasta Agadir “Finalmente ha sido un accidente con pocas consecuencias, sin daños personales, materiales ni medioambientales, aunque podía haber sido más grave”. El capitán marítimo, Jesús Fernández Lera, resumía así el choque que durante parte de la mañana centró la atención en la zona portuaria. Un carguero, de 120 metros de eslora y 5.000 toneladas de azúcar en su interior, había colisionado frontalmente contra las rocas de la escollera. ‘Tiverton’, que así se llama el barco, luce bandera de las Islas Marshall aunque en su interior viajan trece tripulantes de tres nacionalidades diferentes: rusa, ucraniana y filipina. Trabajadores cuyos rostros asomaban, expectantes, desde la cubierta mientras junto al buque los efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, el práctico y la GADIR trataban de auxiliarles para que el carguero pudiera desencallar, como finalmente ocurrió unos 45 minutos después, y atracar en el que debía ser su destino: la segunda alineación del Muelle de Poniente.
El aviso se recibió sobre las 10.30 horas y, según apuntaron desde Capitanía Marítima, el carguero había hecho caso omiso a las indicaciones del práctico que le había pedido que esperara su llegada a una milla de distancia. Afortunadamente, no se registró ninguna vía de agua ni daños en los tanques de combustible que el barco tiene en sus laterales. De todos modos, las causas reales del accidente se desconocen y deberán ser determinadas por los informes técnicos que efectuarán los diferentes inspectores que comenzarán a llegar hoy. Asimismo desde el primer momento se dio orden al capitán del ‘Tiverton’ de que salvara los datos del VDR (sistema que graba conversaciones y otro tipo de información sobre la navegación) a efectos de poder ser utilizados en la investigación que ya se ha abierto. “Ahora, con el barco ya fondeado en bahía tras realizar la operación de avituallamiento, tenemos que esperar la llegada de un inspector de la propia naviera, así como otro de la Sociedad de Clasificación del país de bandera del barco y otro de la Comisión de Investigación de Accidentes”, informó ya por la tarde Fernández Lera. Eso sí, si bien serán los expertos quienes determinen qué ocurrió, hay que señalar también que en esos momentos la visibilidad en la zona portuaria era escasa como consecuencia de la niebla que desaparecería poco después.
Procedente de Abu Kir, ciudad egipcia situada a 23 kilómetros de Alejandría, el ‘Tiverton’ tenía prevista esta parada en Ceuta al objeto de cargar en su interior145 toneladas de fuel oil, otras 40 de gasoil y 60 de agua. Así lo informó el responsable de Bominflot S.A., consignataria encargada de la operación quien también anticipó la llegada de personal de la compañía aseguradora, ‘Boureau Veritas’. Las tareas de avituallamiento, que finalmente se llevaron a cabo una vez que el ‘Tiverton’ fue atracado pasadas las 12.00 del mediodía, pudieron realizarse con normalidad ya que el buque tan solo presentaba alguna rozadura bajo el bulbo que había colisionado contra las rocas, tal y como pudieron comprobar tanto los efectivos de los GEAS de la Guardia Civil, que se sumergieron cuando el barco todavía no había retomado la marcha en dirección al muelle, como los buzos enviados por Capitanía Marítima para inspeccionar los posibles daños que actuaron con el ‘Tiverton’ ya atracado junto a la segunda toma de combustible de La Puntilla.
“No podemos confirmar aún cuanto tiempo estará fondeado el buque en la bahía, pues será el que necesiten los inspectores para hacer su trabajo, si bien es cierto que este tipo de casos el tiempo suele ser de entre dos y cuatro días”, opinó el capitán marítimo tras comentar que en estos momentos el barco está retenido y que, dado que no presenta daños estructurales, seguramente no tendrá problemas para retomar la navegación en cuanto las autoridades se lo permitan.
La colisión, cuya historia fue muy seguida a través de diferentes redes sociales como Twitter o Facebook, no trastocó en ningún momento la entrada y salida de otros barcos del puerto de Ceuta, de tal manera que el tráfico marítimo no se vio en ningún momento afectado y la situación se solventó en poco más de una hora.